¡Feliz cumpleaños, 'Loco' Bielsa!

¡Feliz cumpleaños, 'Loco' Bielsa!

Este 21 de julio no es un día cualquiera para el mundo del fútbol. En una jornada como hoy, pero de 1955, nació Marcelo Alberto Bielsa Caldera, un verdadero maestro cuyo amor desmedido por el balón lo transformó en una figura de culto. En Minuto 90 rendimos homenaje a un hombre que marcó un antes y un después en nuestro país.

Fue en 2007 cuando el camino del “Loco” se cruzó con el de la Selección Chilena, dando inicio a una revolución que cambiaría la historia de La Roja. Más allá de los resultados, Bielsa sembró una filosofía de trabajo y una mentalidad que resuenan hasta hoy. Como él mismo afirmaba, “en cualquier tarea se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados”.

Su legado se cimenta en enseñanzas que trascienden la cancha. Bielsa nos recordó que el éxito y el fracaso son dos caras de la misma moneda. “El éxito es deformante, relaja, engaña, nos vuelve peores (...). El fracaso es formativo, nos vuelve sólidos”, sentenciaba. Es por esta coherencia y convicción que en Minuto 90 no dudamos en considerarlo nuestro máximo exponente y santo patrono.

El cariño es mutuo, algo que el propio estratega rosarino dejó claro con una de sus frases más recordadas sobre su paso por el país: “Considero mis tres años y medio en Chile como un regalo de la vida. Aprendí a amar la vida estando aquí”. Una declaración que sella un vínculo eterno con los hinchas chilenos.

Y para ti, ¿cuál es tu mejor recuerdo de Marcelo Bielsa en Chile?

Este 21 de julio no es un día cualquiera para el mundo del fútbol. En una jornada como hoy, pero de 1955, nació Marcelo Alberto Bielsa Caldera, un verdadero maestro cuyo amor desmedido por el balón lo transformó en una figura de culto. En Minuto 90 rendimos homenaje a un hombre que marcó un antes y un después en nuestro país.

Fue en 2007 cuando el camino del “Loco” se cruzó con el de la Selección Chilena, dando inicio a una revolución que cambiaría la historia de La Roja. Más allá de los resultados, Bielsa sembró una filosofía de trabajo y una mentalidad que resuenan hasta hoy. Como él mismo afirmaba, “en cualquier tarea se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados”.

Su legado se cimenta en enseñanzas que trascienden la cancha. Bielsa nos recordó que el éxito y el fracaso son dos caras de la misma moneda. “El éxito es deformante, relaja, engaña, nos vuelve peores (...). El fracaso es formativo, nos vuelve sólidos”, sentenciaba. Es por esta coherencia y convicción que en Minuto 90 no dudamos en considerarlo nuestro máximo exponente y santo patrono.

El cariño es mutuo, algo que el propio estratega rosarino dejó claro con una de sus frases más recordadas sobre su paso por el país: “Considero mis tres años y medio en Chile como un regalo de la vida. Aprendí a amar la vida estando aquí”. Una declaración que sella un vínculo eterno con los hinchas chilenos.

Y para ti, ¿cuál es tu mejor recuerdo de Marcelo Bielsa en Chile?

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El mejor gol de Carlos Villanueva

Fue uno de sus primeros goles, pero lo marcó para siempre.

En la lejana Copa América de 2007, la Roja se despidió con una abultada goleada en contra ante Brasil. Pero antes de eso, el equipo de Nelson Acosta vivió algunas alegrías como la agónica victoria ante Ecuador en fase de grupos.

Carlos Villanueva fue uno de esos protagonistas y, en su visita al Reino Fútbol, recordó el golazo que anotó de tiro libre a pocos minutos de flinal.

Hasta el día de hoy, el zurdo asegura que ese es el mejor gol de su carrera.

El viejo debate: ¿ver campeón a tu equipo o a tu país?

Hay una pregunta que atraviesa generaciones, discusiones de sobremesa, mesas de café y cabinas radiales: ¿Qué prefieres? ¿Ver campeón a tu selección en un Mundial o a tu equipo en la Copa Libertadores?

No hay respuesta correcta. Pero sí hay pasiones distintas.

En Reino Fútbol, Kaiser lo dijo sin titubeos: prefiere ver a la U campeón de la Libertadores que a Chile ganando el Mundial. Y esa afirmación, lejos de ser polémica, abre una reflexión más profunda sobre los afectos que construimos en el fútbol.

Para muchos, el club es lo cotidiano. Es lo que se hereda, lo que se vive semana a semana, lo que acompaña en las buenas y en las malas. El club está en la ciudad, en la familia, en la memoria de infancia. La selección, en cambio, aparece de forma más esporádica. Es la nación. Es el estallido colectivo. Pero para muchos, no tiene la misma intimidad emocional.

La Copa Libertadores es el sueño continental. El título que obsesiona. El que separa a los clubes grandes de los legendarios. Y cuando tu equipo nunca la ha ganado, como le pasa a Universidad de Chile, el deseo se vuelve aún más profundo. Casi vital.

Por otro lado, ganar un Mundial parece el pináculo absoluto del fútbol. La gloria máxima. Pero para algunos, es un logro que no toca tan de cerca como lo haría ver a su escudo levantar la copa en Sudamérica.

Este viejo debate no tiene ganadores. Solo tiene hinchas. Y en ese sentido, cada respuesta es legítima. Porque lo importante no es qué elegirías tú. Lo importante es que el fútbol nos hace imaginar esas posibilidades, y en ese ejercicio, nos recuerda por qué lo amamos tanto.