Pablo Contreras: mis días con un joven CR7

Pablo Contreras: mis días con un joven CR7

En una reveladora conversación en Reino Fútbol, el ex seleccionado nacional Pablo Contreras compartió con Cristián Arcos anécdotas inéditas de sus tiempos junto a un emergente Cristiano Ronaldo en el Sporting de Lisboa y un posterior reencuentro en Madrid.

Contreras recordó cómo era la convivencia con el astro portugués en sus inicios. "No fui visionario de pensar de lo que iba a conseguir", admitió el chileno, lamentando incluso no haberle pedido una camiseta del Sporting en aquel entonces. Describió la férrea disciplina de CR7: "Tenía que pasar [a buscarlo] muy temprano, una hora antes del entrenamiento, porque se metía al gimnasio y nos íbamos muy, muy tarde porque después se quedaba haciendo recuperación, masaje". Esta dedicación ya marcaba una diferencia: "¿Ustedes se dan cuenta que es otro tipo de jugador? Sí, se nota, porque el quedarse entrenando después de cada entrenamiento... él era mucho de bicicleta", comentó Contreras sobre la percepción que tenían del joven Cristiano, quien en ese entonces jugaba como interior por derecha.

Años después, en 2015, mientras Contreras estudiaba dirección deportiva en España, se reencontró con Ronaldo, ya figura consagrada del Real Madrid. "Lo llamé para visitarlo y tuvo la deferencia de tomarse una foto e invitarme también a su palco junto a la mamá. Y ese día se jugaba la Copa del Rey, así que me invitó. Buena charla, buena conversación", relató el exdefensor.

El chileno también reveló un interesante consejo que le dio a CR7 cuando este evaluaba su futuro al salir del Sporting. "A final de año, cuando termina la temporada en Sporting, que me fue muy bien, nos reunimos y me dice: 'Tengo tres ofertas'. Era como si me estuviese tomando el pelo, porque me dice: 'Me quiere el Milan, el Manchester y el Real Madrid'". Ante esto, Contreras le expresó su opinión: "Le digo: 'Te veo mucho más como delantero y en España, en Madrid, seguramente la puedes romper'". Aunque Cristiano Ronaldo eligió finalmente el Manchester United, Contreras reconoció que "tampoco se equivocó mucho, consiguió todo lo que consiguió".

Si quieres conocer más detalles de esta imperdible conversación y otras anécdotas del fútbol, ya puedes ver el capítulo completo de "Reino Fútbol" en nuestro canal de YouTube y en las pantallas de Zapping Sports.

En una reveladora conversación en Reino Fútbol, el ex seleccionado nacional Pablo Contreras compartió con Cristián Arcos anécdotas inéditas de sus tiempos junto a un emergente Cristiano Ronaldo en el Sporting de Lisboa y un posterior reencuentro en Madrid.

Contreras recordó cómo era la convivencia con el astro portugués en sus inicios. "No fui visionario de pensar de lo que iba a conseguir", admitió el chileno, lamentando incluso no haberle pedido una camiseta del Sporting en aquel entonces. Describió la férrea disciplina de CR7: "Tenía que pasar [a buscarlo] muy temprano, una hora antes del entrenamiento, porque se metía al gimnasio y nos íbamos muy, muy tarde porque después se quedaba haciendo recuperación, masaje". Esta dedicación ya marcaba una diferencia: "¿Ustedes se dan cuenta que es otro tipo de jugador? Sí, se nota, porque el quedarse entrenando después de cada entrenamiento... él era mucho de bicicleta", comentó Contreras sobre la percepción que tenían del joven Cristiano, quien en ese entonces jugaba como interior por derecha.

Años después, en 2015, mientras Contreras estudiaba dirección deportiva en España, se reencontró con Ronaldo, ya figura consagrada del Real Madrid. "Lo llamé para visitarlo y tuvo la deferencia de tomarse una foto e invitarme también a su palco junto a la mamá. Y ese día se jugaba la Copa del Rey, así que me invitó. Buena charla, buena conversación", relató el exdefensor.

El chileno también reveló un interesante consejo que le dio a CR7 cuando este evaluaba su futuro al salir del Sporting. "A final de año, cuando termina la temporada en Sporting, que me fue muy bien, nos reunimos y me dice: 'Tengo tres ofertas'. Era como si me estuviese tomando el pelo, porque me dice: 'Me quiere el Milan, el Manchester y el Real Madrid'". Ante esto, Contreras le expresó su opinión: "Le digo: 'Te veo mucho más como delantero y en España, en Madrid, seguramente la puedes romper'". Aunque Cristiano Ronaldo eligió finalmente el Manchester United, Contreras reconoció que "tampoco se equivocó mucho, consiguió todo lo que consiguió".

Si quieres conocer más detalles de esta imperdible conversación y otras anécdotas del fútbol, ya puedes ver el capítulo completo de "Reino Fútbol" en nuestro canal de YouTube y en las pantallas de Zapping Sports.

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Entre cracks se entienden: la admiración detrás del relato

En el fútbol, el talento reconoce al talento. Es una ley no escrita, pero inquebrantable. Lo mismo ocurre con quienes lo relatan, lo sienten y lo traducen para millones de hinchas. Y pocas veces queda tan claro como cuando un relator consagrado confiesa su respeto por otro.

Eso fue lo que hizo recientemente Gustavo Huerta, una de las voces más queridas del relato deportivo chileno, al referirse a Juan Manuel Ramírez Kloss, histórico periodista y relator argentino. Con humildad y admiración, Huerta reveló que lo estudió, que grabó sus transmisiones, que escuchó cada inflexión de su voz para aprender.

“Grabé una transmisión, lo estudié. Me impresionó lo que hacía. Era elegante, era fino, con frases limpias. Lo escuchabas y no te agredía. Parecía un tipo bueno”, relató. Más allá del contenido, lo que transmite esta confesión es claro: entre cracks se entienden.

Huerta no necesitaba halagar a Kloss para validar su carrera. Pero lo hizo porque quienes aman el relato saben que ese arte tiene historia, tiene legado, tiene referentes. Y reconocer al otro, lejos de disminuir, enriquece.

En un medio competitivo, donde a veces prima el ego, este tipo de gestos reconcilian al fútbol con su raíz más noble: el respeto. El respeto por los que vinieron antes, por los que abrieron camino, por los que enseñaron sin querer.

Y es que en el relato, como en la cancha, el talento se reconoce sin necesidad de palabras. Pero cuando se expresan, valen doble.

Porque sí, entre cracks se entienden. Y entre quienes sienten el fútbol de verdad, también.

Diego Rivarola: el ídolo de Kaiser

Muchos crecen rodeados de ídolos. A veces son figuras internacionales, otras veces jugadores locales que, con una jugada, una actitud o una frase, se meten en el corazón de los hinchas. En el caso de Kaiser, el último visitante del Reino Fútbol, ese referente es alguien muy especial para los hinchas de Universidad de Chile: Diego Rivarola.

En la conversación con Cristián Arcos, el freestyler chileno relató cómo creció admirando a los jugadores azules. Pero no solo porque brillaban en la cancha, sino que también dejaban huella más allá: en el corazón y el subconciente  La conversación se vuelve profunda, honesta. No se trata solo de fútbol, sino de identidad, valores e inspiración. Para Kaiser, sus ídolos fueron parte esencial de su formación, no solo como artista, sino como persona.

En Chile, muchos niños han crecido queriendo ser como Alexis Sánchez o Claudio Bravo. Pero también están quienes admiran a los que pelean cada balón en la Primera B, al que juega sin reflectores pero con el alma, o al que se levanta cada fin de semana para defender los colores de su barrio. Porque ser ídolo no es solo cosa de fama: es cosa de verdad.

Lo más potente de este relato es su autenticidad. Kaiser no habla desde el marketing ni la nostalgia forzada. Habla desde la emoción genuina de quien aprendió a amar el fútbol viendo a sus referentes entregarse en la cancha.

Con miles de reproducciones, guardados y compartidos, este testimonio se ha convertido en uno de los más comentados de la semana en redes sociales. La comunidad futbolera se identifica, debate, recuerda. Porque todos tuvimos un ídolo. Ese jugador que nos hizo soñar con meter un gol en la final, con levantar la copa o simplemente con jugar a la pelota después del colegio.

¿Y tú? ¿Quién era tu ídolo cuando eras chico? Esa figura que te hacía creer que todo era posible. Porque al final, el fútbol es eso: una excusa para soñar en grande. Y los ídolos, esos que nunca se olvidan, son el primer paso del sueño.