Haroldo Peña: Origen del León de Collao

Haroldo Peña: Origen del León de Collao

Cristián Arcos desentraña una de esas historias imperdibles del fútbol chileno: el verdadero origen del apodo "León de Collao", tan característico de Deportes Concepción. Lo curioso, y que rompe la regla general, es que este sobrenombre no nació con el club, sino que se traspasó desde un jugador emblemático hacia la institución.

Arcos nos cuenta que, con Deportes Concepción nuevamente generando conversación en el fútbol chileno, es inevitable escuchar sobre el "León de Collao". Pero, ¿de dónde viene este apelativo para el cuadro lila? La historia se remonta a Haroldo Peña, un zaguero central que vistió los colores penquistas a finales de la década del 60. Aunque solo jugó dos temporadas allí, una de ellas fue fantástica, logrando el ascenso a la Primera División, seguida de otra bastante regular.

Fue tras un partido especialmente bravo y fiero contra la Universidad Técnica que la prensa de la época lo bautizó como el "León de Collao", destacando su garra, fiereza, coraje y particular manera de jugar. El cariño de la hinchada fue tal, que rápidamente comenzaron a llamar "el León" a Peña. Con el tiempo, fueron los mismos aficionados quienes empezaron a identificar al equipo completo como el "León de Collao".

La identificación fue tan profunda que, en 1998, el club Deportes Concepción decidió cambiar su insignia, reemplazando el águila que ostentaba por la figura de un león, consolidando así el apodo. Haroldo Peña falleció en 2013 y fue sepultado en Concepción, recibiendo los honores con la vestimenta y los colores del cuadro lila, que para entonces ya era universalmente conocido como el "León de Collao".

Cristián Arcos desentraña una de esas historias imperdibles del fútbol chileno: el verdadero origen del apodo "León de Collao", tan característico de Deportes Concepción. Lo curioso, y que rompe la regla general, es que este sobrenombre no nació con el club, sino que se traspasó desde un jugador emblemático hacia la institución.

Arcos nos cuenta que, con Deportes Concepción nuevamente generando conversación en el fútbol chileno, es inevitable escuchar sobre el "León de Collao". Pero, ¿de dónde viene este apelativo para el cuadro lila? La historia se remonta a Haroldo Peña, un zaguero central que vistió los colores penquistas a finales de la década del 60. Aunque solo jugó dos temporadas allí, una de ellas fue fantástica, logrando el ascenso a la Primera División, seguida de otra bastante regular.

Fue tras un partido especialmente bravo y fiero contra la Universidad Técnica que la prensa de la época lo bautizó como el "León de Collao", destacando su garra, fiereza, coraje y particular manera de jugar. El cariño de la hinchada fue tal, que rápidamente comenzaron a llamar "el León" a Peña. Con el tiempo, fueron los mismos aficionados quienes empezaron a identificar al equipo completo como el "León de Collao".

La identificación fue tan profunda que, en 1998, el club Deportes Concepción decidió cambiar su insignia, reemplazando el águila que ostentaba por la figura de un león, consolidando así el apodo. Haroldo Peña falleció en 2013 y fue sepultado en Concepción, recibiendo los honores con la vestimenta y los colores del cuadro lila, que para entonces ya era universalmente conocido como el "León de Collao".

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Hinchas de la U palpitan el Clásico: ¿Los más 'Clasiqueros'?

En la antesala de un nuevo Clásico Universitario, la pasión azul se enciende y los recuerdos de hazañas pasadas avivan la llama de los fanáticos. El equipo de Minuto 90, en su característica #coberturaminuto90, pulsó el ambiente entre los hinchas de Universidad de Chile, consultándoles directamente: Para el seguidor de la U, ¿cuáles son los jugadores más 'clasiqueros', especialmente recordados en los duelos ante Universidad Católica?

Las respuestas no se hicieron esperar y un crisol de nombres legendarios emergió desde la memoria colectiva de los forofos azules. Figuras como Marcelo Salas fueron coreadas con fervor: "¡Marcelo Salas, Marcelo Salas!", exclamó un hincha, mientras otro rememoraba: "El Matador Salas '94 fue fundamental para nuestro campeonato. ¡Cómo olvidar al Matador!". Junto a él, Eduardo Vargas también se posicionó como uno de los preferidos.

Otro nombre que resonó con fuerza fue el de Gustavo Canales, con un aficionado evocando su icónica actuación: "¡Canales, Canales, Canales en el cotillón, las tres pepas de Canales!". La estampa de Johnny Herrera, el "Samurái Azul", fue ineludible para muchos: "El más grande, el último ídolo es Johnny Herrera", sentenció un seguidor, destacando cómo "calentaba los partidos".

La lista de ídolos clasiqueros se extendió, incluyendo a Charles Aránguiz, calificado por un fan como "nuestro capitán". Diego Rivarola, "Gokú", también fue un nombre recurrente: "Diego Rivarola que siempre la mostraba en los clásicos", y otro añadió, "Inevitable acordarse de Rivarola. Rivarola indiscutiblemente... siempre un clasiquero total". Finalmente, jugadores como Leandro Fernández, de quien se dijo "siempre mete con la Católica", Walter Montillo, Pedro "Heidi" González, Leo Rodríguez y Marcelo Díaz completaron el selecto grupo de futbolistas que, según los hinchas, dejaron una huella imborrable en la historia de los Clásicos Universitarios.

¿Cómo eran los clásicos universitarios de los 60?

En el fervor que siempre rodea al Clásico Universitario, la cobertura de Minuto 90 en terreno nos permitió encontrar una voz cargada de historia y nostalgia. Un hincha de Universidad de Chile, con seis décadas asistiendo al estadio, compartió sus recuerdos sobre cómo se vivían antaño estos trascendentales encuentros del fútbol chileno.

"Hace 60 años que vengo al estadio", confiesa el fanático azul, para quien la U es "todo, es una cosa interna, sentimiento, como dice el refrán, puro sentimiento. Es así desde pequeñito, desde los cuatro o cinco años que soy de la U y de ahí nunca más he dejado de alentar a este equipo".

Al rememorar los Clásicos Universitarios de antaño, el hincha destaca un elemento que, según él, se ha perdido con el tiempo: la competencia de las barras. "La presentación de las barras era lo que atraía montones. A veces los partidos eran horribles", admite, pero lamenta que esa tradición "se haya transformado más bien en un negocio que otra cosa en sí. El espíritu tanto de la U como de la Católica se mostraba en la competencia de barra".

Finalmente, al ser consultado sobre lo más lindo de ser seguidor del Romántico Viajero, no duda: "Es emocionante, sobre todo cuando suena el himno. Es una cosa que llena pero entero". Una anécdota que refleja la pasión incondicional que despierta el fútbol y, en particular, uno de los duelos con más historia de Chile.