Mimica revela cómo nació su "Tuya, Mía"

Mimica revela cómo nació su "Tuya, Mía"

Vladimiro Mimica, legendario relator deportivo, estuvo como invitado en el programa Reino Fútbol, conducido por Cristián Arcos, para desentrañar el origen de una de sus frases más emblemáticas y que se instaló en el corazón de los futboleros: el inolvidable "Tuya, mía, para ti, para mí".

Consultado por Arcos sobre cómo surgió esta expresión, que ha trascendido el relato deportivo para convertirse en parte del "ideario colectivo nacional", Mimica reveló su inspiración. "Cuando tú tienes la pelota y comienzas a entretenerte, la pelota va para allá, va para acá. Tuya, Cristian, mía para ti. Para mí", explicó, rememorando los juegos infantiles y el fútbol de asociación. "Me nació recordando lo que hacíamos nosotros cuando cabro chico tocando la pelota, tac, tac, tuya, mía, para ti, para mí. Es parte del juego", confesó el relator, asociando la frase al buen fútbol y al toque corto, como en el "tontito".

Pero el "Tuya, mía, para ti, para mí" no fue la única joya lingüística que Mimica aportó al imaginario futbolístico. En la conversación, también recordó otras de sus creaciones como "Teje un chuapino la pelota en el rincón de las ánimas donde las arañas tejen el nido", "la ratonera", "la puñalada a las espaldas" y el famoso "No diga gol, diga Tunga", cuando el delantero brasileño brillaba en Colo Colo.

Para conocer más detalles de esta entretenida conversación y otras anécdotas del fútbol, puedes revisar el capítulo completo de Reino Fútbol en el canal de YouTube de Minuto 90 y también disfrutarlo en las pantallas de Zapping Sports.

Vladimiro Mimica, legendario relator deportivo, estuvo como invitado en el programa Reino Fútbol, conducido por Cristián Arcos, para desentrañar el origen de una de sus frases más emblemáticas y que se instaló en el corazón de los futboleros: el inolvidable "Tuya, mía, para ti, para mí".

Consultado por Arcos sobre cómo surgió esta expresión, que ha trascendido el relato deportivo para convertirse en parte del "ideario colectivo nacional", Mimica reveló su inspiración. "Cuando tú tienes la pelota y comienzas a entretenerte, la pelota va para allá, va para acá. Tuya, Cristian, mía para ti. Para mí", explicó, rememorando los juegos infantiles y el fútbol de asociación. "Me nació recordando lo que hacíamos nosotros cuando cabro chico tocando la pelota, tac, tac, tuya, mía, para ti, para mí. Es parte del juego", confesó el relator, asociando la frase al buen fútbol y al toque corto, como en el "tontito".

Pero el "Tuya, mía, para ti, para mí" no fue la única joya lingüística que Mimica aportó al imaginario futbolístico. En la conversación, también recordó otras de sus creaciones como "Teje un chuapino la pelota en el rincón de las ánimas donde las arañas tejen el nido", "la ratonera", "la puñalada a las espaldas" y el famoso "No diga gol, diga Tunga", cuando el delantero brasileño brillaba en Colo Colo.

Para conocer más detalles de esta entretenida conversación y otras anécdotas del fútbol, puedes revisar el capítulo completo de Reino Fútbol en el canal de YouTube de Minuto 90 y también disfrutarlo en las pantallas de Zapping Sports.

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Paci: “Pensaba que era imposible no ser de Cobreloa”

En un nuevo capítulo de Reino Fútbol, el conductor Cristián Arcos conversó con el periodista y músico Álvaro Paci, quien reveló una de sus grandes pasiones más allá de sus profesiones: su incondicional amor por Cobreloa.

Lo llamativo, y que genera la pregunta de Arcos, es cómo una persona de Santiago se convierte en hincha de un equipo a miles de kilómetros. Paci explica que, aunque hoy parezca extraño, en su generación era muy común. “Nací en el 75, cuando tenía 6 o 7 años era bastante más habitual. Tenía en el colegio compañeros, la mitad del curso era de Cobreloa”, confesó.

El invitado detalló que su fanatismo nació al crecer viendo a un equipo “prácticamente invencible”, que ostentó un invicto de cinco años en Calama y alcanzó dos finales de Copa Libertadores. Además de la gloria deportiva, a Paci lo cautivó toda la mística del club: “El zorro, la sirena, la onda del naranjo, y también lo que tiene que ver con los mineros, una de las grandes fuentes de riqueza de nuestro país”.

Esta suma de factores forjó su identidad loína a tal punto que, según sus propias palabras, no concebía otra opción. “Yo de verdad pensaba de niño que es imposible no ser de Cobreloa. Le decía a mis amigos: ‘¿Pero por qué eres de la Católica o de la U?’. No lo entendía”, recordó Paci, admitiendo que con el tiempo ha recibido varios “baños de humildad”.

El capítulo completo de Reino Fútbol con la historia de Álvaro Paci ya está disponible en Zapping Sports y en nuestro canal de Youtube.

Julio Martínez: el legado del más grande

En el marco del Día Internacional del Periodista Deportivo, celebrado cada 2 de julio, es una obligación en la industria rendir homenaje a una figura inigualable: el gran Julio Martínez. Su legado no solo marcó una época, sino que se convirtió en un estándar de excelencia que inspira a las nuevas generaciones de comunicadores.

Con un cuidado por la palabra y un “castellano perfecto”, JM trascendió las canchas de fútbol. Fue un hombre que, al ser reconocido por la Real Academia de la Lengua, habló de la “latencia de un corazón regocijado” y que se dirigía a su público como los “amables oyentes”. Su voz no solo narró hazañas deportivas, sino que también se alzó con indignación ante la mercantilización del fútbol, como cuando criticó la venta de Unión Española.

La influencia de Julio Martínez excedió por completo el ámbito deportivo. En la primera Teletón, con un discurso improvisado, despertó los corazones de millones al clamar “un canto a la vida, un canto a la dicha, un canto al amor”. Asimismo, dejó reflexiones profundas sobre la humanidad, como cuando afirmó: “¿Usted cree que alguien gana con la guerra? La guerra la pierde la humanidad”.

JM se transformó en parte de la cultura, la historia y la familia de Chile. Antes de él, el periodismo deportivo era distinto; después de él, todo cambió. Por eso, recordarlo es un deber, y rendirle tributo es simplemente un acto de “justicia divina para el mejor de los nuestros”. Gracias por todo, maestro.