Toda la vida en el estadio: la hincha azul de 90 años

Toda la vida en el estadio: la hincha azul de 90 años

Para Inés Martínez, aún con sus 90 años, nada levanta pasiones como la Universidad de Chile.

No todos los equipos despiertan una pasión que resiste el paso del tiempo, los fracasos deportivos y los años sin títulos. Pero la U no es cualquier equipo. Es una bandera. Un sentimiento que va mucho más allá del resultado del fin de semana, sino pregúntenle a Inés en cada estadio que juegan los azules.

Para muchos hinchas azules, la frase “de la U aunque gane” no es ironía. Es convicción. Es una forma de asumir que el amor por los colores no está condicionado por los puntos en la tabla. Porque ser de la U es creer incluso cuando la historia reciente no acompaña.

La U no ha tenido una década fácil. Títulos esquivos, procesos rotos, promesas incumplidas. Y sin embargo, cada domingo, miles de personas visten la camiseta con el mismo orgullo de siempre. Hay algo en ese vínculo que no se explica con números: se explica con identidad.

El hincha de la U tiene memoria. Recuerda las gestas épicas de los 90, el histórico 2011, los goles de Rivarola, las atajadas de Johnny, la entrega de Osvaldo González, el fútbol de Charles Aránguiz. Pero también recuerda las caídas, las finales perdidas, los años de sufrimiento. Y sigue ahí.

Porque más que un club, la U es una forma de vivir el fútbol. Con pasión, con nervio, con corazón. Sin importar si se gana o se pierde. Lo que importa es estar. Acompañar. Creer.

En una época en que muchas hinchadas se definen por el éxito, la U conserva algo romántico: la idea de que ser hincha es incondicional. Y en eso, tal vez, reside su grandeza.

De la U, aunque gane. Aunque suene absurdo. Aunque parezca al revés. Porque para quien creció amando a la U, no hay resultado que defina ese amor. Solo el orgullo de seguir ahí, siempre.

Para Inés Martínez, aún con sus 90 años, nada levanta pasiones como la Universidad de Chile.

No todos los equipos despiertan una pasión que resiste el paso del tiempo, los fracasos deportivos y los años sin títulos. Pero la U no es cualquier equipo. Es una bandera. Un sentimiento que va mucho más allá del resultado del fin de semana, sino pregúntenle a Inés en cada estadio que juegan los azules.

Para muchos hinchas azules, la frase “de la U aunque gane” no es ironía. Es convicción. Es una forma de asumir que el amor por los colores no está condicionado por los puntos en la tabla. Porque ser de la U es creer incluso cuando la historia reciente no acompaña.

La U no ha tenido una década fácil. Títulos esquivos, procesos rotos, promesas incumplidas. Y sin embargo, cada domingo, miles de personas visten la camiseta con el mismo orgullo de siempre. Hay algo en ese vínculo que no se explica con números: se explica con identidad.

El hincha de la U tiene memoria. Recuerda las gestas épicas de los 90, el histórico 2011, los goles de Rivarola, las atajadas de Johnny, la entrega de Osvaldo González, el fútbol de Charles Aránguiz. Pero también recuerda las caídas, las finales perdidas, los años de sufrimiento. Y sigue ahí.

Porque más que un club, la U es una forma de vivir el fútbol. Con pasión, con nervio, con corazón. Sin importar si se gana o se pierde. Lo que importa es estar. Acompañar. Creer.

En una época en que muchas hinchadas se definen por el éxito, la U conserva algo romántico: la idea de que ser hincha es incondicional. Y en eso, tal vez, reside su grandeza.

De la U, aunque gane. Aunque suene absurdo. Aunque parezca al revés. Porque para quien creció amando a la U, no hay resultado que defina ese amor. Solo el orgullo de seguir ahí, siempre.

Recomendado

Altamirano: Figura y esperanza azul

Javier Altamirano se consolidó como una de las figuras preponderantes en la reciente goleada de Universidad de Chile, despertando la ilusión de los hinchas azules con su talentosa actuación. El volante ofensivo ha ido ganando confianza y demostrando su calidad en el esquema del equipo.

El rendimiento de Altamirano, especialmente en un primer tiempo que fue catalogado por algunos como “el mejor primer tiempo en la época de Álvarez”, ha sido ampliamente destacado. Aunque tuvo un inicio prometedor seguido de un leve bajón, el mediocampista está “retomando el nivel”. Los comentarios recogidos tras el partido resaltan su capacidad para cambiar el ritmo del juego y su paulatina, pero firme, consolidación.

Se describe a Altamirano como un jugador “distinto”, hábil con ambos pies, móvil y con clara vocación ofensiva. Si bien se mencionó que “le falta un poquito más de rodaje” tras una “vuelta complicada para él” y que debe seguir mejorando la definición y mantener la “regularidad”, su talento es innegable. “Tiene harto talento”, se escuchó entre los análisis, y se espera que aporte significativamente, aunque se notó cierto cansancio hacia el final del encuentro.

La percepción general es que la U se muestra “más ofensiva” con su presencia en cancha, y Altamirano “le da ese plus para llegar más arriba”. Calificado como un “crack” y un “jugadorazo”, su creciente confianza es vista como un factor clave para su desempeño y el del equipo. Los hinchas esperan que mantenga este nivel, considerándolo fundamental para las aspiraciones universitarias.

Los azules aman a Gustavo Álvarez

En la previa de su partido número 60 al mando de Universidad de Chile, el técnico Gustavo Álvarez recibió una emotiva y contundente muestra de cariño por parte de los hinchas azules. El estratega argentino ha sido fundamental en devolver la ilusión al pueblo universitario, un sentimiento que se palpó con fuerza en los testimonios recogidos por Minuto 90.

"Agradecerle por la ilusión que nos ha vuelto a los hinchas de la U, que hace tiempo veníamos con campeonatos malos, peleando el descenso", expresó un fanático, quien añadió con fervor: "¡Profe, te amo, hermano, no te vayáis nunca!". Otro seguidor destacó el impacto del DT en el renacer azul: "El mejor de todos, nos devolvió la alegría, nos hizo volver a ganar clásicos, volver a la Libertadores. Yo creo que lo está haciendo bien".

Los seguidores también valoran la seriedad y el profundo conocimiento futbolístico del entrenador. "Es un técnico serio cuando declara", comentó un hincha, mientras otro recordó una muestra de su capacidad: "Profesor, es lo máximo su manera de analizar los partidos. El otro día, no sé si se dieron cuenta, el análisis que hizo después con Carabobo, el hombre sabe un montón de fútbol". La petición generalizada es su continuidad al frente del equipo: "Gracias a él nos volvió la ilusión, ahora peleando Libertadores en los tres torneos... ojalá que esté varios años más y que se vaya por la puerta grande", y "Que se quedara un par de años más con nosotros, con la U. Es un buen entrenador, un buen tipo, es una persona decente", fueron algunos de los deseos expresados.

El notable registro de Gustavo Álvarez con Universidad de Chile respalda este fervor popular: en sus 59 encuentros dirigidos antes de este importante hito, el argentino acumula 37 victorias, 13 empates y solo 9 derrotas, sumando además un título a las vitrinas del club. Un ciclo que los hinchas esperan siga llenándose de éxitos y alegrías.