Eres eterno, Sapito: el legado que no se olvida

Eres eterno, Sapito: el legado que no se olvida

Hay personajes que traspasan el relato. Que no necesitan jugar para convertirse en parte esencial del fútbol. Que no marcaron goles, pero dejaron frases que todavía resuenan. Sergio Livingstone, el “Sapito”, es uno de ellos.

Un día como hoy, pero en 2012, el fútbol chileno perdió a una de sus voces más queridas. No solo por su conocimiento o su trayectoria, sino por su forma de estar. Porque el Sapito no era solo comentarista: era compañía. Era memoria viva del balompié nacional.

Su carrera comenzó mucho antes de la televisión. Fue arquero de la Universidad Católica y de la Selección Chilena, y defendió la camiseta con orgullo en los años 40. Pero su leyenda se construyó desde el micrófono, donde durante décadas enseñó, opinó, emocionó.

En las transmisiones de TVN, con esa voz cálida y esa mirada pausada, Livingstone fue parte de la infancia de muchos. No necesitaba gritar para ser escuchado. No necesitaba exagerar para emocionar. Bastaba una frase suya para elevar el análisis, para darle contexto a la jugada, para marcar el tono de la conversación.

Su relación con Pedro Carcuro fue histórica. Juntos narraron cientos de partidos, y su complicidad traspasó la pantalla. El Sapito se convirtió en una figura entrañable, respetada por generaciones de hinchas, colegas y futbolistas.

Hoy, a más de una década de su partida, el cariño sigue intacto. Porque hay personas que no se van. Que permanecen en las frases que repetimos, en los partidos que recordamos, en el cariño que no se olvida.

Eres eterno, Sapito. Porque el fútbol chileno no se entiende sin ti.

Hay personajes que traspasan el relato. Que no necesitan jugar para convertirse en parte esencial del fútbol. Que no marcaron goles, pero dejaron frases que todavía resuenan. Sergio Livingstone, el “Sapito”, es uno de ellos.

Un día como hoy, pero en 2012, el fútbol chileno perdió a una de sus voces más queridas. No solo por su conocimiento o su trayectoria, sino por su forma de estar. Porque el Sapito no era solo comentarista: era compañía. Era memoria viva del balompié nacional.

Su carrera comenzó mucho antes de la televisión. Fue arquero de la Universidad Católica y de la Selección Chilena, y defendió la camiseta con orgullo en los años 40. Pero su leyenda se construyó desde el micrófono, donde durante décadas enseñó, opinó, emocionó.

En las transmisiones de TVN, con esa voz cálida y esa mirada pausada, Livingstone fue parte de la infancia de muchos. No necesitaba gritar para ser escuchado. No necesitaba exagerar para emocionar. Bastaba una frase suya para elevar el análisis, para darle contexto a la jugada, para marcar el tono de la conversación.

Su relación con Pedro Carcuro fue histórica. Juntos narraron cientos de partidos, y su complicidad traspasó la pantalla. El Sapito se convirtió en una figura entrañable, respetada por generaciones de hinchas, colegas y futbolistas.

Hoy, a más de una década de su partida, el cariño sigue intacto. Porque hay personas que no se van. Que permanecen en las frases que repetimos, en los partidos que recordamos, en el cariño que no se olvida.

Eres eterno, Sapito. Porque el fútbol chileno no se entiende sin ti.

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Centenario albo con ¡propuesta de amor!

En medio de la euforia por los 100 años de Colo Colo, una romántica escena se robó las miradas y los aplausos. Mientras los y las hinchas del Cacique celebraban el centenario del club este pasado 19 de abril, un momento profundamente especial tuvo lugar en La Pintana: una emotiva propuesta de matrimonio que se ha vuelto viral.

La pareja protagonista, Jesús y Nicole, selló su amor en una fecha doblemente significativa. Jesús le propuso matrimonio a Nicole, y ella aceptó, en un instante que fue compartido junto a los vecinos de la comuna. Ambos llevan cuatro años de relación y, curiosamente, su aniversario coincide con el mismo día de fundación de Colo Colo.

Así, la celebración del centenario albo tuvo un condimento extra de amor y alegría, demostrando que la pasión por el fútbol puede ir de la mano con los momentos más importantes de la vida. ¡Una doble celebración que quedará en el recuerdo de esta pareja y de la comunidad alba!

Cuando Basile echó al Papa del camarín

Una anécdota increíble une al legendario entrenador argentino Alfio "Coco" Basile con quien años más tarde se convertiría en el Papa Francisco. En 1998, mientras Basile dirigía a San Lorenzo de Almagro, el equipo del cual Jorge Mario Bergoglio es un reconocido hincha, se produjo un particular encuentro en la intimidad del vestuario que el propio "Coco" relató.

Antes de un partido, Basile se encontró con la sorpresa de un cura en el camarín. Según sus palabras, el entonces presidente del club, Fernando Miele, le explicó: "Mirá, Coco, es un cura que viene siempre acá y está acostumbrado a venir y le saluda a cada jugador antes de entrar al partido, fanático". La reacción del técnico fue inmediata y tajante, motivada por la posible desconcentración de sus jugadores y, según el propio Basile, una pizca de superstición: "¿Para qué me vinieron a buscar a mí? No le ganan a nadie. Si me viniste a buscar, echalo ya. Echalo de acá. No quiero ver ningún cura en el vestuario. Echalo. Acá el técnico soy yo. No quiero a nadie que me distraiga a los jugadores, que se vaya el cura".

Años después, la historia tomaría un giro inesperado. Basile cuenta cómo se enteró de la verdadera identidad de aquel sacerdote: "Hola, Coco. ¿Viste quién es el Papa? Me dice. Digo, ¿cómo no voy a saber? El Papa salió en todos lados del mundo... Francisco, dice. No, pero vos no sabés quién es el Papa. No, no sé. Ese es Bergoglio, el que echaste vos del vestuario, cuando lo echaste, ese es el Papa. Una cosa increíble. Lo echaste al Papa. Era Bergoglio en ese momento. Venía siempre a San Lorenzo".

Una historia que mezcla fútbol, fe y una insólita decisión del "Coco" Basile. ¿Qué opinas de su reacción en aquel momento?