Cuando se habla de los máximos goleadores del fútbol chileno, los primeros nombres que vienen a la mente suelen ser los de Marcelo Salas, Iván Zamorano o Esteban Paredes. Todos referentes, todos ídolos, todos con trayectorias que marcaron época. Pero hay un nombre que, con perfil más bajo pero eficacia demoledora, se alza por sobre todos en una estadística indiscutible: el goleador histórico del fútbol chileno es Osvaldo "Pata Bendita" Castro.
En esta columna, Cristián Arcos nos cuenta la historia del legendario goleador.
A lo largo de los años, los enfrentamientos entre Chile y Paraguay han estado cargados de historia, emoción y, sobre todo, grandes actuaciones. No es una rivalidad clásica del continente, pero cada partido entre estas dos selecciones deja huella en la memoria colectiva de los hinchas.
En esa línea, en su visita el Reino Fútbol, Sergio Vargas recordó su capítulo más alegre en la Selección Chilena: cuando le tapó un penal a José Luis Chilavert.
Sin duda, por cómo se dio su llegada a la Roja, un episodio más que emotivo para "Superman", quien desde ese momento ya se transformó en un chileno más.
No todos los goles se gritan igual. Algunos se celebran desde el alma, otros se guardan en la memoria colectiva. Pero hay relatos que los transforman en leyenda. Para Claudio Palma, voz emblemática del fútbol chileno, hay uno que sobresale por sobre todos los demás.
Como reveló en Reino Fútbol, su relato más querido es el del gol de Mauricio Isla a Uruguay en la Copa América 2015.
No solo por lo emotivo, sino que por la construcción del relato y, obviamente, la instancia en que se jugaba.
Según el propio Palma, el del "Huaso" fue aún mejor que los gritados en los Mundiales y en la mismísima final de la Copa América.
Simplemente, imborrable.
Charles Aránguiz está de regreso en la Selección Chilena y no podemos estar más contentos.
Las redes sociales de La Roja compartieron estos registros de el "Príncipe" junto a sus compañeros, el lugar que nunca debió abandonar.
Sin duda, Charles es todo lo que está bien.
Carlos Caszely, Fernanda Pinilla, Pedro Carcuro, Sergio Vargas, Marcelo Barticciotto, Edson Puch, Claudio Palma, Iván Zamorano...
Podemos estar todo el día nombrando leyendas que están en Minuto op
¿Y tú qué estás esperando para sumarte?
Fue uno de sus primeros goles, pero lo marcó para siempre.
En la lejana Copa América de 2007, la Roja se despidió con una abultada goleada en contra ante Brasil. Pero antes de eso, el equipo de Nelson Acosta vivió algunas alegrías como la agónica victoria ante Ecuador en fase de grupos.
Carlos Villanueva fue uno de esos protagonistas y, en su visita al Reino Fútbol, recordó el golazo que anotó de tiro libre a pocos minutos de flinal.
Hasta el día de hoy, el zurdo asegura que ese es el mejor gol de su carrera.
¿Destino Sudamérica?
En su columna, Renzo Luvecce nos trae una reflexión sobre lo que ha sido el presente y pasado inmediato de Alexis Sánchez en el Udinese.
Su segunda etapa en el club italiano ha estado marcada por lesiones y falta de continuidad, además de una serie de rumores que lo ubican de vuelta en el continente americano.
Se ha hablando de la MLS, del América de México, de River Plate y, por supuesto, de la Universidad de Chile.
Pero, ¿qué pasará finalmente con Alexis? Lo sabremos dentro de un par de meses.
En Sudamérica, las puertas para el crack están siempre abiertas.
El fútbol no es solo un deporte. No es solo goles, camisetas y puntos. Es, como bien lo señaló Jean Beausejour en Reino Fútbol, un movimiento social en sí mismo. Y esa idea cobra fuerza cada vez que una pelota rueda en cualquier rincón del mundo.
En estadios gigantes o en canchas de tierra, el fútbol une. Cruza clases sociales, culturas, religiones e ideologías. El que cree que solo se trata de 22 personas corriendo detrás de un balón, no ha entendido su verdadera magnitud.
El fútbol es identidad. Es cultura popular. Es herencia. Pero también es protesta, espacio de resistencia, herramienta política, canal de expresión. Desde las pancartas en las galerías hasta los cánticos que exigen justicia, desde la visibilidad que le dio el deporte a causas como la igualdad de género, hasta las campañas por la paz, el fútbol ha sido un escenario más para hablar de lo que duele y lo que se sueña.
En América Latina, en particular, esta realidad es aún más intensa. Aquí el fútbol ha servido para denunciar desigualdades, unir pueblos divididos, encender procesos sociales. Los ídolos no solo representan clubes: representan barrios, esperanzas, frustraciones y sueños colectivos.
Y, al mismo tiempo, el fútbol ha sido también un espejo de lo peor: corrupción, racismo, discriminación. Pero su alcance lo vuelve poderoso: lo que se muestra en una cancha lo ve el mundo. Y eso obliga a responsabilizarse del mensaje que se entrega.
Por eso, cuando decimos que el fútbol es un movimiento social, no exageramos. Lo vivimos cada día. En cada gol, en cada hinchada, en cada historia.
El desafío ahora es entender ese poder. Y usarlo. Para construir, para incluir, para unir. Porque si el fútbol tiene esa capacidad de emocionarnos y conectarnos, también tiene la capacidad de transformarnos.
Más que un deporte, el fútbol puede —y debe— ser una fuerza de cambio.