En una nueva columna para Minuto 90, Matías Acuña desmenuza la faceta empresarial de David Beckham, quien recientemente celebró su cumpleaños número 50. Más allá de su recordada trayectoria como futbolista, el inglés ha demostrado una notable visión para los negocios, consolidándose como un verdadero magnate.
Si bien su carrera futbolística estuvo plagada de éxitos, incluyendo la Champions League con el Manchester United y su paso por el Real Madrid, un punto de inflexión fue su matrimonio en 1999 con Victoria Adams. Este evento lo catapultó no solo a la fama mundial, sino que también le abrió las puertas al mundo de la farándula y los negocios en Estados Unidos.
La decisión de dejar el Real Madrid en 2007 para unirse al LA Galaxy de la MLS sorprendió a muchos, pero escondía una jugada maestra. Parte de su contrato le permitía adquirir una franquicia de la liga por la suma de US$ 25 millones una vez retirado. Esta cláusula fue la semilla del Inter Miami, club que hoy, gracias a su gestión y al fichaje estelar de Lionel Messi en junio de 2023, está avaluado en más de US$ 550 millones.
Aunque el Inter Miami tuvo inicios complicados en lo deportivo, la llegada del astro argentino transformó al equipo en un fenómeno global. La historia de Beckham demuestra que su talento no se limitó a las canchas; su olfato para los negocios y su capacidad para convertirse en un ícono pop lo han posicionado como una figura influyente mucho más allá del fútbol.