Padre de Zidane Yáñez: ¡Reacción épica!

Padre de Zidane Yáñez: ¡Reacción épica!

Un momento que prometía ser una buena entrevista se transformó en una escena épica y viral. El protagonista fue Claudio Yáñez, padre del joven talento Zidane Yáñez, quien no pudo contener su emoción durante un partido crucial.

La tremenda reacción del padre se desató al presenciar uno de los goles con los que su hijo, Zidane, contribuyó al importante triunfo de la Selección Chilena Sub 17. Y no fue un triunfo cualquiera: la victoria fue nada menos que contra Argentina, encendiendo aún más la pasión del momento.

El gol fue clave para asegurar la victoria de La Roja juvenil, desatando la euforia contenida de Claudio Yáñez en un instante que rápidamente se viralizó en redes sociales. El emotivo registro, que muestra la alegría pura de un padre orgulloso, fue captado por las cámaras de @powergoltv y ha conmovido a los fanáticos del fútbol.

Un momento que prometía ser una buena entrevista se transformó en una escena épica y viral. El protagonista fue Claudio Yáñez, padre del joven talento Zidane Yáñez, quien no pudo contener su emoción durante un partido crucial.

La tremenda reacción del padre se desató al presenciar uno de los goles con los que su hijo, Zidane, contribuyó al importante triunfo de la Selección Chilena Sub 17. Y no fue un triunfo cualquiera: la victoria fue nada menos que contra Argentina, encendiendo aún más la pasión del momento.

El gol fue clave para asegurar la victoria de La Roja juvenil, desatando la euforia contenida de Claudio Yáñez en un instante que rápidamente se viralizó en redes sociales. El emotivo registro, que muestra la alegría pura de un padre orgulloso, fue captado por las cámaras de @powergoltv y ha conmovido a los fanáticos del fútbol.

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Bicampeones de América: ¿con cuántos de ellos te gustaría jugar?

Al mirar hacia atrás, es inevitable sentir que fuimos testigos de algo irrepetible. La generación dorada del fútbol chileno no solo rompió récords. Nos regaló identidad, carácter y una forma única de competir. Hoy, varios de esos nombres ya no están en las nóminas, pero siguen presentes en la memoria colectiva de los hinchas. Y ante la pregunta que nos plantea Pelotazo: “¿Con cuántos de esos bicampeones de América te gustaría jugar?”, la respuesta tiene más emoción que táctica.

Porque no se trata solo de talento. Se trata de mística. De temperamento. De entender el peso de la camiseta. Y esa camada, la que conquistó las Copas América de 2015 y 2016, lo entendió todo.

Claudio Bravo, con su liderazgo sereno y atajadas imposibles, fue el muro que sostuvo más de una hazaña. Gary Medel, símbolo de garra y entrega, jugaba como si cada partido fuera el último. Arturo Vidal, pura potencia, carácter y despliegue. Charles Aránguiz, el silencioso que hacía jugar a todos. Alexis Sánchez, incansable, impredecible, desequilibrante. Y Eduardo Vargas, el que convirtió goles como si fuera lo más simple del mundo.

¿Con cuántos de ellos te gustaría compartir cancha? ¿A quién dejarías afuera? Preguntas imposibles. Porque fueron un equipo de verdad. Se potenciaban entre sí. Se cubrían las espaldas. Se peleaban y se abrazaban con la misma intensidad.

Hoy, que el fútbol chileno busca reconstruirse, la nostalgia por esos bicampeones se vuelve aún más poderosa. No porque vivamos del pasado, sino porque aún no aparece una generación que nos haga olvidar aquella. Y eso habla de lo grande que fueron.

El legado de los bicampeones no está solo en los títulos. Está en la forma en que nos hicieron sentir. En cómo se enfrentaban sin miedo a gigantes. En cómo hicieron que millones creyeran que sí era posible.

¿Con cuántos de ellos jugarías? Tal vez con todos. Porque juntos, escribieron la página más gloriosa del fútbol chileno.

"Podridos": el malestar del hincha tras el empate con Ecuador

Podrido. Esa es la palabra que, con crudeza, mejor resume el sentir de miles de hinchas en Chile, según Pelotazo.

El público de la Selección Chilena en el Estadio Nacional, tantas veces criticado por su tibieza, ahora se hizo sentir. Los nuevamente tardíos cambios de Ricardo Gareca estaban a la vista de todos los presentes en Ñuñoa, menos para el Tigre.

Y cuando finalmente los hizo, parecía que el resultado, un amargo empate sin goles que nos sigue alejando del Mundial 2026, ya estaba sellado.