Chamagol y el día que conoció a Chespirito

Chamagol y el día que conoció a Chespirito

En un emotivo recuerdo compartido en el programa Reino Fútbol, conducido por Cristián Arcos, el exfutbolista Sebastián 'Chamagol' González relató el inolvidable momento en que conoció a su ídolo, Roberto Gómez Bolaños, 'Chespirito', durante su exitoso paso por el fútbol mexicano.

González contó que todo comenzó cuando, participando en el programa 'La Jugada' de Televisa, que solía cumplir sueños a futbolistas, se le consultó sobre uno que le gustaría concretar. Sin dudarlo, expresó su admiración y deseo de conocer a 'Chespirito'. "Se rieron y ahí quedó", comentó Chamagol. Sin embargo, un mes después, la oportunidad se materializó.

"El Piojo Herrera y yo estábamos mediáticamente conocidos (...) Los dos nos quieren hacer una entrevista en Televisa. Y él sabía y él también quería ir a conocer a Chespirito", explicó González. "Cuando llegamos, yo nunca me imaginé. Y ahí me hacen entrar a un estudio, empezamos a hablar de fútbol y en una de esas me pregunta el conductor: 'Oye, tú una vez dijiste para cumplir tu sueño, querías conocer a Chespirito'. Empecé a contar un poco el porqué y me dice: 'Bueno, ahí está'. Hago así, me doy vuelta y entra Chespirito. Y yo me paro y lo abracé", recordó emocionado el exdelantero.

Antes de este encuentro, Chamagol ya realizaba celebraciones mostrando una camiseta de Colo-Colo y la bandera chilena. Pero el conocer a Gómez Bolaños lo cambió todo. "Cuando lo conozco, al otro día me doy cuenta de lo mediático que fue ese encuentro. Entonces llego al camarín y cuando entro, mis compañeros empiezan a aplaudir: 'Buena, Chavo del ocho, Chespirito'", relató. Este fervor inspiró sus icónicos festejos posteriores: "El utilero al otro día va y me regala un chipote chillón. Después me regalan una camiseta del Chapulín y dije: 'Bueno, esto hay que usarlo'. Y al final terminé celebrando con todos los personajes".

La conexión entre ambos trascendió ese momento, ya que 'Chespirito' tuvo el honor de nombrar a Sebastián González en su última biografía y le escribió una "carta maravillosa", un tesoro que el exfutbolista guarda con especial cariño.

📺 No te pierdas este capitulazo completo con la anécdota de 'Chamagol' González en el canal de YouTube de Minuto 90 y en las pantallas de Zapping Sports.

En un emotivo recuerdo compartido en el programa Reino Fútbol, conducido por Cristián Arcos, el exfutbolista Sebastián 'Chamagol' González relató el inolvidable momento en que conoció a su ídolo, Roberto Gómez Bolaños, 'Chespirito', durante su exitoso paso por el fútbol mexicano.

González contó que todo comenzó cuando, participando en el programa 'La Jugada' de Televisa, que solía cumplir sueños a futbolistas, se le consultó sobre uno que le gustaría concretar. Sin dudarlo, expresó su admiración y deseo de conocer a 'Chespirito'. "Se rieron y ahí quedó", comentó Chamagol. Sin embargo, un mes después, la oportunidad se materializó.

"El Piojo Herrera y yo estábamos mediáticamente conocidos (...) Los dos nos quieren hacer una entrevista en Televisa. Y él sabía y él también quería ir a conocer a Chespirito", explicó González. "Cuando llegamos, yo nunca me imaginé. Y ahí me hacen entrar a un estudio, empezamos a hablar de fútbol y en una de esas me pregunta el conductor: 'Oye, tú una vez dijiste para cumplir tu sueño, querías conocer a Chespirito'. Empecé a contar un poco el porqué y me dice: 'Bueno, ahí está'. Hago así, me doy vuelta y entra Chespirito. Y yo me paro y lo abracé", recordó emocionado el exdelantero.

Antes de este encuentro, Chamagol ya realizaba celebraciones mostrando una camiseta de Colo-Colo y la bandera chilena. Pero el conocer a Gómez Bolaños lo cambió todo. "Cuando lo conozco, al otro día me doy cuenta de lo mediático que fue ese encuentro. Entonces llego al camarín y cuando entro, mis compañeros empiezan a aplaudir: 'Buena, Chavo del ocho, Chespirito'", relató. Este fervor inspiró sus icónicos festejos posteriores: "El utilero al otro día va y me regala un chipote chillón. Después me regalan una camiseta del Chapulín y dije: 'Bueno, esto hay que usarlo'. Y al final terminé celebrando con todos los personajes".

La conexión entre ambos trascendió ese momento, ya que 'Chespirito' tuvo el honor de nombrar a Sebastián González en su última biografía y le escribió una "carta maravillosa", un tesoro que el exfutbolista guarda con especial cariño.

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Bilardo: la mente maestra que cambió la historia del fútbol argentino

Carlos Salvador Bilardo no fue simplemente un entrenador. Fue una mente brillante, un estratega que entendió el fútbol como pocos y que marcó a fuego a generaciones de jugadores y entrenadores. Su legado trasciende títulos: vive en la forma de jugar, de pensar y de sentir este deporte.

En 1986, llevó a la selección argentina a lo más alto del planeta. Su sociedad con Diego Maradona es una de las más legendarias del fútbol mundial. Pero más allá del campeonato, lo que dejó fue una manera de entender el juego: obsesiva, táctica, inteligente. Con Bilardo, nada quedaba al azar. Cada detalle contaba, cada movimiento tenía un porqué.

Sus métodos fueron cuestionados por muchos y celebrados por otros tantos. No era un técnico convencional. Podía hablar de alineaciones en una boda o cambiar un esquema en plena madrugada. Vivía para el fútbol, y el fútbol vivía en él. Desde el Estudiantes campeón de América en los años 60 hasta su obra maestra en México 86, su sello fue inconfundible.

Lo llamaban “el Doctor”, no solo por su título en medicina, sino por la precisión quirúrgica con la que diseccionaba los partidos. Cada jugada tenía detrás horas de estudio, cada resultado era producto de un plan meticulosamente ejecutado.

En tiempos donde el espectáculo muchas veces se impone a la táctica, recordar a Bilardo es volver a las raíces de un fútbol pensado, estudiado y apasionado. Su influencia sigue presente en nombres como Diego Simeone, Néstor Pekerman y tantos otros que bebieron de su sabiduría.

Carlos Salvador Bilardo no solo ganó una Copa del Mundo. Ganó el respeto eterno de quienes entienden que, en el fútbol, la cabeza es tan importante como los pies.

El legado de Sócrates: cuando el fútbol también fue revolución

No todos los ídolos se construyen a partir de títulos. Algunos lo hacen desde la conciencia, desde la valentía, desde la historia. Sócrates, el “Doctor”, fue uno de esos. Un jugador que no solo fue símbolo de talento dentro de la cancha, sino también de resistencia fuera de ella.

En plena dictadura militar en Brasil, mientras el país vivía tiempos oscuros, Sócrates lideró un movimiento inédito en el fútbol profesional: la Democracia Corinthiana. En un mundo donde el jugador solía ser objeto de decisiones ajenas, el “Doctor” y sus compañeros impulsaron una forma de autogobierno al interior del club Corinthians. Cada voto valía lo mismo: desde la estrella del equipo hasta el utilero. Entrenar o no entrenar, concentrar o no concentrar, fichajes, decisiones estratégicas: todo se decidía democráticamente.

Pero lo que comenzó como una forma interna de organización, pronto se convirtió en una bandera. Sócrates utilizó su voz, su prestigio y su inteligencia para enviar un mensaje: el fútbol también puede ser una plataforma de cambio. En un país censurado, el Corinthians se convirtió en símbolo de libertad.

Las camisetas negras llevaban inscritas frases como “Democracia” y los jugadores alzaban sus puños en alto antes de cada partido. En las tribunas, miles de brasileños encontraron un espacio para expresar lo que no podían decir en las calles. Y Sócrates era el rostro de esa revolución.

Podría haberse ido a Europa, pero se quedó. Porque entendía que su lugar estaba ahí, donde el fútbol podía servir para algo más que ganar partidos. Y aunque nunca levantó una Copa del Mundo, su legado es aún más profundo.

Hoy, cuando se habla de activismo en el deporte, cuando los jugadores se manifiestan por justicia, por equidad, por dignidad, hay que mirar hacia atrás. Y ahí estará Sócrates, con su cabeza levantada, con su brazalete al brazo, recordándonos que un gol puede valer mucho, pero una idea clara puede cambiarlo todo.

El legado de Sócrates no se mide en trofeos. Se mide en conciencia. Y sigue más vivo que nunca.