La "Maga" Ovalle: ¿El golazo del año?

La "Maga" Ovalle: ¿El golazo del año?

¡Simplemente espectacular! La delantera mexicana Jacqueline "la Maga" Ovalle se robó todas las miradas y aplausos con una definición de antología en el vibrante duelo entre Tigres Femenil y Chivas en el fútbol mexicano.

La talentosa jugadora de Tigres se despachó una maniobra increíble, una especie de escorpión, que dejó sin opciones a la portera rival y que ya levanta la mano como un serio candidato al Premio Puskas. La calidad y audacia de la ejecución fueron de tal calibre que la comparación con el galardón al mejor gol del año es inevitable.

El tanto fue tan brutal que en redes sociales ya se debate intensamente: ¿Es este el mejor gol del 2025 por ahora? Una joya que, sin duda, dará la vuelta al mundo.

¡Simplemente espectacular! La delantera mexicana Jacqueline "la Maga" Ovalle se robó todas las miradas y aplausos con una definición de antología en el vibrante duelo entre Tigres Femenil y Chivas en el fútbol mexicano.

La talentosa jugadora de Tigres se despachó una maniobra increíble, una especie de escorpión, que dejó sin opciones a la portera rival y que ya levanta la mano como un serio candidato al Premio Puskas. La calidad y audacia de la ejecución fueron de tal calibre que la comparación con el galardón al mejor gol del año es inevitable.

El tanto fue tan brutal que en redes sociales ya se debate intensamente: ¿Es este el mejor gol del 2025 por ahora? Una joya que, sin duda, dará la vuelta al mundo.

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Eres eterno, Sapito: el legado que no se olvida

Hay personajes que traspasan el relato. Que no necesitan jugar para convertirse en parte esencial del fútbol. Que no marcaron goles, pero dejaron frases que todavía resuenan. Sergio Livingstone, el “Sapito”, es uno de ellos.

Un día como hoy, pero en 2012, el fútbol chileno perdió a una de sus voces más queridas. No solo por su conocimiento o su trayectoria, sino por su forma de estar. Porque el Sapito no era solo comentarista: era compañía. Era memoria viva del balompié nacional.

Su carrera comenzó mucho antes de la televisión. Fue arquero de la Universidad Católica y de la Selección Chilena, y defendió la camiseta con orgullo en los años 40. Pero su leyenda se construyó desde el micrófono, donde durante décadas enseñó, opinó, emocionó.

En las transmisiones de TVN, con esa voz cálida y esa mirada pausada, Livingstone fue parte de la infancia de muchos. No necesitaba gritar para ser escuchado. No necesitaba exagerar para emocionar. Bastaba una frase suya para elevar el análisis, para darle contexto a la jugada, para marcar el tono de la conversación.

Su relación con Pedro Carcuro fue histórica. Juntos narraron cientos de partidos, y su complicidad traspasó la pantalla. El Sapito se convirtió en una figura entrañable, respetada por generaciones de hinchas, colegas y futbolistas.

Hoy, a más de una década de su partida, el cariño sigue intacto. Porque hay personas que no se van. Que permanecen en las frases que repetimos, en los partidos que recordamos, en el cariño que no se olvida.

Eres eterno, Sapito. Porque el fútbol chileno no se entiende sin ti.

Un córner con altura de miras

En el fútbol, los detalles marcan la diferencia. Que lo diga sino el ejecutante de este particular córner, que debió aprovechar las bondades del terreno de juego.