Vargas y un golazo inolvidable ante Perú

Vargas y un golazo inolvidable ante Perú

En una nueva columna de Grace Lazcano, recordamos un día como hoy, 29 de junio, pero de 2015. Una fecha que quedó grabada en la memoria de todos los hinchas de la Roja. En un repleto Estadio Nacional, se disputaba el Clásico del Pacífico entre Chile y Perú por el paso a la gran final de la Copa América. ¿Dónde estabas tú?

El equipo dirigido por Ricardo Gareca llegaba como una de las revelaciones del torneo, con su goleador histórico, Paolo Guerrero, como principal amenaza. Por su parte, la selección chilena venía de una trabajada victoria por 1-0 sobre Uruguay. El inicio del partido fue complejo para el equipo de Jorge Sampaoli, que sufrió con las arremetidas de Lobatón, Farfán y el propio Guerrero, quienes tuvieron las ocasiones más claras en los primeros minutos.

Sin embargo, al minuto 20, una acción cambió el rumbo del encuentro: un duro planchazo de Carlos Zambrano sobre Charles Aránguiz dejó a la selección peruana con diez jugadores. A partir de ahí, Chile comenzó a crecer. Tras un aviso de Jorge Valdivia, llegó la apertura de la cuenta al minuto 41. Un remate de Alexis Sánchez se estrelló en el vertical y Eduardo Vargas, atento como siempre, cazó el rebote para marcar el 1-0 y desatar la euforia.

En el segundo tiempo, Sampaoli movió sus piezas con el ingreso de David Pizarro y Eugenio Mena, pero el partido seguiría siendo cerrado. Al minuto 59, una contra letal comandada por Luis Advíncula y André Carrillo terminó en un autogol de Gary Medel, quien en su afán de despejar, mandó el balón a su propia portería. Era el 1-1 y la incertidumbre se apoderaba del Nacional.

Pero la angustia duró poco. Solo tres minutos más tarde, el "Mago" Valdivia recuperó un balón y se lo cedió a Eduardo Vargas, quien sacó un derechazo monumental desde más de 20 metros. Una joya, una parábola maravillosa que se clavó en el arco de Gallese para sentenciar el 2-1 definitivo. "Turboman", quien llegaba con dudas tras una lesión y pocos minutos en el descendido Queens Park Rangers, respondió a la confianza de Sampaoli para convertirse en el héroe de la jornada y, posteriormente, en el goleador del certamen.

Y para ti, ¿quiénes fueron los mejores en esa victoria que instaló a Chile en la final de la Copa América?

En una nueva columna de Grace Lazcano, recordamos un día como hoy, 29 de junio, pero de 2015. Una fecha que quedó grabada en la memoria de todos los hinchas de la Roja. En un repleto Estadio Nacional, se disputaba el Clásico del Pacífico entre Chile y Perú por el paso a la gran final de la Copa América. ¿Dónde estabas tú?

El equipo dirigido por Ricardo Gareca llegaba como una de las revelaciones del torneo, con su goleador histórico, Paolo Guerrero, como principal amenaza. Por su parte, la selección chilena venía de una trabajada victoria por 1-0 sobre Uruguay. El inicio del partido fue complejo para el equipo de Jorge Sampaoli, que sufrió con las arremetidas de Lobatón, Farfán y el propio Guerrero, quienes tuvieron las ocasiones más claras en los primeros minutos.

Sin embargo, al minuto 20, una acción cambió el rumbo del encuentro: un duro planchazo de Carlos Zambrano sobre Charles Aránguiz dejó a la selección peruana con diez jugadores. A partir de ahí, Chile comenzó a crecer. Tras un aviso de Jorge Valdivia, llegó la apertura de la cuenta al minuto 41. Un remate de Alexis Sánchez se estrelló en el vertical y Eduardo Vargas, atento como siempre, cazó el rebote para marcar el 1-0 y desatar la euforia.

En el segundo tiempo, Sampaoli movió sus piezas con el ingreso de David Pizarro y Eugenio Mena, pero el partido seguiría siendo cerrado. Al minuto 59, una contra letal comandada por Luis Advíncula y André Carrillo terminó en un autogol de Gary Medel, quien en su afán de despejar, mandó el balón a su propia portería. Era el 1-1 y la incertidumbre se apoderaba del Nacional.

Pero la angustia duró poco. Solo tres minutos más tarde, el "Mago" Valdivia recuperó un balón y se lo cedió a Eduardo Vargas, quien sacó un derechazo monumental desde más de 20 metros. Una joya, una parábola maravillosa que se clavó en el arco de Gallese para sentenciar el 2-1 definitivo. "Turboman", quien llegaba con dudas tras una lesión y pocos minutos en el descendido Queens Park Rangers, respondió a la confianza de Sampaoli para convertirse en el héroe de la jornada y, posteriormente, en el goleador del certamen.

Y para ti, ¿quiénes fueron los mejores en esa victoria que instaló a Chile en la final de la Copa América?

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Fútbol y Orgullo: El crimen de María Pía Castro

En el marco del Día del Orgullo, el fútbol chileno tiene una historia que no se puede olvidar. Se trata de una que mezcla la pasión por el deporte con la memoria y la resistencia: la historia de María Pía Castro, destacada futbolista del club Municipal de Limache, en la Quinta Región.

María Pía era una talentosa número 10, zurda y habilidosa, hincha apasionada de Colo-Colo y cuyo referente era Matías Fernández. Con su club, ganó tres copas y fue parte fundamental del equipo bicampeón. Su gran sueño era llegar a vestir la camiseta de la selección chilena. Sin embargo, en 2008, su carrera y su vida fueron interrumpidas de la forma más violenta.

La futbolista, que era lesbiana visible, fue encontrada calcinada en un sitio eriazo de Limache. La autopsia posterior evidenció que había recibido golpes en el cráneo. A pesar de las pruebas, la fiscalía cerró el caso sin encontrar culpables, y a día de hoy, su crimen sigue impune. En el camarín, su orientación nunca fue motivo de exclusión, pero fuera de la cancha, en una zona rural, sufrió un odio que terminó costándole la vida.

Durante su funeral, más de 600 personas la despidieron en el Estadio Gustavo Carvacho, donde sus compañeras de Municipal de Limache gritaron su nombre por última vez y le dedicaron un gol simbólico. Porque el fútbol también es memoria y resistencia. Hoy, los sueños inconclusos de María Pía Castro reviven en cada jugadora que entra a la cancha sin esconder quién es, con una respuesta que persiste: seguir jugando con orgullo.

¿A dónde se va la plata de Huachipato?

En una nueva columna para Minuto 90, Cristián Arcos desmenuza la increíble y polémica situación que afecta a Huachipato. Una figura contractual que, si bien es legal, ha generado indignación: durante los próximos años, cualquier ingreso por la venta de jugadores del club no irá a las arcas de la institución, sino que a sus antiguos controladores.

Arcos explica el origen de esta situación. Cuando el grupo liderado por Marcelo Rosenblut adquirió el club, lo hizo mediante dos fórmulas: un crédito externo y un valor adicional que se pagaría con las futuras transferencias de futbolistas. Quienes controlan el cobro de este monto son, precisamente, los excontroladores del equipo siderúrgico, Victoriano Cerda y Marcelo Pesce.

Esto significa que hasta el año 2029, o hasta que se cubra la cuota acordada, el dinero de las ventas de jugadores irá directamente a Cerda y Pesce. Un ejemplo concreto es el de Walter Mazzantti, por quien Huachipato recibió parte de los 3.5 millones de dólares de su traspaso desde Huracán a Independiente, dinero que en su mayoría fue a los exdueños. Lo mismo ocurrirá con eventuales traspasos de figuras como Felipe Loyola o Javier Altamirano.

Aunque el mecanismo está totalmente normado y no es ilegal, Arcos lo describe como una de las "grietas que tiene este sistema de controladores" en el fútbol chileno. Una "aberrante figura" que, al estar amparada por el marco legal, podría replicarse en cualquier otro club del país.