El trágico origen del N° 74 de Mohamed Salah

El trágico origen del N° 74 de Mohamed Salah

En una nueva columna para Minuto 90, la periodista Grace Lazcano desentraña la dolorosa historia que conecta el número 74 que Mohamed Salah usó en la Fiorentina con una de las mayores tragedias del fútbol egipcio, protagonizada por el club Al-Ahly, participante del Mundial de Clubes 2025.

La historia se remonta a los Ultras Ahlawy, la barra del gigante de Egipto, fundada en 2007. Este grupo de hinchas no solo se dedicó a alentar a su equipo, sino que también jugó un rol clave durante la revolución de 2011 en la Plaza Tahrir, el corazón de El Cairo. Allí, se unieron a las protestas contra el régimen de Hosni Mubarak, protegiendo a los manifestantes de la represión policial e incluso coordinándose con sus clásicos rivales, los ultras del Zamalek.

Tras la caída del dictador, la tensión no disminuyó. El 1 de febrero de 2012, en Puerto Said, se desató la tragedia. Durante un partido entre el equipo local, Al Masri, y el Al-Ahly, los hinchas locales invadieron la cancha armados con cuchillos, piedras y botellas, atacando a los jugadores y simpatizantes de los diablos rojos. Ante la inacción de la policía y con los accesos cerrados, se produjo una estampida humana que dejó un saldo de 74 muertos, 72 de ellos hinchas del Al-Ahly. Muchos sostienen que fue una venganza planificada por parte de las autoridades.

Este hecho marcó un antes y un después en el fútbol egipcio. La liga fue suspendida por años y se jugó sin público durante seis. Varios jugadores renunciaron, mientras que otros, como un joven Mohamed Salah, partieron al extranjero. Años más tarde, al llegar a la Fiorentina, el goleador eligió el dorsal 74 como un emotivo homenaje a las víctimas de esa masacre. A pesar de que los ultras son considerados terroristas en Egipto desde 2015, su espíritu sigue vivo, como lo demostró un lienzo desplegado en un partido contra el Inter Miami. Así, el Al-Ahly, el segundo club con más trofeos internacionales del mundo, carga con una profunda herida que nunca sanó.

En una nueva columna para Minuto 90, la periodista Grace Lazcano desentraña la dolorosa historia que conecta el número 74 que Mohamed Salah usó en la Fiorentina con una de las mayores tragedias del fútbol egipcio, protagonizada por el club Al-Ahly, participante del Mundial de Clubes 2025.

La historia se remonta a los Ultras Ahlawy, la barra del gigante de Egipto, fundada en 2007. Este grupo de hinchas no solo se dedicó a alentar a su equipo, sino que también jugó un rol clave durante la revolución de 2011 en la Plaza Tahrir, el corazón de El Cairo. Allí, se unieron a las protestas contra el régimen de Hosni Mubarak, protegiendo a los manifestantes de la represión policial e incluso coordinándose con sus clásicos rivales, los ultras del Zamalek.

Tras la caída del dictador, la tensión no disminuyó. El 1 de febrero de 2012, en Puerto Said, se desató la tragedia. Durante un partido entre el equipo local, Al Masri, y el Al-Ahly, los hinchas locales invadieron la cancha armados con cuchillos, piedras y botellas, atacando a los jugadores y simpatizantes de los diablos rojos. Ante la inacción de la policía y con los accesos cerrados, se produjo una estampida humana que dejó un saldo de 74 muertos, 72 de ellos hinchas del Al-Ahly. Muchos sostienen que fue una venganza planificada por parte de las autoridades.

Este hecho marcó un antes y un después en el fútbol egipcio. La liga fue suspendida por años y se jugó sin público durante seis. Varios jugadores renunciaron, mientras que otros, como un joven Mohamed Salah, partieron al extranjero. Años más tarde, al llegar a la Fiorentina, el goleador eligió el dorsal 74 como un emotivo homenaje a las víctimas de esa masacre. A pesar de que los ultras son considerados terroristas en Egipto desde 2015, su espíritu sigue vivo, como lo demostró un lienzo desplegado en un partido contra el Inter Miami. Así, el Al-Ahly, el segundo club con más trofeos internacionales del mundo, carga con una profunda herida que nunca sanó.

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Isabel Berríos: el alma del camarín azul

En un emotivo segmento de Reino Fútbol, programa conducido por Cristián Arcos, se profundizó en la inspiradora historia de Isabel Berríos, una verdadera pionera del fútbol femenino en Chile y su especial vínculo con Universidad de Chile. El camarín del equipo femenino, conocido como "Las Leonas", lleva con orgullo su nombre, un homenaje a su incansable labor.

"¿Cómo se llama ese camarín? Isabel Berríos se llama", se introduce en el programa, dando paso al testimonio de la propia Berríos. Ella expresó su profundo agradecimiento a la U por este reconocimiento: "Yo agradezco enormemente a la U porque es un valor adicional, porque yo cuando hacía las cosas, cuando empezamos, (...) entrenamos en un espacio súper reducido con 50 niñas y donde fue, yo creo, el descubrir una forma distinta de poder desarrollar algo".

Conmovida, Berríos recordó sus inicios y la pasión que la movía: "Nunca pensé en ese momento de que esto en el tiempo iba a tener algún reconocimiento. Yo lo hacía con toda el alma, no me importaba si me tenía que mojar o si tenía que correr para un lado o para otro. Yo trabajaba en cancha desde las dos hasta las 10:00 p.m. que era lo que duraba con las niñas".

Su reflexión final resuena con fuerza, destacando la importancia de la dedicación y el amor por lo que se hace: "Nunca pensé, nunca dije ‘esto lo voy a hacer para que algún día alguien diga’. Y es que sí, que cuando uno ama algo, a alguien sí le importa. Y yo soy una agradecida eterna de que lo hayan hecho, porque con eso le demuestro a todas las mujeres que cuando tú quieres algo, lo tienes que querer con el alma y que siempre alguien va a estar mirando lo que tú estás haciendo".

El capítulo completo de Reino Fútbol con la emotiva historia de Isabel Berríos ya está disponible en el canal de YouTube de Minuto 90.

Afganas: las insuficientes señales de la FIFA

En su columna, Grace Lazcano aborda la compleja situación de la Selección Femenina de Afganistán y la reciente respuesta de la FIFA ante su imposibilidad de competir internacionalmente. Un pequeño, aunque insuficiente, gesto para las "Leonas afganas" que luchan por volver a las canchas.

Desde la llegada de los talibanes al poder en 2021, muchas futbolistas afganas se vieron forzadas al exilio. El régimen talibán prohíbe a las mujeres la práctica de cualquier deporte, lo que llevó a que la propia Federación de Fútbol de Afganistán no reconozca a su selección femenina. A pesar de que varias jugadoras han continuado sus carreras en países como Australia, Estados Unidos y Portugal, la FIFA se había desentendido, impidiéndoles participar en procesos clasificatorios a mundiales.

Tras una carta enviada por Sports and Rights Alliance, la FIFA respondió este 21 de marzo, señalando que trabaja en una estrategia de apoyo a las futbolistas de Afganistán. Esta estrategia se basa en tres pilares: el apoyo a niñas y mujeres en Afganistán, la diplomacia y la defensa, y el respaldo a las jugadoras afganas que se encuentran fuera del país. Sin embargo, la comunicación de la FIFA no incluye nada específico sobre el reconocimiento de la selección femenina para que pueda competir a nivel internacional, una potestad exclusiva del máximo organismo del fútbol mundial.

Si bien este apoyo es una señal, resulta mínimo considerando que las jugadoras llevan cuatro años esperando un reconocimiento oficial. La FIFA menciona la organización de amistosos internacionales, pero la pregunta persiste: ¿de qué sirven si no existe la expectativa de competir oficialmente como selección? Según informa The Guardian, algunas futbolistas sienten que esta respuesta "ya es demasiado tarde".