Pititore Cabrera: El Acróbata del gol

Pititore Cabrera: El Acróbata del gol

A petición de nuestros seguidores, Cristián Arcos nos sumerge en la fascinante y acrobática historia de Víctor ‘Pititore’ Cabrera, un delantero que dejó una huella imborrable en el fútbol chileno, especialmente recordado por sus espectaculares celebraciones.

‘Pititore’ Cabrera se consagró como una gran figura en el San Luis de Quillota de los años 80, bajo la dirección técnica del recordado ‘Punto’ Silva. Este entrenador tenía la particularidad de bautizar a sus jugadores con apodos que comenzaban con la letra 'P', como Pato Yáñez, ‘Patato’ Martínez y ‘Papelucho’ Álvarez. En ese contexto, Víctor Cabrera no solo recibió su apodo, sino que se erigió como el goleador del equipo, llegando a ser el máximo artillero de la Segunda División y también de una edición de la Copa Chile.

Su olfato goleador lo llevó a Regional Atacama, donde, a pesar del descenso del equipo, ‘Pititore’ logró una hazaña personal al convertirse en el goleador del campeonato de Primera División. Este notable rendimiento despertó el interés de Colo-Colo, que lo contrató de inmediato. Cabrera no solo destacaba por su nivel futbolístico, sino también por su distintiva acrobacia al festejar: un complejo salto con una doble pirueta que se volvió icónico en el fútbol chileno de la década de los 80.

Más allá de sus goles y piruetas, ‘Pititore’ era conocido por su particular sentido del humor. Una anécdota famosa cuenta que le enseñó a su loro a insultar al entrenador de turno, Hernán ‘Clavito’ Godoy. Su carrera también incluyó pasos por Deportes La Serena, para luego regresar a San Luis de Quillota. En esta segunda etapa con los canarios, se convirtió en un ídolo y referente para un joven Humberto ‘Chupete’ Suazo, quien ha manifestado en múltiples ocasiones que Cabrera es uno de sus grandes inspiradores.

Hoy, Víctor ‘Pititore’ Cabrera vive en Quillota y sigue siendo recordado con cariño por sus goles, su alegría y, por supuesto, esa increíble pirueta que lo inmortalizó en la memoria colectiva del fútbol nacional.

Esta fue la increíble historia de Víctor ‘Pititore’ Cabrera. ¿Qué otra leyenda del fútbol chileno te gustaría recordar? ¡Déjanos tus comentarios en nuestras redes sociales y únete a la comunidad de Minuto 90 para participar en la sección #ArcosTeCuenta!

A petición de nuestros seguidores, Cristián Arcos nos sumerge en la fascinante y acrobática historia de Víctor ‘Pititore’ Cabrera, un delantero que dejó una huella imborrable en el fútbol chileno, especialmente recordado por sus espectaculares celebraciones.

‘Pititore’ Cabrera se consagró como una gran figura en el San Luis de Quillota de los años 80, bajo la dirección técnica del recordado ‘Punto’ Silva. Este entrenador tenía la particularidad de bautizar a sus jugadores con apodos que comenzaban con la letra 'P', como Pato Yáñez, ‘Patato’ Martínez y ‘Papelucho’ Álvarez. En ese contexto, Víctor Cabrera no solo recibió su apodo, sino que se erigió como el goleador del equipo, llegando a ser el máximo artillero de la Segunda División y también de una edición de la Copa Chile.

Su olfato goleador lo llevó a Regional Atacama, donde, a pesar del descenso del equipo, ‘Pititore’ logró una hazaña personal al convertirse en el goleador del campeonato de Primera División. Este notable rendimiento despertó el interés de Colo-Colo, que lo contrató de inmediato. Cabrera no solo destacaba por su nivel futbolístico, sino también por su distintiva acrobacia al festejar: un complejo salto con una doble pirueta que se volvió icónico en el fútbol chileno de la década de los 80.

Más allá de sus goles y piruetas, ‘Pititore’ era conocido por su particular sentido del humor. Una anécdota famosa cuenta que le enseñó a su loro a insultar al entrenador de turno, Hernán ‘Clavito’ Godoy. Su carrera también incluyó pasos por Deportes La Serena, para luego regresar a San Luis de Quillota. En esta segunda etapa con los canarios, se convirtió en un ídolo y referente para un joven Humberto ‘Chupete’ Suazo, quien ha manifestado en múltiples ocasiones que Cabrera es uno de sus grandes inspiradores.

Hoy, Víctor ‘Pititore’ Cabrera vive en Quillota y sigue siendo recordado con cariño por sus goles, su alegría y, por supuesto, esa increíble pirueta que lo inmortalizó en la memoria colectiva del fútbol nacional.

Esta fue la increíble historia de Víctor ‘Pititore’ Cabrera. ¿Qué otra leyenda del fútbol chileno te gustaría recordar? ¡Déjanos tus comentarios en nuestras redes sociales y únete a la comunidad de Minuto 90 para participar en la sección #ArcosTeCuenta!

Recomendado

Pocholo Azócar: La lealtad a Rangers

Esta vez rescatamos una historia de fidelidad incomparable en el fútbol chileno. A petición de nuestros seguidores, recordamos la increíble vida de Iván “Pocholo” Azócar, el hijo ilustre que lo dejó todo por defender la camiseta de Rangers de Talca.

La carrera de Azócar no comenzó en las divisiones inferiores, sino que fue descubierto por el entrenador Oscar Andrade en un partido amistoso mientras jugaba para su club de barrio en Talca. Su talento fue tal que fue reclutado de inmediato para el primer equipo rojinegro, donde se consolidó como un caudillo y un inamovible zaguero central.

Su momento de gloria llegó en 1969, cuando fue una de las grandes figuras del plantel que obtuvo el subcampeonato nacional, logrando una histórica clasificación a la Copa Libertadores de América, la única participación internacional en la historia del club piducano.

Sin embargo, su mayor prueba de lealtad llegó en 1974. En medio de una profunda crisis económica que obligó a Rangers a despedir a casi todo su plantel, Azócar tomó una decisión que lo convertiría en leyenda: en lugar de buscar otro equipo, se quedó entrenando con el club sin recibir sueldo, esperando que la institución se recuperara. Una vez superada la crisis, fue recontratado y completó toda su carrera en el equipo de su vida, disputando 411 partidos y anotando un único gol, frente a Audax Italiano.

Tras su retiro, se quedó a vivir en Talca y trabajó en un taller mecánico. En 2012, la ciudad le rindió el máximo honor al declararlo Hijo Ilustre, apenas dos meses antes de su lamentable fallecimiento. Una historia de amor por los colores que demuestra que la fidelidad, a veces, vale más que cualquier título.

¿Qué otra historia te gustaría que recordáramos en nuestras redes? ¡Te leemos en los comentarios para un próximo capítulo de #ArcosTeCuenta!

Cumple 81 años: un homenaje a Nelson Acosta

En una nueva columna para Minuto 90, Grace Lazcano rinde un merecido homenaje a Nelson Bonifacio Acosta, el legendario entrenador que este 12 de junio celebra 81 años de vida. A pesar de atravesar un momento complicado de salud, la figura del "Pelao" Acosta, uruguayo de nacimiento pero chileno de corazón, es recordada con cariño y admiración por su invaluable aporte al fútbol nacional.

Lazcano destaca a Acosta como, posiblemente, "el DT más infravalorado en la historia de Chile". Su legado imborrable incluye el retorno de la Selección Chilena a un Mundial después de 16 años, clasificando a Francia 98 con la icónica dupla de Iván Zamorano y Marcelo Salas como estandartes, y alcanzando los octavos de final en dicha cita planetaria. A esto se suma la histórica medalla de bronce conseguida en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.

La trayectoria de Don Nelson comenzó como jugador en clubes como Everton, O'Higgins y Peñarol, para luego brillar como entrenador, cosechando títulos con Unión Española, Cobreloa y Everton. Su ojo clínico para el talento joven es innegable: hizo debutar en Cobreloa a un joven Alexis Sánchez de 16 años el 12 de febrero de 2005, y también confió en Claudio Bravo y Arturo Vidal para sus estrenos en La Roja. Con 94 partidos dirigidos en la selección absoluta, Acosta sigue siendo el técnico con más encuentros y más victorias oficiales en la historia de Chile.

Hoy, mientras enfrenta una avanzada enfermedad de Alzheimer y un delicado estado de salud, el "Pelao" Acosta cumple 81 años. Grace Lazcano subraya la paradoja de que este apasionado entrenador, cuyos gritos al borde de la cancha y logros hicieron historia, aún no haya recibido el homenaje que merece.

Aguante Don Nelson.