"¿Tarzán sin Chita?": la nueva polémica de Domínguez

"¿Tarzán sin Chita?": la nueva polémica de Domínguez

El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, vuelve a estar en el centro de la polémica tras unas insólitas declaraciones y una gestión que sigue sumando cuestionamientos. En su columna para Minuto 90, Cristián Arcos desmenuza los recientes episodios que sacuden al máximo organismo del fútbol sudamericano.

Todo comenzó tras el sorteo de la Copa Libertadores, cuando Domínguez fue consultado sobre la posibilidad de que los equipos brasileños abandonen las competencias de la Conmebol, como la Libertadores o la Sudamericana. La respuesta del mandamás paraguayo encendió las alarmas: comparó la situación con la de "Tarzán sin Chita". Esta analogía generó un revuelo tal que el propio Domínguez tuvo que emitir un comunicado ofreciendo disculpas por sus poco acertadas palabras.

Pero las críticas de Arcos no se detienen ahí. El comunicador recuerda la "errática" gestión de Domínguez, citando el caso del homenaje a Juan Izquierdo, jugador uruguayo que, según la columna, falleció en un partido organizado por la Conmebol entre Nacional y Sao Paulo. Dicho tributo se realizó casi siete meses después del deceso. Arcos destaca que, en el momento del fallecimiento, Domínguez prefirió asistir al sorteo de la Champions League en Europa en lugar de acompañar a la familia del futbolista.

Finalmente, Arcos apunta al poder "total" que ostenta Domínguez en la Conmebol, quien "maneja a su antojo" la institución y de quien se rumorean aspiraciones políticas en Paraguay. También recuerda cómo el dirigente se ufanó de que el Mundial "vuelve a Sudamérica", cuando solo se disputarán algunos partidos en la región, dejando fuera a Chile, uno de los promotores iniciales de la candidatura conjunta. Cristián Arcos cierra su análisis con una pregunta al aire: "¿Qué te parece lo que (está pasando)?".

El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, vuelve a estar en el centro de la polémica tras unas insólitas declaraciones y una gestión que sigue sumando cuestionamientos. En su columna para Minuto 90, Cristián Arcos desmenuza los recientes episodios que sacuden al máximo organismo del fútbol sudamericano.

Todo comenzó tras el sorteo de la Copa Libertadores, cuando Domínguez fue consultado sobre la posibilidad de que los equipos brasileños abandonen las competencias de la Conmebol, como la Libertadores o la Sudamericana. La respuesta del mandamás paraguayo encendió las alarmas: comparó la situación con la de "Tarzán sin Chita". Esta analogía generó un revuelo tal que el propio Domínguez tuvo que emitir un comunicado ofreciendo disculpas por sus poco acertadas palabras.

Pero las críticas de Arcos no se detienen ahí. El comunicador recuerda la "errática" gestión de Domínguez, citando el caso del homenaje a Juan Izquierdo, jugador uruguayo que, según la columna, falleció en un partido organizado por la Conmebol entre Nacional y Sao Paulo. Dicho tributo se realizó casi siete meses después del deceso. Arcos destaca que, en el momento del fallecimiento, Domínguez prefirió asistir al sorteo de la Champions League en Europa en lugar de acompañar a la familia del futbolista.

Finalmente, Arcos apunta al poder "total" que ostenta Domínguez en la Conmebol, quien "maneja a su antojo" la institución y de quien se rumorean aspiraciones políticas en Paraguay. También recuerda cómo el dirigente se ufanó de que el Mundial "vuelve a Sudamérica", cuando solo se disputarán algunos partidos en la región, dejando fuera a Chile, uno de los promotores iniciales de la candidatura conjunta. Cristián Arcos cierra su análisis con una pregunta al aire: "¿Qué te parece lo que (está pasando)?".

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Frustración total: Chile y un fracaso que va más allá de los resultados

Los números no mienten. La Selección Chilena vive uno de sus peores momentos en la historia reciente. Pero reducir el presente de la Roja a estadísticas sería quedarse corto. Porque lo que se ve en la cancha —o más bien, lo que no se ve— refleja una crisis más profunda, más estructural.

Chile está fuera de todo. Sin fútbol, sin identidad, sin respuestas. Y aunque muchos han apuntado sus dardos hacia Ricardo Gareca, lo cierto es que el problema no parte ni termina con él. El “Tigre” asumió con valentía un fierro caliente, pero la herida viene de antes. Años de malas decisiones, de falta de planificación, de ausencia de recambio real.

El equipo luce desorientado. Sin ideas, sin ritmo, sin alma. Las transiciones no existen. La defensa sufre en cada pelota cruzada. El mediocampo no encuentra conducción. Y arriba, la sensación es que todo cuesta el triple.

Pero más grave que el bajo nivel futbolístico es la desconexión emocional. La Roja ya no genera ilusión. El hincha, acostumbrado a sufrir pero también a soñar, hoy solo siente resignación. La llama que encendió a un país entero durante la generación dorada parece completamente apagada.

Los rivales ya no respetan. Ya no hay temor de enfrentar a Chile. Se acabó el miedo escénico. Y eso, más que una derrota puntual, es un síntoma alarmante.

Revertir este escenario no será tarea de un solo técnico. Será necesario un proyecto serio, una reestructuración profunda y el coraje de tomar decisiones impopulares. Porque el fracaso actual no se mide solo en puntos. Se mide en la sensación de vacío que deja cada partido.

Y cuando el fútbol ya no emociona, ya no une, ya no representa... es porque algo mucho más grave está ocurriendo.

Hay plantel: la banca de lujo que ilusiona a la Roja

La Selección Chilena se prepara para su próximo desafío con una certeza que se repite cada vez más en la conversación futbolera nacional: hay plantel. Atrás quedaron los años en que una baja en la oncena titular era sinónimo de preocupación. Hoy, la banca de suplentes también promete.

Lo dijo Jean Beausejour, lo comentan los medios, lo perciben los hinchas. La Roja tiene fondo de armario, y eso en torneos exigentes como la Copa América puede marcar la diferencia. Ya no se trata solo de once nombres que entran a la cancha. Se trata de un grupo amplio, competitivo, con variantes y perfiles distintos.

Basta mirar las alternativas. Jugadores que en otros tiempos eran fijos en la titular hoy esperan su oportunidad con humildad y hambre. Jóvenes que vienen empujando fuerte, experimentados con rodaje internacional, especialistas en roles clave. Todos con una misma misión: sumar cuando les toque.

Esta profundidad de plantel permite soñar con rotaciones sin perder nivel, con estrategias flexibles, con la capacidad de adaptarse a distintos rivales. Pero también es una señal del trabajo serio que se viene haciendo en la interna. Gareca ha logrado algo que parecía perdido: armar un equipo con competencia interna sana, sin egos desbordados y con roles bien definidos.

Chile no solo tiene una generación nueva en crecimiento. También tiene nombres consolidados, y sobre todo, un cuerpo técnico que cree en el colectivo por sobre las individualidades.

El torneo está a la vuelta de la esquina. Y si bien los partidos se ganan en la cancha, contar con una banca fuerte es una ventaja táctica, emocional y estratégica.

Hay plantel. Y con eso, hay motivos para ilusionarse.