UC vs Colo Colo: ¿La U es "culpable" de la rivalidad?

UC vs Colo Colo: ¿La U es "culpable" de la rivalidad?

En la antesala de un nuevo choque entre Universidad Católica y Colo Colo, programado para este domingo a las 15:00 horas en el Estadio Santa Laura, resurge el eterno debate: ¿se le puede llamar Clásico? En su columna para Minuto 90, Jorge 'Pelotazo' Gómez no duda y responde con un rotundo 'OBVIO QUE SÍ', argumentando que se trata de un duelo entre dos de los equipos más grandes, exitosos y con más hinchas de Chile.

La historia de esta rivalidad, según explica Pelotazo, se forjó en la década de los 80, pero tiene un "culpable" inesperado: la Universidad de Chile. La razón es simple: durante los 25 años en que los azules no lograron ser campeones, los medios de comunicación se vieron "obligados" a encontrarle un competidor a Colo Colo. Con la U incluso en la B, fue la UC quien dio un paso al frente, disputando palmo a palmo los campeonatos y las clasificaciones a Copa Libertadores con los albos, consolidando así un nuevo clásico.

Y partidos para el recuerdo sobran. Pelotazo rememora finales inolvidables como la del Apertura '97, con un desfile de jugadorazos como Lunari, 'KT', Acosta, Espina, Barticciotto y Sierra. También destaca la del Clausura 2002, cuando un Colo Colo en quiebra y por el que "nadie daba un peso" le impidió a la Católica ser bicampeón. Más tarde, en el Clausura 2009, los albos se coronaron campeones con una actuación estelar de Esteban Paredes. Por último, recuerda los títulos de la UC en 2010 y 2021, cuando los Cruzados protagonizaron remontadas épicas para arrebatarle dos inolvidables estrellas a Colo Colo.

Entonces, ¿es Colo Colo contra Católica un clásico? Te invitamos a dejar tu opinión en los comentarios. ¿Cuál ha sido tu partido favorito entre ambos? O si crees que hay otro más importante, como un clásico de región del tipo Everton-Wanderers o Coquimbo-La Serena, ¡cuéntanos! Sigue a Minuto 90 en todas las redes sociales y recuerda que aquí, siempre te leemos.

En la antesala de un nuevo choque entre Universidad Católica y Colo Colo, programado para este domingo a las 15:00 horas en el Estadio Santa Laura, resurge el eterno debate: ¿se le puede llamar Clásico? En su columna para Minuto 90, Jorge 'Pelotazo' Gómez no duda y responde con un rotundo 'OBVIO QUE SÍ', argumentando que se trata de un duelo entre dos de los equipos más grandes, exitosos y con más hinchas de Chile.

La historia de esta rivalidad, según explica Pelotazo, se forjó en la década de los 80, pero tiene un "culpable" inesperado: la Universidad de Chile. La razón es simple: durante los 25 años en que los azules no lograron ser campeones, los medios de comunicación se vieron "obligados" a encontrarle un competidor a Colo Colo. Con la U incluso en la B, fue la UC quien dio un paso al frente, disputando palmo a palmo los campeonatos y las clasificaciones a Copa Libertadores con los albos, consolidando así un nuevo clásico.

Y partidos para el recuerdo sobran. Pelotazo rememora finales inolvidables como la del Apertura '97, con un desfile de jugadorazos como Lunari, 'KT', Acosta, Espina, Barticciotto y Sierra. También destaca la del Clausura 2002, cuando un Colo Colo en quiebra y por el que "nadie daba un peso" le impidió a la Católica ser bicampeón. Más tarde, en el Clausura 2009, los albos se coronaron campeones con una actuación estelar de Esteban Paredes. Por último, recuerda los títulos de la UC en 2010 y 2021, cuando los Cruzados protagonizaron remontadas épicas para arrebatarle dos inolvidables estrellas a Colo Colo.

Entonces, ¿es Colo Colo contra Católica un clásico? Te invitamos a dejar tu opinión en los comentarios. ¿Cuál ha sido tu partido favorito entre ambos? O si crees que hay otro más importante, como un clásico de región del tipo Everton-Wanderers o Coquimbo-La Serena, ¡cuéntanos! Sigue a Minuto 90 en todas las redes sociales y recuerda que aquí, siempre te leemos.

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Bicampeones de América: ¿con cuántos de ellos te gustaría jugar?

Al mirar hacia atrás, es inevitable sentir que fuimos testigos de algo irrepetible. La generación dorada del fútbol chileno no solo rompió récords. Nos regaló identidad, carácter y una forma única de competir. Hoy, varios de esos nombres ya no están en las nóminas, pero siguen presentes en la memoria colectiva de los hinchas. Y ante la pregunta que nos plantea Pelotazo: “¿Con cuántos de esos bicampeones de América te gustaría jugar?”, la respuesta tiene más emoción que táctica.

Porque no se trata solo de talento. Se trata de mística. De temperamento. De entender el peso de la camiseta. Y esa camada, la que conquistó las Copas América de 2015 y 2016, lo entendió todo.

Claudio Bravo, con su liderazgo sereno y atajadas imposibles, fue el muro que sostuvo más de una hazaña. Gary Medel, símbolo de garra y entrega, jugaba como si cada partido fuera el último. Arturo Vidal, pura potencia, carácter y despliegue. Charles Aránguiz, el silencioso que hacía jugar a todos. Alexis Sánchez, incansable, impredecible, desequilibrante. Y Eduardo Vargas, el que convirtió goles como si fuera lo más simple del mundo.

¿Con cuántos de ellos te gustaría compartir cancha? ¿A quién dejarías afuera? Preguntas imposibles. Porque fueron un equipo de verdad. Se potenciaban entre sí. Se cubrían las espaldas. Se peleaban y se abrazaban con la misma intensidad.

Hoy, que el fútbol chileno busca reconstruirse, la nostalgia por esos bicampeones se vuelve aún más poderosa. No porque vivamos del pasado, sino porque aún no aparece una generación que nos haga olvidar aquella. Y eso habla de lo grande que fueron.

El legado de los bicampeones no está solo en los títulos. Está en la forma en que nos hicieron sentir. En cómo se enfrentaban sin miedo a gigantes. En cómo hicieron que millones creyeran que sí era posible.

¿Con cuántos de ellos jugarías? Tal vez con todos. Porque juntos, escribieron la página más gloriosa del fútbol chileno.

"Podridos": el malestar del hincha tras el empate con Ecuador

Podrido. Esa es la palabra que, con crudeza, mejor resume el sentir de miles de hinchas en Chile, según Pelotazo.

El público de la Selección Chilena en el Estadio Nacional, tantas veces criticado por su tibieza, ahora se hizo sentir. Los nuevamente tardíos cambios de Ricardo Gareca estaban a la vista de todos los presentes en Ñuñoa, menos para el Tigre.

Y cuando finalmente los hizo, parecía que el resultado, un amargo empate sin goles que nos sigue alejando del Mundial 2026, ya estaba sellado.