La Roja: "Realidad vs. Ilusión"

La Roja: "Realidad vs. Ilusión"

Grace Lazcano pone sobre la mesa un debate crucial: la aparente desconexión entre el discurso oficial y la cruda realidad de la Roja en las Clasificatorias Sudamericanas. Lazcano cuestiona las palabras de optimismo del técnico Ricardo Gareca y de la dirigencia encabezada por Pablo Milad, contrastándolas con la fría estadística que actualmente posiciona a Chile lejos de la próxima cita mundialista.

"¿Tanto nos va a costar tener un sentido de realidad en esta última fase de las clasificatorias?", se pregunta Lazcano al inicio de su reflexión, haciéndose eco de la inquietud de muchos hinchas. La columnista subraya que, más allá de la fe que pueda pregonar el seleccionador nacional, la pregunta fundamental es: "¿Sobre qué cimentamos la esperanza?". Recuerda que Chile ha firmado "la peor campaña de toda la historia como visitantes en las clasificatorias" y que el desempeño en la Copa América tampoco ofreció señales de una mejora sustancial.

Grace Lazcano es enfática al diferenciar la natural ilusión del hincha de la responsabilidad que recae sobre quienes lideran el fútbol chileno. "Una cosa es que los jugadores piensen que sí se puede, pero otra cosa es que desde la dirigencia y desde el cuerpo técnico todavía nos hablen como si hubiesen chances claras de clasificar al mundial cuando futbolísticamente ya vimos que no pudimos", critica. Para Lazcano, no es aceptable que "desde la dirigencia nos manden a tirar buenas vibras cuando estamos décimos en la tabla de posiciones y cuando las esperanzas de ir al Mundial ya no están". Un llamado directo a asumir la realidad que enfrenta la selección chilena.

Grace Lazcano pone sobre la mesa un debate crucial: la aparente desconexión entre el discurso oficial y la cruda realidad de la Roja en las Clasificatorias Sudamericanas. Lazcano cuestiona las palabras de optimismo del técnico Ricardo Gareca y de la dirigencia encabezada por Pablo Milad, contrastándolas con la fría estadística que actualmente posiciona a Chile lejos de la próxima cita mundialista.

"¿Tanto nos va a costar tener un sentido de realidad en esta última fase de las clasificatorias?", se pregunta Lazcano al inicio de su reflexión, haciéndose eco de la inquietud de muchos hinchas. La columnista subraya que, más allá de la fe que pueda pregonar el seleccionador nacional, la pregunta fundamental es: "¿Sobre qué cimentamos la esperanza?". Recuerda que Chile ha firmado "la peor campaña de toda la historia como visitantes en las clasificatorias" y que el desempeño en la Copa América tampoco ofreció señales de una mejora sustancial.

Grace Lazcano es enfática al diferenciar la natural ilusión del hincha de la responsabilidad que recae sobre quienes lideran el fútbol chileno. "Una cosa es que los jugadores piensen que sí se puede, pero otra cosa es que desde la dirigencia y desde el cuerpo técnico todavía nos hablen como si hubiesen chances claras de clasificar al mundial cuando futbolísticamente ya vimos que no pudimos", critica. Para Lazcano, no es aceptable que "desde la dirigencia nos manden a tirar buenas vibras cuando estamos décimos en la tabla de posiciones y cuando las esperanzas de ir al Mundial ya no están". Un llamado directo a asumir la realidad que enfrenta la selección chilena.

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Fútbol y Orgullo: El crimen de María Pía Castro

En el marco del Día del Orgullo, el fútbol chileno tiene una historia que no se puede olvidar. Se trata de una que mezcla la pasión por el deporte con la memoria y la resistencia: la historia de María Pía Castro, destacada futbolista del club Municipal de Limache, en la Quinta Región.

María Pía era una talentosa número 10, zurda y habilidosa, hincha apasionada de Colo-Colo y cuyo referente era Matías Fernández. Con su club, ganó tres copas y fue parte fundamental del equipo bicampeón. Su gran sueño era llegar a vestir la camiseta de la selección chilena. Sin embargo, en 2008, su carrera y su vida fueron interrumpidas de la forma más violenta.

La futbolista, que era lesbiana visible, fue encontrada calcinada en un sitio eriazo de Limache. La autopsia posterior evidenció que había recibido golpes en el cráneo. A pesar de las pruebas, la fiscalía cerró el caso sin encontrar culpables, y a día de hoy, su crimen sigue impune. En el camarín, su orientación nunca fue motivo de exclusión, pero fuera de la cancha, en una zona rural, sufrió un odio que terminó costándole la vida.

Durante su funeral, más de 600 personas la despidieron en el Estadio Gustavo Carvacho, donde sus compañeras de Municipal de Limache gritaron su nombre por última vez y le dedicaron un gol simbólico. Porque el fútbol también es memoria y resistencia. Hoy, los sueños inconclusos de María Pía Castro reviven en cada jugadora que entra a la cancha sin esconder quién es, con una respuesta que persiste: seguir jugando con orgullo.

¿A dónde se va la plata de Huachipato?

En una nueva columna para Minuto 90, Cristián Arcos desmenuza la increíble y polémica situación que afecta a Huachipato. Una figura contractual que, si bien es legal, ha generado indignación: durante los próximos años, cualquier ingreso por la venta de jugadores del club no irá a las arcas de la institución, sino que a sus antiguos controladores.

Arcos explica el origen de esta situación. Cuando el grupo liderado por Marcelo Rosenblut adquirió el club, lo hizo mediante dos fórmulas: un crédito externo y un valor adicional que se pagaría con las futuras transferencias de futbolistas. Quienes controlan el cobro de este monto son, precisamente, los excontroladores del equipo siderúrgico, Victoriano Cerda y Marcelo Pesce.

Esto significa que hasta el año 2029, o hasta que se cubra la cuota acordada, el dinero de las ventas de jugadores irá directamente a Cerda y Pesce. Un ejemplo concreto es el de Walter Mazzantti, por quien Huachipato recibió parte de los 3.5 millones de dólares de su traspaso desde Huracán a Independiente, dinero que en su mayoría fue a los exdueños. Lo mismo ocurrirá con eventuales traspasos de figuras como Felipe Loyola o Javier Altamirano.

Aunque el mecanismo está totalmente normado y no es ilegal, Arcos lo describe como una de las "grietas que tiene este sistema de controladores" en el fútbol chileno. Una "aberrante figura" que, al estar amparada por el marco legal, podría replicarse en cualquier otro club del país.