Análisis previo: La U llega mal a la Copa

Análisis previo: La U llega mal a la Copa

Comienza una semana crucial para Universidad de Chile, que marca su esperado regreso a la Copa Libertadores. Los azules se preparan para enfrentar este miércoles a Botafogo, señalado como "vigente campeón" según la fuente original, en el Estadio Nacional. En la antesala de este trascendental encuentro, el analista Renzo Luvecce desgrana el complejo presente del equipo dirigido por Gustavo Álvarez.

En su columna para Minuto 90 (#renzom90), Luvecce es categórico: "La Universidad de Chile llega mal para el inicio de la Copa Libertadores". Según el especialista, el conjunto universitario presenta varias falencias preocupantes. "No tienen definido el esquema, no tienen definida la dupla de atacantes, el equipo carece de intensidad y de velocidad", detalla, a pesar de que la U se reforzó y ya cuenta con partidos disputados tanto en el Campeonato Nacional como en la Copa Chile.

"Desde lo futbolístico llega mal para enfrentar la Copa Libertadores", insiste Luvecce. Este retorno a la fase de grupos, después de siete años de ausencia, pondrá a prueba a los estudiantiles. En su zona, además del mencionado Botafogo, se toparán con un rival argentino de peso como Estudiantes de La Plata y un "equipo sorpresa, cara de Venezuela, una apuesta", según la transcripción original.

Ante este panorama, Luvecce advierte que "la U no tiene definidas muchas cosas". Por ello, Gustavo Álvarez enfrenta una carrera contra el tiempo, ya que "los partidos de Libertadores y de campeonato comienzan a pasar factura". La urgencia radica en "definir no solamente el equipo, el esquema, el sistema, el sello".

Finalmente, el analista plantea la disyuntiva que debe resolver el cuadro laico: priorizar un buen papel en la Libertadores o enfocarse en el Campeonato Nacional. "Porque así como va la U, no le da ni para uno ni para otro", sentencia Luvecce, concluyendo que, si bien Gustavo Álvarez "tiene equipo, tiene jugadores", es el propio técnico quien "se ha ido enredando".

Comienza una semana crucial para Universidad de Chile, que marca su esperado regreso a la Copa Libertadores. Los azules se preparan para enfrentar este miércoles a Botafogo, señalado como "vigente campeón" según la fuente original, en el Estadio Nacional. En la antesala de este trascendental encuentro, el analista Renzo Luvecce desgrana el complejo presente del equipo dirigido por Gustavo Álvarez.

En su columna para Minuto 90 (#renzom90), Luvecce es categórico: "La Universidad de Chile llega mal para el inicio de la Copa Libertadores". Según el especialista, el conjunto universitario presenta varias falencias preocupantes. "No tienen definido el esquema, no tienen definida la dupla de atacantes, el equipo carece de intensidad y de velocidad", detalla, a pesar de que la U se reforzó y ya cuenta con partidos disputados tanto en el Campeonato Nacional como en la Copa Chile.

"Desde lo futbolístico llega mal para enfrentar la Copa Libertadores", insiste Luvecce. Este retorno a la fase de grupos, después de siete años de ausencia, pondrá a prueba a los estudiantiles. En su zona, además del mencionado Botafogo, se toparán con un rival argentino de peso como Estudiantes de La Plata y un "equipo sorpresa, cara de Venezuela, una apuesta", según la transcripción original.

Ante este panorama, Luvecce advierte que "la U no tiene definidas muchas cosas". Por ello, Gustavo Álvarez enfrenta una carrera contra el tiempo, ya que "los partidos de Libertadores y de campeonato comienzan a pasar factura". La urgencia radica en "definir no solamente el equipo, el esquema, el sistema, el sello".

Finalmente, el analista plantea la disyuntiva que debe resolver el cuadro laico: priorizar un buen papel en la Libertadores o enfocarse en el Campeonato Nacional. "Porque así como va la U, no le da ni para uno ni para otro", sentencia Luvecce, concluyendo que, si bien Gustavo Álvarez "tiene equipo, tiene jugadores", es el propio técnico quien "se ha ido enredando".

Recomendado

Calderón: "Ganar un clásico es lo más lindo"

La euforia sigue instalada en Universidad de Chile tras la histórica victoria en el Superclásico ante Colo Colo. En medio de los festejos, el defensor Franco Calderón conversó en zona mixta y expresó la inmensa alegría que vive el plantel azul.

El "Chaco" destacó la importancia de un triunfo de esta magnitud, no solo para el equipo, sino también para los hinchas. "Para nosotros es muy importante ganar un clásico, yo creo que para todos. ¡Qué cosa más linda que ganar un clásico!", afirmó el zaguero, quien además valoró el envión anímico que significa romper la mala racha en este tipo de partidos: "Eso es muy bueno para el plantel, para la gente, para que nos ayude y nos apoye desde afuera".

Con la confianza renovada, Calderón ya se enfoca en los desafíos que vienen para el equipo. El jugador aseguró que el triunfo es clave para seguir peleando en la parte alta y no ocultó las ambiciones del grupo. "Se viene Guaraní, obviamente un partido muy importante para seguir peleando por copas, que es lo que queremos hoy. El clásico nos va a ayudar para tirar para adelante el jueves", sentenció el defensor, dejando claro que la victoria es el impulso que necesitaban para el futuro.

Amor azul: "Crucé la vereda por la U"

En la previa de una nueva edición del Superclásico, la cobertura de Minuto 90 en terreno se encontró con una historia que refleja a la perfección la pasión que despierta el fútbol: una familia de hinchas de Universidad de Chile con un relato de conversión único.

Mientras los nervios y la ansiedad crecían en los alrededores del estadio, una fanática azul compartió su testimonio. Aunque hoy vive con intensidad los colores del "Romántico Viajero", no siempre fue así. "Al principio era de la contra, pero cuando vi el primer estadio me cambié", confesó. ¿La razón? Simplemente "un sentimiento".

La tradición familiar la inició su esposo, y sus hijos fueron hinchas de la U "desde la guatita". Para ella, la experiencia de alentar al elenco universitario se transformó en algo que va más allá de un simple partido. "Es una felicidad, nerviosismo, todo. La cosquilla en la guatita de estar ya luego ahí adentro. Es lo máximo", aseguró.

Esta hincha, que asiste al estadio desde los siete años, define su amor por el club como "algo que se comparte, algo familiar, más que un resultado, es una experiencia entera". La sensación de sentirse "abrazada con la hinchada, con 45.000 personas más" y ver a su equipo, que para ella significa su "vida entera", es lo que le da sentido a su pasión. Una historia que, como tantas otras, demuestra que a veces el corazón elige cambiar de colores.