Mimica alza la voz: ¡Bandas en el fútbol!

Mimica alza la voz: ¡Bandas en el fútbol!

En el más reciente capítulo de Reino Fútbol, conducido por Cristián Arcos, el destacado comunicador Vladimiro Mimica no se guardó nada y abordó con dureza la creciente problemática de la violencia que afecta al fútbol chileno. Su intervención fue una potente denuncia contra las bandas criminales que, según afirmó, han infiltrado el deporte.

Mimica fue enfático al señalar que "el narcotráfico está utilizando el fútbol". Coincidiendo con el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, aseguró que "hay bandas criminales, asociaciones criminales delictuales, que se visten de hinchas del fútbol para ir a dañar con cuchillos, piedras, armas en los estadios".

Con nostalgia, Mimica recordó tiempos pasados: "Yo me quiero quedar con las barras estudiantiles, con las que cantaban. Había Clásico Universitario, iba la familia". Lejos de un romanticismo vacío, subrayó la urgencia de "devolverle al fútbol lo que el fútbol puede provocar y que provoca en otras partes del mundo", citando como ejemplo la cultura deportiva en Europa, donde "se juega de cara a la cancha, sin ningún obstáculo".

Finalmente, el comunicador hizo un llamado a asumir responsabilidades concretas, criticando la dilución de las mismas cuando "somos todos responsables, al final nadie es responsable". En esta línea, incluyó una autocrítica al rol de los medios: "¿Cómo comunicamos, cómo encendemos los clásicos, a veces despiadadamente, para tener un punto más de sintonía? No vale la pena. Tenés que volver a relatar", sentenció, en una clara alusión a la necesidad de un periodismo deportivo más constructivo.

Revive la potente reflexión de Vladimiro Mimica en Reino Fútbol. El capítulo completo ya está disponible en el canal de YouTube de Minuto 90.

En el más reciente capítulo de Reino Fútbol, conducido por Cristián Arcos, el destacado comunicador Vladimiro Mimica no se guardó nada y abordó con dureza la creciente problemática de la violencia que afecta al fútbol chileno. Su intervención fue una potente denuncia contra las bandas criminales que, según afirmó, han infiltrado el deporte.

Mimica fue enfático al señalar que "el narcotráfico está utilizando el fútbol". Coincidiendo con el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, aseguró que "hay bandas criminales, asociaciones criminales delictuales, que se visten de hinchas del fútbol para ir a dañar con cuchillos, piedras, armas en los estadios".

Con nostalgia, Mimica recordó tiempos pasados: "Yo me quiero quedar con las barras estudiantiles, con las que cantaban. Había Clásico Universitario, iba la familia". Lejos de un romanticismo vacío, subrayó la urgencia de "devolverle al fútbol lo que el fútbol puede provocar y que provoca en otras partes del mundo", citando como ejemplo la cultura deportiva en Europa, donde "se juega de cara a la cancha, sin ningún obstáculo".

Finalmente, el comunicador hizo un llamado a asumir responsabilidades concretas, criticando la dilución de las mismas cuando "somos todos responsables, al final nadie es responsable". En esta línea, incluyó una autocrítica al rol de los medios: "¿Cómo comunicamos, cómo encendemos los clásicos, a veces despiadadamente, para tener un punto más de sintonía? No vale la pena. Tenés que volver a relatar", sentenció, en una clara alusión a la necesidad de un periodismo deportivo más constructivo.

Revive la potente reflexión de Vladimiro Mimica en Reino Fútbol. El capítulo completo ya está disponible en el canal de YouTube de Minuto 90.

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Hay plantel: la banca de lujo que ilusiona a la Roja

La Selección Chilena se prepara para su próximo desafío con una certeza que se repite cada vez más en la conversación futbolera nacional: hay plantel. Atrás quedaron los años en que una baja en la oncena titular era sinónimo de preocupación. Hoy, la banca de suplentes también promete.

Lo dijo Jean Beausejour, lo comentan los medios, lo perciben los hinchas. La Roja tiene fondo de armario, y eso en torneos exigentes como la Copa América puede marcar la diferencia. Ya no se trata solo de once nombres que entran a la cancha. Se trata de un grupo amplio, competitivo, con variantes y perfiles distintos.

Basta mirar las alternativas. Jugadores que en otros tiempos eran fijos en la titular hoy esperan su oportunidad con humildad y hambre. Jóvenes que vienen empujando fuerte, experimentados con rodaje internacional, especialistas en roles clave. Todos con una misma misión: sumar cuando les toque.

Esta profundidad de plantel permite soñar con rotaciones sin perder nivel, con estrategias flexibles, con la capacidad de adaptarse a distintos rivales. Pero también es una señal del trabajo serio que se viene haciendo en la interna. Gareca ha logrado algo que parecía perdido: armar un equipo con competencia interna sana, sin egos desbordados y con roles bien definidos.

Chile no solo tiene una generación nueva en crecimiento. También tiene nombres consolidados, y sobre todo, un cuerpo técnico que cree en el colectivo por sobre las individualidades.

El torneo está a la vuelta de la esquina. Y si bien los partidos se ganan en la cancha, contar con una banca fuerte es una ventaja táctica, emocional y estratégica.

Hay plantel. Y con eso, hay motivos para ilusionarse.

Hay que cuidar el fútbol: el llamado de quienes aman este juego

Por estos días, donde la polémica, la desinformación y los intereses cruzados parecen tomar protagonismo en el fútbol chileno, una frase vuelve a tomar fuerza: hay que cuidar el fútbol. No se trata de una consigna vacía, sino de un llamado urgente desde dentro del mismo deporte.

Porque el fútbol no solo se juega en la cancha. Se juega en los pasillos de los clubes, en las oficinas de los dirigentes, en las decisiones de los árbitros y en el relato de los medios. Se juega también en la relación con los hinchas, en la credibilidad del torneo, en el respeto por los valores que le dieron sentido a este juego desde sus inicios.

La reflexión es clara: si no se protege el espíritu del fútbol, lo demás pierde valor. Si se privilegia la conveniencia por sobre la justicia deportiva, si se manipula el reglamento según la camiseta, si se debilita la transparencia institucional, el espectáculo termina vaciándose.

Y por eso, figuras del entorno futbolero —jugadores, entrenadores, periodistas— han levantado la voz. No desde la polémica gratuita, sino desde la preocupación real. Porque saben que cuando el fútbol se mancha, pierde su conexión con la gente. Y sin esa conexión, no queda nada.

Cuidar el fútbol es respetar al hincha. Es no banalizar las reglas. Es formar con ética. Es mirar a largo plazo. Es exigir lo mismo a todos. Es entender que detrás de cada partido hay historia, hay esfuerzo, hay comunidad.

Hoy, más que nunca, esa frase debe dejar de ser un eslogan y convertirse en acción. Porque cuidar el fútbol es cuidarnos a todos. A los que jugamos, a los que relatamos, a los que soñamos.

Y si aún hay tiempo, cuidémoslo. Antes de que sea tarde.