Carlos Gustavo De Luca, delantero argentino cuya carrera estuvo marcada por la tragedia de la guerra y la redención a través del fútbol, es el protagonista de una nueva entrega de #arcostecuenta. Cristián Arcos nos trae la impactante historia de un goleador que encontró en Chile un refugio y un escenario para brillar tras combatir en las Malvinas.
La trayectoria de De Luca comenzó en las divisiones inferiores de River Plate, donde estaba a punto de debutar profesionalmente. Sin embargo, su ascendente carrera se vio abruptamente interrumpida al ser reclutado para la Guerra de las Malvinas. Lo que inicialmente pensó sería un puesto de vigía, se transformó en combate directo en el conflicto bélico. Resultó herido durante los enfrentamientos y fue trasladado a Buenos Aires, enfrentando un severo estrés postraumático que dificultó enormemente su reintegración al fútbol en el club millonario.
Tras un paso por equipos menores en Argentina, De Luca recibió una oferta del fútbol chileno, la cual aceptó buscando un nuevo comienzo lejos de su país. "Necesitaba salir de Argentina", confesaría más tarde. Su llegada a Santiago Wanderers fue el inicio de una prolífica etapa, consagrándose goleador del campeonato de Primera B. Posteriormente, vistió con éxito las camisetas de Cobreloa, Deportes La Serena, Colo Colo, Deportes Temuco, O'Higgins, Everton y Deportes Atacama, convirtiéndose en una figura destacada de la década de los 90 en Chile, recordado por su capacidad goleadora en cada club que defendió.
Una vez retirado, Carlos Gustavo De Luca regresó a Argentina, pero siempre reconoció el papel fundamental que tuvo el fútbol chileno en su vida. Según sus propias palabras, jugar en Chile fue la "única manera de poder sobrellevar el trauma de la guerra" y "sacarse buena parte de los fantasmas" de haber sido combatiente. ¿Qué otras historias del fútbol te gustaría recordar? ¡Déjanos tus comentarios en nuestras redes sociales para participar en futuras entregas de #arcostecuenta con Cristián Arcos!