"Llave cerrada": Euforia azul tras goleada

"Llave cerrada": Euforia azul tras goleada

La goleada de Universidad de Chile sobre Guaraní por la Copa Sudamericana desató la euforia total de sus hinchas. A la salida del estadio, el ambiente era de carnaval y la confianza estaba por las nubes, con muchos fanáticos considerando que la clasificación a octavos de final es un hecho, pese a que aún resta el partido de vuelta.

El sentimiento generalizado es que la "llave ya está cerrada", y la mente de los seguidores azules ya está puesta en el próximo desafío: Independiente de Avellaneda. "Vamos a ir campeones, hermano", y "a cualquiera le vamos a ganar", fueron algunas de las frases que se escucharon, reflejando la convicción en el plantel y el cuerpo técnico. Sin embargo, no todo fue exceso de confianza, ya que algunos llamaron a la calma: "No hay que confiarse, hay que ir a buscar la llave con todo".

En cuanto a las figuras del partido, los hinchas tuvieron a sus favoritos. Lucas Assadi fue uno de los más elogiados por su espectacular actuación, siendo calificado como "la clave del partido", aunque un fanático reconoció que "igual se falló alguna cosa". Otros destacaron el rendimiento de jugadores como Matías Zaldivia, pero el reconocimiento máximo, como es costumbre, fue para Charles Aránguiz.

El "Príncipe" fue calificado de "maestro" e "impresionante", destacando que "maneja todos los tiempos del equipo sin pelota y con pelota". Para la gente, Aránguiz sigue siendo la gran figura y el pilar fundamental de un equipo que, según sus hinchas, está para soñar en grande en el torneo continental.

La goleada de Universidad de Chile sobre Guaraní por la Copa Sudamericana desató la euforia total de sus hinchas. A la salida del estadio, el ambiente era de carnaval y la confianza estaba por las nubes, con muchos fanáticos considerando que la clasificación a octavos de final es un hecho, pese a que aún resta el partido de vuelta.

El sentimiento generalizado es que la "llave ya está cerrada", y la mente de los seguidores azules ya está puesta en el próximo desafío: Independiente de Avellaneda. "Vamos a ir campeones, hermano", y "a cualquiera le vamos a ganar", fueron algunas de las frases que se escucharon, reflejando la convicción en el plantel y el cuerpo técnico. Sin embargo, no todo fue exceso de confianza, ya que algunos llamaron a la calma: "No hay que confiarse, hay que ir a buscar la llave con todo".

En cuanto a las figuras del partido, los hinchas tuvieron a sus favoritos. Lucas Assadi fue uno de los más elogiados por su espectacular actuación, siendo calificado como "la clave del partido", aunque un fanático reconoció que "igual se falló alguna cosa". Otros destacaron el rendimiento de jugadores como Matías Zaldivia, pero el reconocimiento máximo, como es costumbre, fue para Charles Aránguiz.

El "Príncipe" fue calificado de "maestro" e "impresionante", destacando que "maneja todos los tiempos del equipo sin pelota y con pelota". Para la gente, Aránguiz sigue siendo la gran figura y el pilar fundamental de un equipo que, según sus hinchas, está para soñar en grande en el torneo continental.

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Toda la vida en el estadio: la hincha azul de 90 años

Para Inés Martínez, aún con sus 90 años, nada levanta pasiones como la Universidad de Chile.

No todos los equipos despiertan una pasión que resiste el paso del tiempo, los fracasos deportivos y los años sin títulos. Pero la U no es cualquier equipo. Es una bandera. Un sentimiento que va mucho más allá del resultado del fin de semana, sino pregúntenle a Inés en cada estadio que juegan los azules.

Para muchos hinchas azules, la frase “de la U aunque gane” no es ironía. Es convicción. Es una forma de asumir que el amor por los colores no está condicionado por los puntos en la tabla. Porque ser de la U es creer incluso cuando la historia reciente no acompaña.

La U no ha tenido una década fácil. Títulos esquivos, procesos rotos, promesas incumplidas. Y sin embargo, cada domingo, miles de personas visten la camiseta con el mismo orgullo de siempre. Hay algo en ese vínculo que no se explica con números: se explica con identidad.

El hincha de la U tiene memoria. Recuerda las gestas épicas de los 90, el histórico 2011, los goles de Rivarola, las atajadas de Johnny, la entrega de Osvaldo González, el fútbol de Charles Aránguiz. Pero también recuerda las caídas, las finales perdidas, los años de sufrimiento. Y sigue ahí.

Porque más que un club, la U es una forma de vivir el fútbol. Con pasión, con nervio, con corazón. Sin importar si se gana o se pierde. Lo que importa es estar. Acompañar. Creer.

En una época en que muchas hinchadas se definen por el éxito, la U conserva algo romántico: la idea de que ser hincha es incondicional. Y en eso, tal vez, reside su grandeza.

De la U, aunque gane. Aunque suene absurdo. Aunque parezca al revés. Porque para quien creció amando a la U, no hay resultado que defina ese amor. Solo el orgullo de seguir ahí, siempre.