Arco Albo: ¿De Paul o Cortés?

Arco Albo: ¿De Paul o Cortés?

La discusión está encendida entre los fanáticos de Colo-Colo. El equipo de Minuto 90, encabezado por Matías Acuña, se trasladó hasta el Estadio Monumental para pulsar el ambiente y conocer de primera mano la opinión de los hinchas sobre quién debe ser el guardián del arco albo: Fernando De Paul o Brayan Cortés.

Actualmente, Fernando De Paul ha asumido la titularidad, relegando a Brayan Cortés al banquillo, una decisión que ha generado un intenso debate entre la parcialidad colocolina. Las opiniones están claramente divididas. Un sector de los aficionados apoya la continuidad de De Paul, argumentando que "me da más seguridad" y que Cortés "se quedó en el pasado ya". Algunos incluso son más categóricos: "Cortés no, Cortés no, ya era ya, que se vaya para cualquier equipo si no quiere". La percepción de que el iquiqueño ha estado "muy distraído, muy despistado, estado medio lento" en sus últimas presentaciones también pesa para este grupo.

Por otro lado, no son pocos los que defienden a Brayan Cortés. "Para mí Cortés siempre tiene que ser el titular. Creo que Cortés es arquero de selección", afirmó un hincha, destacando la jerarquía del ex Deportes Iquique. Otros apelan a la memoria y a las buenas actuaciones pasadas: "Igual iría con Cortés, porque ha hecho buenos partidos. Creo que en este momento él no se encuentra en su mejor nivel", pero confían en su recuperación. La idea de darle una "segunda oportunidad" y permitirle "resarcir todo lo que hizo" también resuena fuerte.

El debate está lejos de cerrarse y la pregunta sigue en el aire en el Monumental y entre todos los seguidores del Cacique: ¿Quién debe ser el arquero titular de Colo-Colo?

La discusión está encendida entre los fanáticos de Colo-Colo. El equipo de Minuto 90, encabezado por Matías Acuña, se trasladó hasta el Estadio Monumental para pulsar el ambiente y conocer de primera mano la opinión de los hinchas sobre quién debe ser el guardián del arco albo: Fernando De Paul o Brayan Cortés.

Actualmente, Fernando De Paul ha asumido la titularidad, relegando a Brayan Cortés al banquillo, una decisión que ha generado un intenso debate entre la parcialidad colocolina. Las opiniones están claramente divididas. Un sector de los aficionados apoya la continuidad de De Paul, argumentando que "me da más seguridad" y que Cortés "se quedó en el pasado ya". Algunos incluso son más categóricos: "Cortés no, Cortés no, ya era ya, que se vaya para cualquier equipo si no quiere". La percepción de que el iquiqueño ha estado "muy distraído, muy despistado, estado medio lento" en sus últimas presentaciones también pesa para este grupo.

Por otro lado, no son pocos los que defienden a Brayan Cortés. "Para mí Cortés siempre tiene que ser el titular. Creo que Cortés es arquero de selección", afirmó un hincha, destacando la jerarquía del ex Deportes Iquique. Otros apelan a la memoria y a las buenas actuaciones pasadas: "Igual iría con Cortés, porque ha hecho buenos partidos. Creo que en este momento él no se encuentra en su mejor nivel", pero confían en su recuperación. La idea de darle una "segunda oportunidad" y permitirle "resarcir todo lo que hizo" también resuena fuerte.

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De la Iglesia: Del trauma en el Monumental al regreso

En el más reciente capítulo de Reino Fútbol, conducido por Cristián Arcos, el comunicador Eduardo de la Iglesia compartió una emotiva y cruda reflexión sobre su experiencia durante el "fatídico 10 de abril" en el Estadio Monumental y cómo este evento impactó profundamente su sentir como hincha de Colo Colo.

De la Iglesia relató la tristeza y rabia que lo embargaron tras los incidentes. "Yo tenía muy pocas ganas de volver al estadio después de eso. El 10 de abril fue la tragedia del Monumental", confesó, describiendo el día como "el triunfo de la violencia que tiene secuestrado el fútbol". El comunicador vinculó estos hechos a problemas estructurales en el club albo, mencionando dificultades durante la pretemporada del Centenario, como la falta de acuerdo en los premios y una directiva dividida. "Tan grande la división que hay en Colo Colo estructuralmente, que es imposible que estas cosas no terminen pasando", lamentó.

El impacto personal fue aún mayor al vivir los disturbios –que incluyeron vidrios rotos e invasión de la cancha– junto a uno de sus hijos. "Mi primera sensación fue de no vuelvo más al estadio. Dije no vuelvo más, menos con los niños. Él se puso a llorar, estaba muy asustado", narró. Sin embargo, con el paso de las semanas y la insistencia de sus hijos, el sentimiento colocolino pudo más. "Pasa la pena, pasa la rabia... y este domingo volví. Es que igual uno lo siente que es su casa", admitió.

Su regreso al Monumental fue una experiencia redentora: "Fue perfecto, y ganamos y todo bien, y puro canto, pura fiesta. Fue como volver al estadio de antes". A pesar de la alegría del reencuentro, De la Iglesia reconoció una inquietud persistente: "El problema es que uno está con la siempre la duda de cuánto va a durar".

La conversación completa con Eduardo de la Iglesia, donde profundiza sobre este y otros temas, ya está disponible en el canal de YouTube de Minuto 90.

¿Colo Colo llega mal… o llega bien? El dilema que marca su estreno copero

Colo Colo vuelve a la Copa Libertadores con más preguntas que certezas. No es novedad que el Cacique enfrente momentos de turbulencia justo antes de un debut internacional, pero esta vez el escenario parece más complejo: juego irregular, dudas tácticas y una hinchada que empieza a impacientarse.

La pregunta se instala con fuerza: ¿llega mal… o llega bien?

Depende de dónde se mire. Desde el análisis inmediato, el equipo de Jorge Almirón arrastra problemas de funcionamiento, bajo rendimiento en piezas clave y resultados dispares en el torneo local. A eso se suma la presión interna: el hincha albo no espera participaciones decorativas en el torneo continental. Quiere competir. Quiere avanzar.

Pero también hay otro factor: la camiseta pesa. La historia juega. Y eso es algo que Colo Colo conoce como pocos. Porque hay noches donde el presente importa menos que la memoria colectiva. Donde basta una jugada, una victoria, un estadio encendido para cambiar la narrativa.

El equipo chileno, pese a sus dudas, llega con un plantel que mezcla experiencia copera y juventud con hambre. Jugadores que han vivido estas instancias y saben lo que significa representar al único club nacional que ha levantado la Libertadores.

El margen es estrecho. Una buena actuación puede levantar el proyecto; una caída podría acelerar los cuestionamientos. Pero el fútbol tiene esas paradojas: a veces, los equipos más cuestionados son los que terminan sorprendiendo.

¿Llega mal? Puede ser. ¿Llega listo para competir? Esa es la verdadera incógnita. Porque en la Libertadores, no gana siempre el que está mejor. Gana el que resiste. El que impone respeto. El que recuerda quién es.

Y Colo Colo, aunque no lo parezca, nunca deja de ser Colo Colo.