Suazo: El triunfo del trabajo duro

Suazo: El triunfo del trabajo duro

En una nueva edición de su columna, Jorge Gómez analiza la admirable carrera de Gabriel Suazo, quien hoy comienza una nueva etapa en el Sevilla y es una pieza consolidada en la Selección Chilena. Un presente exitoso que el propio jugador vislumbró hace una década y que, a base de esfuerzo, consiguió transformar en realidad.

Gómez destaca la trayectoria de Suazo desde su debut en Colo Colo en 2015. “Siempre mostró humildad, sacrificio, es cierto que no rendía a un gran nivel, pero fue trabajando, fue consciente de eso”, comenta. El columnista recuerda una entrevista en la que un joven Suazo, sin ser titular en el 'Cacique', confesó su sueño de jugar por La Roja, generando burlas. Sin embargo, el tiempo le daría la razón: heredó la jineta de capitán de Esteban Paredes, salió campeón y dio el salto a Europa.

Su paso por el Toulouse de Francia fue igual de meritorio: aprendió el idioma, se convirtió en capitán y levantó un título. Ahora, su llegada al Sevilla de la liga española corona un ascenso notable. “Debutó en la selección en 2017, ya jugó clasificatorias, si Chile fuera a un mundial o un torneo por los puntos como la Copa América, él sería titular”, asegura Gómez, postulándolo incluso como un futuro capitán de la selección.

Finalmente, Jorge Gómez lo compara con el icónico ejemplo de superación de Iván Zamorano, subrayando que la resiliencia de Suazo frente a las críticas es un modelo a seguir. “Los niños que quieren ser futbolistas o los juveniles (...) tienen que sentirse reflejados en él. Un tipo que, por más que fue criticado, terminó cumpliendo su sueño”.

Y tú, ¿qué futbolista chileno admiras actualmente? ¡Comenta con nosotros!

En una nueva edición de su columna, Jorge Gómez analiza la admirable carrera de Gabriel Suazo, quien hoy comienza una nueva etapa en el Sevilla y es una pieza consolidada en la Selección Chilena. Un presente exitoso que el propio jugador vislumbró hace una década y que, a base de esfuerzo, consiguió transformar en realidad.

Gómez destaca la trayectoria de Suazo desde su debut en Colo Colo en 2015. “Siempre mostró humildad, sacrificio, es cierto que no rendía a un gran nivel, pero fue trabajando, fue consciente de eso”, comenta. El columnista recuerda una entrevista en la que un joven Suazo, sin ser titular en el 'Cacique', confesó su sueño de jugar por La Roja, generando burlas. Sin embargo, el tiempo le daría la razón: heredó la jineta de capitán de Esteban Paredes, salió campeón y dio el salto a Europa.

Su paso por el Toulouse de Francia fue igual de meritorio: aprendió el idioma, se convirtió en capitán y levantó un título. Ahora, su llegada al Sevilla de la liga española corona un ascenso notable. “Debutó en la selección en 2017, ya jugó clasificatorias, si Chile fuera a un mundial o un torneo por los puntos como la Copa América, él sería titular”, asegura Gómez, postulándolo incluso como un futuro capitán de la selección.

Finalmente, Jorge Gómez lo compara con el icónico ejemplo de superación de Iván Zamorano, subrayando que la resiliencia de Suazo frente a las críticas es un modelo a seguir. “Los niños que quieren ser futbolistas o los juveniles (...) tienen que sentirse reflejados en él. Un tipo que, por más que fue criticado, terminó cumpliendo su sueño”.

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Menos chimuchina, más acción: el mensaje de Beausejour

En momentos en que el fútbol chileno vive una de sus etapas más confusas, con críticas que llegan desde todos los frentes y con resultados que no acompañan, hay voces que prefieren ir directo al grano. Y una de ellas fue la de Jean Beausejour, quien sin pelos en la lengua lanzó un mensaje que resume lo que muchos piensan: menos chimuchina, más acción.

El exseleccionado nacional, referente de la Generación Dorada y actual comentarista, no se quedó en lugares comunes ni frases decorativas. Su diagnóstico fue claro: la Selección Chilena necesita cambios profundos, y los necesita ya. No basta con declaraciones optimistas ni con diagnósticos repetidos. Se necesita valentía. Se necesita hacer ajustes reales en nombres, esquemas y mentalidades.

La crítica apunta a un problema estructural: se ha hablado demasiado, se ha polemizado hasta el cansancio, pero el rendimiento en cancha no ha mejorado. Y eso, a juicio de muchos, solo se revierte con decisiones difíciles. Dejar de pensar en el pasado glorioso y enfrentar el presente con la crudeza que merece.

El mensaje cala hondo porque viene de alguien que lo vivió desde dentro. Beausejour no habla desde la tribuna, habla desde la experiencia. Desde los vestuarios donde se ganaron Copas América. Desde las derrotas que dolieron y las victorias que unieron a todo un país. Por eso sus palabras tienen peso.

El público también lo siente. La hinchada está cansada de excusas, de discursos vacíos. Quiere ver respuestas en la cancha. Quiere volver a creer.

Y para eso, tal como dijo Bose, hay que cortar con la chimuchina. Es tiempo de mirar al frente, tomar decisiones valientes y volver a construir desde el juego.

Porque si algo le falta hoy a la Roja, no es pasión. Es claridad. Y mucha, mucha acción.

Militante o espectador: las dos caras del hincha

¿Qué significa ser hincha en tiempos donde el fútbol es cada vez más espectáculo y menos ritual? Esa es la pregunta que, sin querer, se ha instalado con fuerza entre quienes viven la pasión por sus colores. Y la respuesta, como siempre, divide. Esta es la nueva columna de Grace Lazcano,

Por un lado, están los militantes. Esos que no se pierden un solo partido. Que viajan kilómetros por ver a su equipo. Que no solo compran la camiseta, sino que la defienden con el alma. Son los que siguen alentando en la mala, los que arman banderas, los que transforman el estadio en un templo.

Del otro, los espectadores. Los que disfrutan del fútbol, pero a distancia. Que analizan, que critican, que celebran, pero desde la comodidad del sillón. Son hinchas también, pero su vínculo es menos visceral, más racional. Más de highlights que de noventa minutos en el tablón.

En Chile, ambas posturas conviven, a veces con tensión, otras con respeto. Pero lo cierto es que ambas formas de vivir el fútbol tienen valor. Porque al final del día, todos vibran con el gol, todos sufren con la derrota, todos sueñan con la gloria.

Lo importante es no olvidar que el fútbol no es solo lo que pasa en la cancha. Es identidad, es pertenencia, es memoria colectiva. Y ahí, tanto el militante como el espectador tienen su espacio.

Quizás el desafío está en no juzgar al otro, sino en entender que el amor por el fútbol se manifiesta de múltiples maneras. Algunas más ruidosas, otras más silenciosas. Pero todas auténticas.

Ser hincha es un acto de fe. Y como toda fe, se vive a su manera.