Pizarro y Assadi: rivales, no enemigos

Pizarro y Assadi: rivales, no enemigos

En la antesala de una nueva edición del Superclásico, la ANFP promovió una loable iniciativa que busca bajar las revoluciones y fomentar el respeto. En lugar de la tradicional conferencia de capitanes, la organización juntó al “presente y futuro” de Colo Colo y Universidad de Chile.

Los protagonistas fueron Vicente Pizarro, por el lado de los albos, y Lucas Assadi, por el de los azules. Durante la conferencia, y gracias a la pregunta de un colega, se produjo un momento que rápidamente se viralizó. Ambos jugadores, considerados como dos de las figuras más promisorias de los equipos más grandes del país, protagonizaron un sincero y respetuoso intercambio.

La escena fue ampliamente aplaudida, encarnando a la perfección el lema “rivales, no enemigos”. Un gesto que, sin duda, le saca una sonrisa a cualquier hincha del fútbol chileno y que refuerza la sana competencia de cara al crucial duelo del domingo.

En la antesala de una nueva edición del Superclásico, la ANFP promovió una loable iniciativa que busca bajar las revoluciones y fomentar el respeto. En lugar de la tradicional conferencia de capitanes, la organización juntó al “presente y futuro” de Colo Colo y Universidad de Chile.

Los protagonistas fueron Vicente Pizarro, por el lado de los albos, y Lucas Assadi, por el de los azules. Durante la conferencia, y gracias a la pregunta de un colega, se produjo un momento que rápidamente se viralizó. Ambos jugadores, considerados como dos de las figuras más promisorias de los equipos más grandes del país, protagonizaron un sincero y respetuoso intercambio.

La escena fue ampliamente aplaudida, encarnando a la perfección el lema “rivales, no enemigos”. Un gesto que, sin duda, le saca una sonrisa a cualquier hincha del fútbol chileno y que refuerza la sana competencia de cara al crucial duelo del domingo.

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Amor azul: "Crucé la vereda por la U"

En la previa de una nueva edición del Superclásico, la cobertura de Minuto 90 en terreno se encontró con una historia que refleja a la perfección la pasión que despierta el fútbol: una familia de hinchas de Universidad de Chile con un relato de conversión único.

Mientras los nervios y la ansiedad crecían en los alrededores del estadio, una fanática azul compartió su testimonio. Aunque hoy vive con intensidad los colores del "Romántico Viajero", no siempre fue así. "Al principio era de la contra, pero cuando vi el primer estadio me cambié", confesó. ¿La razón? Simplemente "un sentimiento".

La tradición familiar la inició su esposo, y sus hijos fueron hinchas de la U "desde la guatita". Para ella, la experiencia de alentar al elenco universitario se transformó en algo que va más allá de un simple partido. "Es una felicidad, nerviosismo, todo. La cosquilla en la guatita de estar ya luego ahí adentro. Es lo máximo", aseguró.

Esta hincha, que asiste al estadio desde los siete años, define su amor por el club como "algo que se comparte, algo familiar, más que un resultado, es una experiencia entera". La sensación de sentirse "abrazada con la hinchada, con 45.000 personas más" y ver a su equipo, que para ella significa su "vida entera", es lo que le da sentido a su pasión. Una historia que, como tantas otras, demuestra que a veces el corazón elige cambiar de colores.

Marea azul llega al Superclásico

En la previa de una nueva edición del Superclásico, los hinchas de Universidad de Chile ya se hacen sentir en las calles de Santiago. Minuto 90 registró la masiva llegada de los fanáticos azules al Estadio Nacional para alentar al equipo en el partido más importante del fútbol chileno.

Tal como se apreció en las imágenes, el Metro de Santiago fue uno de los principales puntos de encuentro de la parcialidad bullanguera, que tiñó de azul los vagones y pasillos en su peregrinaje hacia el coloso de Ñuñoa. La marea de seguidores del "Romántico Viajero" emergió con cánticos y banderas, calentando el ambiente horas antes del pitazo inicial.

La ilusión es total en el pueblo azul, que llegó con gran entusiasmo para apoyar a su equipo. Sin embargo, la gran interrogante que se instala en la previa es si podrán irse del estadio con la misma felicidad con la que llegaron. El resultado en la cancha dictará la sentencia.