Colo Colo: Las Raíces de su Crisis

Colo Colo: Las Raíces de su Crisis

En Camarín 90, Matías Acuña y los panelistas Javier Manríquez y Maxi Cárdenas desmenuzaron la actual crisis que atraviesa Colo Colo, indagando en las señales tempranas que anticiparon el complejo presente del Cacique. Un punto clave del debate fue el hipotético escenario del primer partido del año: la Supercopa.

El análisis partió recordando la Supercopa contra Universidad de Chile, un duelo que se anticipaba cargado de tensión. "El primer partido del año era la Supercopa. Colo Colo la U. Con todo lo que se habían dicho, con todo el fuego que existía", se comentó en el espacio. Se planteó que, tras la "remontada importante" del año anterior para alcanzar el título, el equipo albo pareció bajar la intensidad, como si "ya la hiciste, ya pillaste a la U". Según la conversación, "Colo Colo como que siguió destapando champaña después de eso".

Según se discutió en Camarín 90, Jorge Almirón, técnico de Colo Colo, habría contribuido a mantener viva la tensión. "Me parece que Almirón también cayó en eso. Cada vez que le pudo tocar la oreja a Gustavo Álvarez", se señaló, aludiendo a las provocaciones hacia el DT azul. Incluso se mencionó el tema del "espionaje" como un factor que "ayudó mucho también a que la pelea entre ambos clubes se mantuviese después del campeonato". Se destacó la inteligencia de Álvarez al no entrar en la disputa directa, a diferencia de Almirón, quien incluso recordó una situación hipotética: "un técnico que pierde un campeonato con 10 puntos de ventaja en cualquier lugar del mundo, lo echan".

Esta actitud, según el análisis, permeó al plantel. "¿Si entró el técnico, cómo no iban a entrar los jugadores?". Tras la Supercopa, que "no se podía perder", vino un "relajo" en Colo Colo, enfrentando la Copa Chile contra rivales como San Felipe y Limache con una mentalidad diferente, antes del debut en Copa Libertadores contra Bucaramanga ya en abril. La discusión también apuntó a otros factores como "los premios, de postergar la pretemporada, de los dirigentes", sugiriendo que la crisis, que "no es pequeña", tiene múltiples aristas.

Para profundizar en este análisis sobre la crisis alba y sus orígenes, el capítulo completo de Camarín 90 ya está disponible en su canal de YouTube y en las pantallas de Zapping Sports.

En Camarín 90, Matías Acuña y los panelistas Javier Manríquez y Maxi Cárdenas desmenuzaron la actual crisis que atraviesa Colo Colo, indagando en las señales tempranas que anticiparon el complejo presente del Cacique. Un punto clave del debate fue el hipotético escenario del primer partido del año: la Supercopa.

El análisis partió recordando la Supercopa contra Universidad de Chile, un duelo que se anticipaba cargado de tensión. "El primer partido del año era la Supercopa. Colo Colo la U. Con todo lo que se habían dicho, con todo el fuego que existía", se comentó en el espacio. Se planteó que, tras la "remontada importante" del año anterior para alcanzar el título, el equipo albo pareció bajar la intensidad, como si "ya la hiciste, ya pillaste a la U". Según la conversación, "Colo Colo como que siguió destapando champaña después de eso".

Según se discutió en Camarín 90, Jorge Almirón, técnico de Colo Colo, habría contribuido a mantener viva la tensión. "Me parece que Almirón también cayó en eso. Cada vez que le pudo tocar la oreja a Gustavo Álvarez", se señaló, aludiendo a las provocaciones hacia el DT azul. Incluso se mencionó el tema del "espionaje" como un factor que "ayudó mucho también a que la pelea entre ambos clubes se mantuviese después del campeonato". Se destacó la inteligencia de Álvarez al no entrar en la disputa directa, a diferencia de Almirón, quien incluso recordó una situación hipotética: "un técnico que pierde un campeonato con 10 puntos de ventaja en cualquier lugar del mundo, lo echan".

Esta actitud, según el análisis, permeó al plantel. "¿Si entró el técnico, cómo no iban a entrar los jugadores?". Tras la Supercopa, que "no se podía perder", vino un "relajo" en Colo Colo, enfrentando la Copa Chile contra rivales como San Felipe y Limache con una mentalidad diferente, antes del debut en Copa Libertadores contra Bucaramanga ya en abril. La discusión también apuntó a otros factores como "los premios, de postergar la pretemporada, de los dirigentes", sugiriendo que la crisis, que "no es pequeña", tiene múltiples aristas.

Para profundizar en este análisis sobre la crisis alba y sus orígenes, el capítulo completo de Camarín 90 ya está disponible en su canal de YouTube y en las pantallas de Zapping Sports.

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La niña bullanguera que se robó todas las miradas

En medio de la intensidad de un partido, con la tribuna rugiendo y la tensión flotando en el aire, hay imágenes que logran detener el tiempo. Así ocurrió con una pequeña hincha de Universidad de Chile, que desde la galería no paró de alentar con fuerza, convicción y amor puro por su equipo.

“¡Vamos Julia que tenemos que ganar, dale León!” se le escuchó gritar, con esa voz aguda pero decidida que solo los niños tienen cuando hablan desde el corazón. En su camiseta azul, en su bandera improvisada, y en la forma en que se paraba para cantar cada canción, había una pasión genuina que contagió a todos.

Y ahí estaba Matías Acuña, el jugador azul que no solo reparó en su presencia, sino que también la destacó. Porque el fútbol no es solo noventa minutos y once contra once. El fútbol también es ella. Es esa niña que cree, que sueña, que transmite una fidelidad que ni las derrotas más duras pueden quebrar.

La escena rápidamente se viralizó. No por lo extraordinario de su gesto, sino por lo extraordinariamente auténtico que fue. En tiempos donde la conexión con los clubes muchas veces se siente diluida, ver a una niña de esa edad vivir el partido con tanta intensidad fue un recordatorio de lo que significa ser hincha.

Universidad de Chile atraviesa un momento especial. Y si hay algo que la sostiene —más allá de lo futbolístico— es su gente. Esa que canta, sufre, celebra y que, como Julia, lleva los colores tatuados en el alma desde pequeña.

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Toda la vida en el estadio: la hincha azul de 90 años

Para Inés Martínez, aún con sus 90 años, nada levanta pasiones como la Universidad de Chile.

No todos los equipos despiertan una pasión que resiste el paso del tiempo, los fracasos deportivos y los años sin títulos. Pero la U no es cualquier equipo. Es una bandera. Un sentimiento que va mucho más allá del resultado del fin de semana, sino pregúntenle a Inés en cada estadio que juegan los azules.

Para muchos hinchas azules, la frase “de la U aunque gane” no es ironía. Es convicción. Es una forma de asumir que el amor por los colores no está condicionado por los puntos en la tabla. Porque ser de la U es creer incluso cuando la historia reciente no acompaña.

La U no ha tenido una década fácil. Títulos esquivos, procesos rotos, promesas incumplidas. Y sin embargo, cada domingo, miles de personas visten la camiseta con el mismo orgullo de siempre. Hay algo en ese vínculo que no se explica con números: se explica con identidad.

El hincha de la U tiene memoria. Recuerda las gestas épicas de los 90, el histórico 2011, los goles de Rivarola, las atajadas de Johnny, la entrega de Osvaldo González, el fútbol de Charles Aránguiz. Pero también recuerda las caídas, las finales perdidas, los años de sufrimiento. Y sigue ahí.

Porque más que un club, la U es una forma de vivir el fútbol. Con pasión, con nervio, con corazón. Sin importar si se gana o se pierde. Lo que importa es estar. Acompañar. Creer.

En una época en que muchas hinchadas se definen por el éxito, la U conserva algo romántico: la idea de que ser hincha es incondicional. Y en eso, tal vez, reside su grandeza.

De la U, aunque gane. Aunque suene absurdo. Aunque parezca al revés. Porque para quien creció amando a la U, no hay resultado que defina ese amor. Solo el orgullo de seguir ahí, siempre.