Una novela a lo Gareca

Una novela a lo Gareca

La continuidad de Ricardo Gareca al mando de la Selección Chilena se ha transformado, sin quererlo, en una verdadera novela. Pero no una de esas dramáticas y predecibles. No. Esta es de las buenas. De esas que se siguen con interés, con expectativa, con la sensación de que cada capítulo puede traer un giro inesperado.

Porque lo que parecía ser solo una evaluación más tras los primeros partidos del Tigre al mando de la Roja, ha escalado hasta convertirse en una discusión nacional. ¿Debe seguir? ¿Tiene respaldo? ¿Hay confianza en el proceso? Las preguntas se multiplican y las respuestas, como en toda buena historia, no son sencillas.

Lo cierto es que Gareca, con apenas unos encuentros oficiales, ha logrado instalar una idea. Una forma de trabajar que ha sido bien recibida tanto por los jugadores como por parte de la hinchada. Su estilo frontal, su claridad táctica y su historial como técnico le entregan credenciales. Pero la exigencia del fútbol chileno no perdona. Y el presente obliga a resultados.

Desde la ANFP, todo parece apuntar a que seguirá. A que el proceso no se detendrá por algunos tropiezos. Que hay confianza en lo que viene. Que hay convicción. Pero en el fútbol, las decisiones cambian rápido. Y más aún cuando los resultados no acompañan.

Por ahora, Gareca sigue siendo el director de esta historia. Y aunque algunos capítulos sean difíciles de digerir, muchos aún creen que el desenlace puede ser glorioso.

Porque al final del día, todos queremos una buena novela. Y esta, con Ricardo Gareca como protagonista, promete tener un final digno de aplausos.

La continuidad de Ricardo Gareca al mando de la Selección Chilena se ha transformado, sin quererlo, en una verdadera novela. Pero no una de esas dramáticas y predecibles. No. Esta es de las buenas. De esas que se siguen con interés, con expectativa, con la sensación de que cada capítulo puede traer un giro inesperado.

Porque lo que parecía ser solo una evaluación más tras los primeros partidos del Tigre al mando de la Roja, ha escalado hasta convertirse en una discusión nacional. ¿Debe seguir? ¿Tiene respaldo? ¿Hay confianza en el proceso? Las preguntas se multiplican y las respuestas, como en toda buena historia, no son sencillas.

Lo cierto es que Gareca, con apenas unos encuentros oficiales, ha logrado instalar una idea. Una forma de trabajar que ha sido bien recibida tanto por los jugadores como por parte de la hinchada. Su estilo frontal, su claridad táctica y su historial como técnico le entregan credenciales. Pero la exigencia del fútbol chileno no perdona. Y el presente obliga a resultados.

Desde la ANFP, todo parece apuntar a que seguirá. A que el proceso no se detendrá por algunos tropiezos. Que hay confianza en lo que viene. Que hay convicción. Pero en el fútbol, las decisiones cambian rápido. Y más aún cuando los resultados no acompañan.

Por ahora, Gareca sigue siendo el director de esta historia. Y aunque algunos capítulos sean difíciles de digerir, muchos aún creen que el desenlace puede ser glorioso.

Porque al final del día, todos queremos una buena novela. Y esta, con Ricardo Gareca como protagonista, promete tener un final digno de aplausos.

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