Claudio Palma y su lucha contra la depresión

Claudio Palma y su lucha contra la depresión

En el competitivo mundo del fútbol profesional, donde los errores cuestan caro y la presión no da tregua, hay una verdad incómoda que flota en el ambiente: nadie está a salvo. Ni los jugadores con más experiencia, ni los ídolos consagrados, ni siquiera los que alguna vez parecieron intocables.

La realidad del fútbol chileno lo ha dejado claro en más de una ocasión. Las lesiones, el bajo rendimiento, la inestabilidad emocional y los entornos tóxicos son factores que pueden quebrar incluso a los más fuertes. Y lo más preocupante es que, muchas veces, los protagonistas no encuentran apoyo real dentro del sistema. Todo se reduce a resultados.

Cada mes, muchos futbolistas enfrentan jornadas extenuantes, críticas feroces y la constante incertidumbre de su futuro profesional. Como lo explicó una voz desde adentro, no son raros los días donde solo uno de cada treinta se vive con verdadera tranquilidad. El resto es presión, ansiedad y exigencias extremas.

En este escenario, la salud mental sigue siendo el gran tema pendiente. Mientras Europa avanza en políticas de contención y acompañamiento, en Sudamérica todavía se mira con recelo al jugador que reconoce estar mal. “Tiene que aguantar”, dicen. Pero aguantar no siempre es sinónimo de fortaleza. A veces, hablar es el acto más valiente.

Hoy más que nunca se necesita mirar al fútbol no solo como un espectáculo, sino como una actividad profundamente humana. Los futbolistas son personas. Tienen días buenos y días malos. Tienen miedos, inseguridades, dolores que no se ven.

Y entender eso no solo hará mejores clubes o mejores selecciones. Hará un mejor fútbol.

Porque si nadie está a salvo, entonces todos tenemos la responsabilidad de cuidar al otro.

En el competitivo mundo del fútbol profesional, donde los errores cuestan caro y la presión no da tregua, hay una verdad incómoda que flota en el ambiente: nadie está a salvo. Ni los jugadores con más experiencia, ni los ídolos consagrados, ni siquiera los que alguna vez parecieron intocables.

La realidad del fútbol chileno lo ha dejado claro en más de una ocasión. Las lesiones, el bajo rendimiento, la inestabilidad emocional y los entornos tóxicos son factores que pueden quebrar incluso a los más fuertes. Y lo más preocupante es que, muchas veces, los protagonistas no encuentran apoyo real dentro del sistema. Todo se reduce a resultados.

Cada mes, muchos futbolistas enfrentan jornadas extenuantes, críticas feroces y la constante incertidumbre de su futuro profesional. Como lo explicó una voz desde adentro, no son raros los días donde solo uno de cada treinta se vive con verdadera tranquilidad. El resto es presión, ansiedad y exigencias extremas.

En este escenario, la salud mental sigue siendo el gran tema pendiente. Mientras Europa avanza en políticas de contención y acompañamiento, en Sudamérica todavía se mira con recelo al jugador que reconoce estar mal. “Tiene que aguantar”, dicen. Pero aguantar no siempre es sinónimo de fortaleza. A veces, hablar es el acto más valiente.

Hoy más que nunca se necesita mirar al fútbol no solo como un espectáculo, sino como una actividad profundamente humana. Los futbolistas son personas. Tienen días buenos y días malos. Tienen miedos, inseguridades, dolores que no se ven.

Y entender eso no solo hará mejores clubes o mejores selecciones. Hará un mejor fútbol.

Porque si nadie está a salvo, entonces todos tenemos la responsabilidad de cuidar al otro.

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Afganas: las insuficientes señales de la FIFA

En su columna, Grace Lazcano aborda la compleja situación de la Selección Femenina de Afganistán y la reciente respuesta de la FIFA ante su imposibilidad de competir internacionalmente. Un pequeño, aunque insuficiente, gesto para las "Leonas afganas" que luchan por volver a las canchas.

Desde la llegada de los talibanes al poder en 2021, muchas futbolistas afganas se vieron forzadas al exilio. El régimen talibán prohíbe a las mujeres la práctica de cualquier deporte, lo que llevó a que la propia Federación de Fútbol de Afganistán no reconozca a su selección femenina. A pesar de que varias jugadoras han continuado sus carreras en países como Australia, Estados Unidos y Portugal, la FIFA se había desentendido, impidiéndoles participar en procesos clasificatorios a mundiales.

Tras una carta enviada por Sports and Rights Alliance, la FIFA respondió este 21 de marzo, señalando que trabaja en una estrategia de apoyo a las futbolistas de Afganistán. Esta estrategia se basa en tres pilares: el apoyo a niñas y mujeres en Afganistán, la diplomacia y la defensa, y el respaldo a las jugadoras afganas que se encuentran fuera del país. Sin embargo, la comunicación de la FIFA no incluye nada específico sobre el reconocimiento de la selección femenina para que pueda competir a nivel internacional, una potestad exclusiva del máximo organismo del fútbol mundial.

Si bien este apoyo es una señal, resulta mínimo considerando que las jugadoras llevan cuatro años esperando un reconocimiento oficial. La FIFA menciona la organización de amistosos internacionales, pero la pregunta persiste: ¿de qué sirven si no existe la expectativa de competir oficialmente como selección? Según informa The Guardian, algunas futbolistas sienten que esta respuesta "ya es demasiado tarde".

Pelotazo: Loyola, el chileno que ilusiona

Felipe Loyola se ha convertido en una de las grandes revelaciones chilenas en el extranjero. En menos de un año desde su salto de Huachipato a Independiente de Avellaneda, el polifuncional jugador no solo se ha ganado el corazón de los hinchas del "Rojo", sino que se ha consolidado como una de sus principales figuras, despertando incluso el interés de clubes europeos.

En su nueva columna, Jorge Gómez analiza el meteórico ascenso del "Pipe". "La irrupción de Loyola en Independiente ha sido notable", destaca Gómez, recordando su controvertida salida de Colo Colo donde "fue echado porque no tenía condiciones". Sin embargo, Loyola resurgió en Fernández Vial y luego en Huachipato, donde se coronó campeón del fútbol chileno.

Su llegada a Independiente ha sido explosiva. Con siete goles en su cuenta personal, los cánticos de "¡Chileno, chileno!" se han vuelto habituales cuando es sustituido, evocando el cariño que la afición argentina ha profesado a otros compatriotas como Iván Zamorano, Marcelo Salas, Gary Medel, Marcelo Díaz o Paulo Díaz. "El tipo no tiene techo", afirma Gómez, resaltando su polifuncionalidad, rindiendo tanto de lateral como de volante, aunque "en Independiente ha rendido mucho más en la mitad de la cancha".

Una de las claves de su popularidad, incluso en Chile, es que "no jugó como profesional en ninguno de los tres grandes", lo que le evita el "hate" en redes sociales. En Argentina, su "personalidad" y "pachorra" son altamente valoradas. "Estamos al frente de un futuro, incluso capitán de la selección chilena", sentencia Gómez.

La pregunta queda en el aire para los fanáticos: ¿Ven a Felipe Loyola como futuro capitán de la Roja?