Matías Acuña en Asunción: fútbol, códigos y compañerismo

Matías Acuña en Asunción: fútbol, códigos y compañerismo

No todo en el fútbol son goles, tácticas o fichajes. Hay momentos que hablan de lo más profundo del deporte: la camaradería, la amistad, el respeto por el otro. Eso fue lo que dejó entrever Matías Acuña en su paso por Asunción, con una frase tan simple como potente: “Un cero. ¿Y esta amistad cómo funciona?”

El contexto era distendido, pero el mensaje caló hondo. Acuña, jugador de jerarquía y recorrido, sabe lo que es compartir vestuario y construir vínculos genuinos con sus compañeros. En tiempos donde el fútbol parece acelerado, impersonal y mediático, estas muestras de cercanía marcan la diferencia.

El viaje a Paraguay no solo fue deportivo. También fue una oportunidad para fortalecer lazos, compartir códigos, y reforzar esa parte invisible del fútbol que muchas veces queda fuera de los titulares. Porque un buen equipo no se arma solo con talento: se construye con confianza, con gestos, con complicidades.

Acuña ha sido reconocido por su capacidad de integrarse, de sumar desde lo humano tanto como desde lo futbolístico. Y eso, para cualquier plantel, es oro puro. Más aún en un deporte donde los climas internos muchas veces definen el rumbo de una temporada.

Detrás del “estamos en Asunción” hay mucho más que una ubicación. Hay una declaración de presente, de pertenencia, de construcción colectiva.

Y en un fútbol que muchas veces olvida lo esencial, recordar que somos parte de un equipo es el mejor gol que se puede hacer.

No todo en el fútbol son goles, tácticas o fichajes. Hay momentos que hablan de lo más profundo del deporte: la camaradería, la amistad, el respeto por el otro. Eso fue lo que dejó entrever Matías Acuña en su paso por Asunción, con una frase tan simple como potente: “Un cero. ¿Y esta amistad cómo funciona?”

El contexto era distendido, pero el mensaje caló hondo. Acuña, jugador de jerarquía y recorrido, sabe lo que es compartir vestuario y construir vínculos genuinos con sus compañeros. En tiempos donde el fútbol parece acelerado, impersonal y mediático, estas muestras de cercanía marcan la diferencia.

El viaje a Paraguay no solo fue deportivo. También fue una oportunidad para fortalecer lazos, compartir códigos, y reforzar esa parte invisible del fútbol que muchas veces queda fuera de los titulares. Porque un buen equipo no se arma solo con talento: se construye con confianza, con gestos, con complicidades.

Acuña ha sido reconocido por su capacidad de integrarse, de sumar desde lo humano tanto como desde lo futbolístico. Y eso, para cualquier plantel, es oro puro. Más aún en un deporte donde los climas internos muchas veces definen el rumbo de una temporada.

Detrás del “estamos en Asunción” hay mucho más que una ubicación. Hay una declaración de presente, de pertenencia, de construcción colectiva.

Y en un fútbol que muchas veces olvida lo esencial, recordar que somos parte de un equipo es el mejor gol que se puede hacer.

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¿Hay fe en la renovación de la Roja?

En el más reciente capítulo de Camarín 90, el conductor Matías Acuña y el panel de discusión abordaron un tema clave para el futuro del fútbol chileno: los aires de renovación que se sienten en la Selección Chilena.

Durante el debate, se analizaron los nuevos nombres que comienzan a pedir camiseta en la Roja, pero también se realizó un necesario mea culpa sobre el final de un ciclo. El panel reflexionó sobre el temido y, a la luz de los resultados, tardío “retiro” de la histórica Generación Dorada.

Sin embargo, el foco del programa estuvo puesto en el futuro más que en el pasado. Al igual que el técnico Nicolás Córdova, en Camarín 90 se mostraron optimistas, destacando que el fin de un proceso es siempre el comienzo de uno nuevo, el cual, por ahora, “pinta bien”.

El debate sobre si hay que tenerle fe a la renovación del ‘Equipo de Todos’ está abierto. Te invitamos a revivir la conversación completa en el último capítulo de Camarín 90, que ya se encuentra disponible en nuestro canal de YouTube.

Chile vs. Brasil: ¿Se rompe la pesadilla?

En su columna para Minuto 90, Jorge Gómez, "Pelotazo", aborda el siempre complejo historial de enfrentamientos entre La Roja y Brasil. Para cualquier selección, medirse ante el Scratch es un desafío, pero para Chile se ha convertido en una verdadera "pesadilla" que ha dejado una larga estela de penas y frustraciones.

Hablar de Chile ante Brasil es hablar de sueños rotos. Gómez repasa los momentos más dolorosos, recordando cómo la Verdeamarela se cruzó en el camino de La Roja en momentos clave de los Mundiales de 1962, 1998, 2010 y 2014. El recuerdo más vivo y terrible es, sin duda, el "palo de Pinilla" en Brasil 2014, un instante que simboliza la sensación de haber estado a centímetros de la gloria.

El historial negativo no se limita a las Copas del Mundo. En Clasificatorias, los recuerdos son igual de amargos: desde el infame "Maracanazo" de 1989 hasta la dolorosa eliminación camino a Rusia 2018, que terminó con el "camarín roto" y un proceso que se fue "a la cresta". Incluso en momentos de ilusión, como el empate transitorio 2-2 con un golazo de "Chupete" Suazo rumbo a Sudáfrica 2010, el resultado final fue una derrota por 4-2.

Sin embargo, como recalca "Pelotazo", la historia siempre ofrece una nueva oportunidad. Hoy, un grupo de jóvenes jugadores tiene la misión de cambiar el destino y demostrarle al técnico Nicolás Córdova que están capacitados para pelear por un puesto en el próximo proceso mundialista. En el contexto actual, "un punto vale oro", ya que significaría una prueba de carácter de cara a la clasificación para el Mundial de 2030.

Y tú, ¿le tienes fe hoy a La Roja? ¡Comenta con nosotros y sigue a Minuto 90 en todas nuestras redes sociales! Ojalá esta noche podamos decir: "Ahí quedó Brasil".