Debate: ¿Chile-Argentina es un clásico?

Debate: ¿Chile-Argentina es un clásico?

La eterna pregunta vuelve a encender la previa de un nuevo Chile vs. Argentina: ¿Se ha transformado este duelo en un clásico del continente? En el más reciente capítulo de Camarín 90, conducido por Matías Acuña, se abordó esta candente discusión, revisando emblemáticos enfrentamientos de cara al próximo choque por Eliminatorias, agendado para el 5 de junio.

El debate no es sencillo. "Para nosotros sí, para Argentina no", sentencia uno de los panelistas, reflejando una percepción común. Mientras para la Roja y su afición enfrentar a la albiceleste tiene un sabor especial, desde la otra vereda la historia es diferente. "Chile con Argentina podría ser un clásico de frontera, pero futbolísticamente, en rigor, para Argentina el clásico es Brasil. Nosotros estaríamos más cerca quizás con Perú de tener un clásico", se analizó en el programa. No obstante, se reconoce que "cuando Chile es competitivo, seguramente a Argentina le molesta mucho haber perdido con Chile".

Uno de los puntos clave que se rememoró fue el surgimiento de una intensa rivalidad generacional, marcada a fuego por la semifinal del Mundial Sub-20 de Canadá 2007. Aquel partido, recordado por su intensidad, es visto por muchos como "el nacimiento, el camino de dos generaciones de futbolistas, la argentina y la chilena", un proceso que para la Roja culminaría con la gloria en la Copa América. Aunque algunos admiten recordar "muy poquito" de ese duelo por la edad, otros, como uno de los contertulios, afirman: "Yo estaba en el estadio".

Si quieres profundizar en este apasionante debate y revivir momentos históricos de los Chile-Argentina, no te pierdas el capítulo completo de Camarín 90. ¡Suscríbete al canal de YouTube de Minuto 90 y mira este episodio! También puedes disfrutarlo en las pantallas de Zapping Sports.

La eterna pregunta vuelve a encender la previa de un nuevo Chile vs. Argentina: ¿Se ha transformado este duelo en un clásico del continente? En el más reciente capítulo de Camarín 90, conducido por Matías Acuña, se abordó esta candente discusión, revisando emblemáticos enfrentamientos de cara al próximo choque por Eliminatorias, agendado para el 5 de junio.

El debate no es sencillo. "Para nosotros sí, para Argentina no", sentencia uno de los panelistas, reflejando una percepción común. Mientras para la Roja y su afición enfrentar a la albiceleste tiene un sabor especial, desde la otra vereda la historia es diferente. "Chile con Argentina podría ser un clásico de frontera, pero futbolísticamente, en rigor, para Argentina el clásico es Brasil. Nosotros estaríamos más cerca quizás con Perú de tener un clásico", se analizó en el programa. No obstante, se reconoce que "cuando Chile es competitivo, seguramente a Argentina le molesta mucho haber perdido con Chile".

Uno de los puntos clave que se rememoró fue el surgimiento de una intensa rivalidad generacional, marcada a fuego por la semifinal del Mundial Sub-20 de Canadá 2007. Aquel partido, recordado por su intensidad, es visto por muchos como "el nacimiento, el camino de dos generaciones de futbolistas, la argentina y la chilena", un proceso que para la Roja culminaría con la gloria en la Copa América. Aunque algunos admiten recordar "muy poquito" de ese duelo por la edad, otros, como uno de los contertulios, afirman: "Yo estaba en el estadio".

Si quieres profundizar en este apasionante debate y revivir momentos históricos de los Chile-Argentina, no te pierdas el capítulo completo de Camarín 90. ¡Suscríbete al canal de YouTube de Minuto 90 y mira este episodio! También puedes disfrutarlo en las pantallas de Zapping Sports.

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El viejo debate: ¿ver campeón a tu equipo o a tu país?

Hay una pregunta que atraviesa generaciones, discusiones de sobremesa, mesas de café y cabinas radiales: ¿Qué prefieres? ¿Ver campeón a tu selección en un Mundial o a tu equipo en la Copa Libertadores?

No hay respuesta correcta. Pero sí hay pasiones distintas.

En Reino Fútbol, Kaiser lo dijo sin titubeos: prefiere ver a la U campeón de la Libertadores que a Chile ganando el Mundial. Y esa afirmación, lejos de ser polémica, abre una reflexión más profunda sobre los afectos que construimos en el fútbol.

Para muchos, el club es lo cotidiano. Es lo que se hereda, lo que se vive semana a semana, lo que acompaña en las buenas y en las malas. El club está en la ciudad, en la familia, en la memoria de infancia. La selección, en cambio, aparece de forma más esporádica. Es la nación. Es el estallido colectivo. Pero para muchos, no tiene la misma intimidad emocional.

La Copa Libertadores es el sueño continental. El título que obsesiona. El que separa a los clubes grandes de los legendarios. Y cuando tu equipo nunca la ha ganado, como le pasa a Universidad de Chile, el deseo se vuelve aún más profundo. Casi vital.

Por otro lado, ganar un Mundial parece el pináculo absoluto del fútbol. La gloria máxima. Pero para algunos, es un logro que no toca tan de cerca como lo haría ver a su escudo levantar la copa en Sudamérica.

Este viejo debate no tiene ganadores. Solo tiene hinchas. Y en ese sentido, cada respuesta es legítima. Porque lo importante no es qué elegirías tú. Lo importante es que el fútbol nos hace imaginar esas posibilidades, y en ese ejercicio, nos recuerda por qué lo amamos tanto.

Entre cracks se entienden: la admiración detrás del relato

En el fútbol, el talento reconoce al talento. Es una ley no escrita, pero inquebrantable. Lo mismo ocurre con quienes lo relatan, lo sienten y lo traducen para millones de hinchas. Y pocas veces queda tan claro como cuando un relator consagrado confiesa su respeto por otro.

Eso fue lo que hizo recientemente Gustavo Huerta, una de las voces más queridas del relato deportivo chileno, al referirse a Juan Manuel Ramírez Kloss, histórico periodista y relator argentino. Con humildad y admiración, Huerta reveló que lo estudió, que grabó sus transmisiones, que escuchó cada inflexión de su voz para aprender.

“Grabé una transmisión, lo estudié. Me impresionó lo que hacía. Era elegante, era fino, con frases limpias. Lo escuchabas y no te agredía. Parecía un tipo bueno”, relató. Más allá del contenido, lo que transmite esta confesión es claro: entre cracks se entienden.

Huerta no necesitaba halagar a Kloss para validar su carrera. Pero lo hizo porque quienes aman el relato saben que ese arte tiene historia, tiene legado, tiene referentes. Y reconocer al otro, lejos de disminuir, enriquece.

En un medio competitivo, donde a veces prima el ego, este tipo de gestos reconcilian al fútbol con su raíz más noble: el respeto. El respeto por los que vinieron antes, por los que abrieron camino, por los que enseñaron sin querer.

Y es que en el relato, como en la cancha, el talento se reconoce sin necesidad de palabras. Pero cuando se expresan, valen doble.

Porque sí, entre cracks se entienden. Y entre quienes sienten el fútbol de verdad, también.