Corazón dividido: Ecuatorianos con la Roja

Corazón dividido: Ecuatorianos con la Roja

En una nueva jornada de fútbol donde La Roja es protagonista, el equipo de Minuto 90 se encontró con una emotiva y particular escena en las inmediaciones del Estadio Nacional. Un grupo de hinchas ecuatorianos, residentes en Chile, manifestaron su apoyo a la Selección Chilena, a pesar de la natural conexión con su país de origen.

"Como vivimos aquí en Chile, es mi segundo país, entonces queremos apoyar a Chile, pero está dividido el corazón", confesó uno de los aficionados de nacionalidad ecuatoriana, quien junto a su compatriota lleva más de 10 años viviendo en territorio nacional. Ambos aseguraron sentirse "bien, gracias a Dios" y considerar a Chile como su "segunda patria".

La lealtad, sin embargo, no borra del todo sus raíces. Al ser consultados sobre el panorama competitivo, uno de ellos comentó: "Sabemos que Ecuador ya está un poquito más arriba que con los puntos, entonces [si Chile] haga un empate, está bien". Una muestra de cómo el fútbol puede unir y generar sentimientos encontrados, especialmente para quienes han hecho de Chile su hogar y hoy alientan a La Roja con fervor.

En una nueva jornada de fútbol donde La Roja es protagonista, el equipo de Minuto 90 se encontró con una emotiva y particular escena en las inmediaciones del Estadio Nacional. Un grupo de hinchas ecuatorianos, residentes en Chile, manifestaron su apoyo a la Selección Chilena, a pesar de la natural conexión con su país de origen.

"Como vivimos aquí en Chile, es mi segundo país, entonces queremos apoyar a Chile, pero está dividido el corazón", confesó uno de los aficionados de nacionalidad ecuatoriana, quien junto a su compatriota lleva más de 10 años viviendo en territorio nacional. Ambos aseguraron sentirse "bien, gracias a Dios" y considerar a Chile como su "segunda patria".

La lealtad, sin embargo, no borra del todo sus raíces. Al ser consultados sobre el panorama competitivo, uno de ellos comentó: "Sabemos que Ecuador ya está un poquito más arriba que con los puntos, entonces [si Chile] haga un empate, está bien". Una muestra de cómo el fútbol puede unir y generar sentimientos encontrados, especialmente para quienes han hecho de Chile su hogar y hoy alientan a La Roja con fervor.

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Una novela a lo Gareca

La continuidad de Ricardo Gareca al mando de la Selección Chilena se ha transformado, sin quererlo, en una verdadera novela. Pero no una de esas dramáticas y predecibles. No. Ni siquiera es eso. Esta es la columna de Matías Acuña.

Y es que cuando parecía que el "Tigre" dejaba Juan Pinto Durán, se acaba de confirmar que su era al mando de la Selección todavía no llega a su fin.

Por ahora, Gareca sigue siendo el director de esta historia. Y aunque algunos capítulos sean difíciles de digerir, él sigue insistiendo en que el objetivo todavía está al alcance.

Insólito en Paraguay: ni credenciales ni paciencia

A veces el fútbol sudamericano nos regala postales que parecen sacadas de una comedia. Esta vez fue el turno del Estadio Defensores del Chaco, en Paraguay, donde se vivió una situación digna de un sketch: periodistas chilenos intentando ingresar al recinto... y siendo detenidos por no tener credencial. ¿Lo curioso? Tampoco los paraguayos tenían.

En medio de la previa del duelo entre Chile y Paraguay, la confusión reinó en los accesos. Las autoridades encargadas de la seguridad, visiblemente desbordadas, no permitieron el ingreso a los medios nacionales, generando un momento tan absurdo como real: nadie podía entrar. Ni los de allá, ni los de acá.

“Usted entenderá que no podemos entrar ninguno si no tienen credencial”, decía un funcionario, mientras los periodistas intentaban explicar que estaban autorizados y que la desorganización no era culpa suya. Pero no hubo caso. El protocolo fue más fuerte que la lógica. Y así, quienes debían informar desde adentro, se quedaron fuera.

Este tipo de episodios, aunque parezcan anecdóticos, reflejan un problema de fondo en la organización de eventos internacionales. La falta de coordinación, el exceso de burocracia y la ausencia de soluciones prácticas terminan empañando lo que debería ser una fiesta del fútbol.

Al final, el partido se jugó. Pero la anécdota quedó. Porque en el fútbol sudamericano, la cancha a veces empieza en la puerta del estadio. Y ahí, como en el juego mismo, también hay que saber gambetear.

Insólito, sí. Pero tristemente familiar.