Colocolinos: “El fútbol lo ganó la familia”

Colocolinos: “El fútbol lo ganó la familia”

Una doble alegría se vivió en el Estadio Monumental. Además del triunfo en el Superclásico femenino, los hinchas de Colo Colo destacaron el ambiente familiar que se respiró en las tribunas, una experiencia que valoraron enormemente tras el partido.

En una cobertura en terreno de Minuto 90, los asistentes al recinto de Macul celebraron la atmósfera tranquila y segura. “La familia, bonito, había harta gente. Igual alientan harto, como si fuera un partido de Colo Colo masculino”, señaló uno de los fanáticos, quien destacó que la pasión es la misma, pero el entorno ha mejorado notablemente.

Otro hincha profundizó en esta diferencia: “No hay mucha diferencia entre el masculino y el femenino. Acá vienen más familias, más mujeres y eso provoca automáticamente que sea más tranquilo el ambiente. En el masculino vienen los piños, es más barra que esto lo familiar”. Para muchos, esta experiencia evocó recuerdos de épocas pasadas. “Volviendo al Colo antiguo. Cuando iba con mi padre al estadio, donde podríamos estar con mi hija con tranquilidad y sabíamos que no iba a pasar absolutamente nada”, comentó un asistente, resumiendo el sentir general: el fútbol femenino se vive en un clima más familiar y seguro.

Una doble alegría se vivió en el Estadio Monumental. Además del triunfo en el Superclásico femenino, los hinchas de Colo Colo destacaron el ambiente familiar que se respiró en las tribunas, una experiencia que valoraron enormemente tras el partido.

En una cobertura en terreno de Minuto 90, los asistentes al recinto de Macul celebraron la atmósfera tranquila y segura. “La familia, bonito, había harta gente. Igual alientan harto, como si fuera un partido de Colo Colo masculino”, señaló uno de los fanáticos, quien destacó que la pasión es la misma, pero el entorno ha mejorado notablemente.

Otro hincha profundizó en esta diferencia: “No hay mucha diferencia entre el masculino y el femenino. Acá vienen más familias, más mujeres y eso provoca automáticamente que sea más tranquilo el ambiente. En el masculino vienen los piños, es más barra que esto lo familiar”. Para muchos, esta experiencia evocó recuerdos de épocas pasadas. “Volviendo al Colo antiguo. Cuando iba con mi padre al estadio, donde podríamos estar con mi hija con tranquilidad y sabíamos que no iba a pasar absolutamente nada”, comentó un asistente, resumiendo el sentir general: el fútbol femenino se vive en un clima más familiar y seguro.

Recomendado

De la Iglesia: Del trauma en el Monumental al regreso

En el más reciente capítulo de Reino Fútbol, conducido por Cristián Arcos, el comunicador Eduardo de la Iglesia compartió una emotiva y cruda reflexión sobre su experiencia durante el "fatídico 10 de abril" en el Estadio Monumental y cómo este evento impactó profundamente su sentir como hincha de Colo Colo.

De la Iglesia relató la tristeza y rabia que lo embargaron tras los incidentes. "Yo tenía muy pocas ganas de volver al estadio después de eso. El 10 de abril fue la tragedia del Monumental", confesó, describiendo el día como "el triunfo de la violencia que tiene secuestrado el fútbol". El comunicador vinculó estos hechos a problemas estructurales en el club albo, mencionando dificultades durante la pretemporada del Centenario, como la falta de acuerdo en los premios y una directiva dividida. "Tan grande la división que hay en Colo Colo estructuralmente, que es imposible que estas cosas no terminen pasando", lamentó.

El impacto personal fue aún mayor al vivir los disturbios –que incluyeron vidrios rotos e invasión de la cancha– junto a uno de sus hijos. "Mi primera sensación fue de no vuelvo más al estadio. Dije no vuelvo más, menos con los niños. Él se puso a llorar, estaba muy asustado", narró. Sin embargo, con el paso de las semanas y la insistencia de sus hijos, el sentimiento colocolino pudo más. "Pasa la pena, pasa la rabia... y este domingo volví. Es que igual uno lo siente que es su casa", admitió.

Su regreso al Monumental fue una experiencia redentora: "Fue perfecto, y ganamos y todo bien, y puro canto, pura fiesta. Fue como volver al estadio de antes". A pesar de la alegría del reencuentro, De la Iglesia reconoció una inquietud persistente: "El problema es que uno está con la siempre la duda de cuánto va a durar".

La conversación completa con Eduardo de la Iglesia, donde profundiza sobre este y otros temas, ya está disponible en el canal de YouTube de Minuto 90.

¿Colo Colo llega mal… o llega bien? El dilema que marca su estreno copero

Colo Colo vuelve a la Copa Libertadores con más preguntas que certezas. No es novedad que el Cacique enfrente momentos de turbulencia justo antes de un debut internacional, pero esta vez el escenario parece más complejo: juego irregular, dudas tácticas y una hinchada que empieza a impacientarse.

La pregunta se instala con fuerza: ¿llega mal… o llega bien?

Depende de dónde se mire. Desde el análisis inmediato, el equipo de Jorge Almirón arrastra problemas de funcionamiento, bajo rendimiento en piezas clave y resultados dispares en el torneo local. A eso se suma la presión interna: el hincha albo no espera participaciones decorativas en el torneo continental. Quiere competir. Quiere avanzar.

Pero también hay otro factor: la camiseta pesa. La historia juega. Y eso es algo que Colo Colo conoce como pocos. Porque hay noches donde el presente importa menos que la memoria colectiva. Donde basta una jugada, una victoria, un estadio encendido para cambiar la narrativa.

El equipo chileno, pese a sus dudas, llega con un plantel que mezcla experiencia copera y juventud con hambre. Jugadores que han vivido estas instancias y saben lo que significa representar al único club nacional que ha levantado la Libertadores.

El margen es estrecho. Una buena actuación puede levantar el proyecto; una caída podría acelerar los cuestionamientos. Pero el fútbol tiene esas paradojas: a veces, los equipos más cuestionados son los que terminan sorprendiendo.

¿Llega mal? Puede ser. ¿Llega listo para competir? Esa es la verdadera incógnita. Porque en la Libertadores, no gana siempre el que está mejor. Gana el que resiste. El que impone respeto. El que recuerda quién es.

Y Colo Colo, aunque no lo parezca, nunca deja de ser Colo Colo.