Stöhwing y la tragedia: "Es muy lamentable"

Stöhwing y la tragedia: "Es muy lamentable"

Alfredo Stöhwing, director de Blanco y Negro, fue una de las primeras voces de Colo Colo en reaccionar a los lamentables sucesos ocurridos en el contexto del duelo por Copa Libertadores. El directivo albo expresó su consternación y pidió cautela ante posibles consecuencias.

"No puede pasar algo así. Obviamente que hay que pedir una investigación y ver qué es lo que pasó", señaló Stöhwing a la prensa tras los incidentes, en el marco de la #coberturaminuto90. El ex presidente de la concesionaria fue enfático: "Muy, muy, muy lamentable. Así que no quiero explayarme más porque no da para hablar en un momento penoso".

Consultado sobre las fallas de seguridad y la necesidad de unidad en el club, el dirigente albo comentó: "Murieron dos personas, siempre deberíamos estar todos unidos, Colo Colo debería ser uno solo y por supuesto que hay que trabajar duramente por la seguridad". Agregó no tener información sobre "cómo entra gente a la cancha" y reiteró que "todo (es) muy lamentable".

Stöhwing también lamentó que la tragedia empañara una jornada que pudo ser de alegría deportiva para los #chilenosenlibertadores: "Penoso que sea en una noche tan bonita que podríamos haber tenido un triunfo maravilloso para la gente y ocurrió esto, muy lamentable". Sobre posibles sanciones de Conmebol, fue cauto: "Prefiero no adelantarme, pero obviamente no es nada bueno lo que ocurrió. (...) No tengo ninguna información más que lo que vimos todos".

Alfredo Stöhwing, director de Blanco y Negro, fue una de las primeras voces de Colo Colo en reaccionar a los lamentables sucesos ocurridos en el contexto del duelo por Copa Libertadores. El directivo albo expresó su consternación y pidió cautela ante posibles consecuencias.

"No puede pasar algo así. Obviamente que hay que pedir una investigación y ver qué es lo que pasó", señaló Stöhwing a la prensa tras los incidentes, en el marco de la #coberturaminuto90. El ex presidente de la concesionaria fue enfático: "Muy, muy, muy lamentable. Así que no quiero explayarme más porque no da para hablar en un momento penoso".

Consultado sobre las fallas de seguridad y la necesidad de unidad en el club, el dirigente albo comentó: "Murieron dos personas, siempre deberíamos estar todos unidos, Colo Colo debería ser uno solo y por supuesto que hay que trabajar duramente por la seguridad". Agregó no tener información sobre "cómo entra gente a la cancha" y reiteró que "todo (es) muy lamentable".

Stöhwing también lamentó que la tragedia empañara una jornada que pudo ser de alegría deportiva para los #chilenosenlibertadores: "Penoso que sea en una noche tan bonita que podríamos haber tenido un triunfo maravilloso para la gente y ocurrió esto, muy lamentable". Sobre posibles sanciones de Conmebol, fue cauto: "Prefiero no adelantarme, pero obviamente no es nada bueno lo que ocurrió. (...) No tengo ninguna información más que lo que vimos todos".

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¿Colo Colo llega mal… o llega bien? El dilema que marca su estreno copero

Colo Colo vuelve a la Copa Libertadores con más preguntas que certezas. No es novedad que el Cacique enfrente momentos de turbulencia justo antes de un debut internacional, pero esta vez el escenario parece más complejo: juego irregular, dudas tácticas y una hinchada que empieza a impacientarse.

La pregunta se instala con fuerza: ¿llega mal… o llega bien?

Depende de dónde se mire. Desde el análisis inmediato, el equipo de Jorge Almirón arrastra problemas de funcionamiento, bajo rendimiento en piezas clave y resultados dispares en el torneo local. A eso se suma la presión interna: el hincha albo no espera participaciones decorativas en el torneo continental. Quiere competir. Quiere avanzar.

Pero también hay otro factor: la camiseta pesa. La historia juega. Y eso es algo que Colo Colo conoce como pocos. Porque hay noches donde el presente importa menos que la memoria colectiva. Donde basta una jugada, una victoria, un estadio encendido para cambiar la narrativa.

El equipo chileno, pese a sus dudas, llega con un plantel que mezcla experiencia copera y juventud con hambre. Jugadores que han vivido estas instancias y saben lo que significa representar al único club nacional que ha levantado la Libertadores.

El margen es estrecho. Una buena actuación puede levantar el proyecto; una caída podría acelerar los cuestionamientos. Pero el fútbol tiene esas paradojas: a veces, los equipos más cuestionados son los que terminan sorprendiendo.

¿Llega mal? Puede ser. ¿Llega listo para competir? Esa es la verdadera incógnita. Porque en la Libertadores, no gana siempre el que está mejor. Gana el que resiste. El que impone respeto. El que recuerda quién es.

Y Colo Colo, aunque no lo parezca, nunca deja de ser Colo Colo.

La Copa es otra cosa: pasión, mística y presión máxima

La Copa es otra cosa. Esa fue la frase más repetida en los comentarios tras el arranque de una nueva edición del certamen más importante a nivel de clubes del continente. No es solo un torneo más. Es una competencia donde cada segundo cuenta, donde la presión es distinta y donde el fútbol se vive con una intensidad inigualable.

Así lo reconocieron los propios protagonistas, quienes coinciden en que disputar la Copa Libertadores no se parece a nada. “Se juega con otra mística, con otra garra, con otra pasión”, decían algunos. Y es que en esta competencia no basta con talento. Se necesita carácter, convicción, temple para resistir y audacia para ir a buscar.

Los errores se pagan más caro. Los triunfos se celebran con más alma. Cada partido es una final. Y eso se refleja en la cancha y en la tribuna. La Copa es un escenario donde nacen ídolos y también donde se derrumban certezas.

Chile, que sabe de gloria reciente en esta competencia, enfrenta un nuevo desafío con una generación en plena transición. El recuerdo de las Copas ganadas en 2015 y 2016 sigue vivo, pero el presente exige nuevos nombres, nuevas historias.

Y ahí está el punto clave: en la Copa no hay margen. La exigencia es máxima. Pero también lo es la oportunidad. Cada jugador que entra sabe que puede dejar huella, que puede ganarse un lugar en la memoria colectiva.

Porque sí, la Copa es otra cosa. Y quien no lo entienda, no dura mucho.

Y para quienes la siguen desde afuera, también es especial. Cada gol, cada polémica, cada momento tenso se vive con el corazón en la mano. Porque cuando el fútbol se juega con esta intensidad, se transforma en algo más que un deporte: se transforma en identidad.