Final de Champions: DTs y sus batallas

Final de Champions: DTs y sus batallas

Hoy, el fútbol europeo corona a su rey con la esperada final de la Champions League entre el PSG francés y el Inter de Milán italiano. Pero más allá de las estrellas en el campo y las estrategias, Renzo Luvecce nos invita en su columna a profundizar en las poderosas historias humanas de los dos hombres que dirigirán desde la banca: Luis Enrique y Simone Inzaghi.

Por un lado, Luis Enrique, el estratega del PSG, lleva consigo una historia de profunda resiliencia. Como recuerda Luvecce, el técnico español vivió la dolorosa pérdida de su hija Xana en 2019, a causa de un cáncer óseo. Ella pudo ver a su padre levantar la "Orejona" en 2015, cuando dirigía al Barcelona que venció a la Juventus. Hoy, Luis Enrique siente que su hija lo acompaña desde el cielo, una presencia constante en su lucha por alcanzar nuevamente la gloria europea.

En la otra vereda se encuentra Simone Inzaghi, el hombre que le devolvió el respeto continental al Inter de Milán, llevándolo a su segunda final de Champions consecutiva tras caer en 2023 ante el Manchester City. Hermano menor del exitoso exdelantero Filippo Inzaghi, Simone forjó su propio camino. Tras una carrera como jugador más discreta, donde igualmente conoció la gloria con la Lazio, ha brillado con luz propia como entrenador, superando incluso los logros de su hermano en esta faceta.

Ante estas dos conmovedoras trayectorias, Luvecce plantea la interrogante: ¿Quién merece más alzar el trofeo? ¿El técnico que, pese a una pérdida irreparable, sigue luchando, o el entrenador que, desde un segundo plano familiar, ha construido una carrera formidable? La decisión se juega en la cancha, pero sus historias ya los hacen gigantes.

Hoy, el fútbol europeo corona a su rey con la esperada final de la Champions League entre el PSG francés y el Inter de Milán italiano. Pero más allá de las estrellas en el campo y las estrategias, Renzo Luvecce nos invita en su columna a profundizar en las poderosas historias humanas de los dos hombres que dirigirán desde la banca: Luis Enrique y Simone Inzaghi.

Por un lado, Luis Enrique, el estratega del PSG, lleva consigo una historia de profunda resiliencia. Como recuerda Luvecce, el técnico español vivió la dolorosa pérdida de su hija Xana en 2019, a causa de un cáncer óseo. Ella pudo ver a su padre levantar la "Orejona" en 2015, cuando dirigía al Barcelona que venció a la Juventus. Hoy, Luis Enrique siente que su hija lo acompaña desde el cielo, una presencia constante en su lucha por alcanzar nuevamente la gloria europea.

En la otra vereda se encuentra Simone Inzaghi, el hombre que le devolvió el respeto continental al Inter de Milán, llevándolo a su segunda final de Champions consecutiva tras caer en 2023 ante el Manchester City. Hermano menor del exitoso exdelantero Filippo Inzaghi, Simone forjó su propio camino. Tras una carrera como jugador más discreta, donde igualmente conoció la gloria con la Lazio, ha brillado con luz propia como entrenador, superando incluso los logros de su hermano en esta faceta.

Ante estas dos conmovedoras trayectorias, Luvecce plantea la interrogante: ¿Quién merece más alzar el trofeo? ¿El técnico que, pese a una pérdida irreparable, sigue luchando, o el entrenador que, desde un segundo plano familiar, ha construido una carrera formidable? La decisión se juega en la cancha, pero sus historias ya los hacen gigantes.

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El renacido: Grealish explota en Everton

Un cambio de aires que ha sido revitalizante. Tras varias temporadas en el Manchester City de Pep Guardiola, Jack Grealish encontró en el Everton un nuevo hogar y su impacto ha sido inmediato, demostrando que su talento sigue intacto.

El talentoso volante inglés parece haber renacido con la camiseta de los Toffees. En apenas sus dos primeros partidos con el club de Liverpool, Grealish ya suma cuatro asistencias, incluyendo dos en el reciente duelo ante los Wolves. La cifra contrasta drásticamente con su registro en las últimas dos temporadas con los Citizens, donde solo logró entregar dos pases de gol.

Este explosivo rendimiento ha abierto el debate entre los fanáticos: ¿fue la estricta táctica de Guardiola la que limitó la creatividad de Grealish o existieron otros factores en su bajo rendimiento? Lo cierto es que el jugador ha vuelto a encontrar su lugar en el campo, y los hinchas del Everton ya celebran su renacer futbolístico.

Debate al rojo: ¿Para quién juega la FIFA?

En un nuevo capítulo del programa Camarín 90, se encendió un intenso debate sobre el rol de la FIFA frente a las complejidades políticas de los países anfitriones de sus torneos, apuntando directamente a la próxima Copa del Mundo que se realizará en Estados Unidos y al venidero Mundial de Clubes.

La discusión partió de una premisa contundente: "Qatar es un Mundial que no se debió jugar en Qatar. A la FIFA no le importa nada". Esta crítica sirvió como punto de partida para analizar el inminente conflicto que se avecina con el Mundial en Norteamérica, donde existen vetos de entrada para 36 nacionalidades. El problema es claro: Irán, una de las selecciones afectadas por estas restricciones, ya está clasificada al torneo, al igual que otros países como Uzbekistán y Jordania que podrían estar en la misma situación.

Durante el programa se argumentó que la FIFA adopta una postura "oficialista", mostrándose indiferente ante el sistema político del país organizador, ya sea "una monarquía, una dictadura o una democracia". Esta "falsa neutralidad", según se señaló en el debate, termina favoreciendo a gobernantes que utilizan el deporte para mejorar su imagen o preparar campañas de reelección. Como ejemplo, se recordó que Gianni Infantino fue el único dirigente deportivo que asistió a la investidura de Donald Trump, dejando en evidencia para quién juega realmente el máximo organismo del fútbol.

Te invitamos a comentar y a revisar el análisis completo de esta polémica en el nuevo capítulo de Camarín 90, ya disponible en nuestro canal de YouTube y en las pantallas de Zapping Sports.