Beausejour y la revancha personal que se celebra en silencio

Beausejour y la revancha personal que se celebra en silencio

Hay momentos en la carrera de un futbolista que no aparecen en los titulares, pero que lo cambian todo. Jean Beausejour vivió uno de esos instantes cuando, en plena concentración con la Selección Chilena, se enteró de que finalmente iba a ser titular. No era un partido cualquiera, no era una alineación más. Era la confirmación de que el trabajo, muchas veces silencioso y fuera de foco, finalmente había rendido frutos.

“Yo le había dicho a un par de compañeros que iba a jugar”, confesó tiempo después. Pero su reacción no fue de euforia ni de alegría desbordada. Fue de determinación. “No me vengan a abrazar ahora”, soltó. Porque Beausejour sabía que el fútbol está lleno de momentos en que se aplaude tarde, cuando la convicción ya viene de antes.

El lateral izquierdo, símbolo de la Generación Dorada, siempre tuvo una relación especial con la Roja. Con dos Mundiales encima, títulos con la camiseta de Chile y una carrera forjada con esfuerzo, su recorrido ha sido más de constancia que de flashes. Y en ese partido, cuando todos esperaban a otro, él demostró que todavía estaba para competir al más alto nivel.

Ese “no me vengan a abrazar ahora” no fue un desprecio. Fue una sentencia. Un mensaje para quienes dudan, para quienes aplauden solo cuando el éxito ya es evidente. Porque Beausejour nunca necesitó aprobación externa para rendir. Su motivación venía de adentro, de ese fuego que arde en los verdaderos profesionales.

En tiempos donde las carreras se construyen a golpe de viralizaciones y marketing, Beausejour nos recuerda que el fútbol sigue premiando a los que no bajan los brazos. A los que se preparan cuando nadie los ve. A los que hablan menos y corren más.

Y en silencio, como tantas veces, volvió a ganarse el respeto de todos.

Hay momentos en la carrera de un futbolista que no aparecen en los titulares, pero que lo cambian todo. Jean Beausejour vivió uno de esos instantes cuando, en plena concentración con la Selección Chilena, se enteró de que finalmente iba a ser titular. No era un partido cualquiera, no era una alineación más. Era la confirmación de que el trabajo, muchas veces silencioso y fuera de foco, finalmente había rendido frutos.

“Yo le había dicho a un par de compañeros que iba a jugar”, confesó tiempo después. Pero su reacción no fue de euforia ni de alegría desbordada. Fue de determinación. “No me vengan a abrazar ahora”, soltó. Porque Beausejour sabía que el fútbol está lleno de momentos en que se aplaude tarde, cuando la convicción ya viene de antes.

El lateral izquierdo, símbolo de la Generación Dorada, siempre tuvo una relación especial con la Roja. Con dos Mundiales encima, títulos con la camiseta de Chile y una carrera forjada con esfuerzo, su recorrido ha sido más de constancia que de flashes. Y en ese partido, cuando todos esperaban a otro, él demostró que todavía estaba para competir al más alto nivel.

Ese “no me vengan a abrazar ahora” no fue un desprecio. Fue una sentencia. Un mensaje para quienes dudan, para quienes aplauden solo cuando el éxito ya es evidente. Porque Beausejour nunca necesitó aprobación externa para rendir. Su motivación venía de adentro, de ese fuego que arde en los verdaderos profesionales.

En tiempos donde las carreras se construyen a golpe de viralizaciones y marketing, Beausejour nos recuerda que el fútbol sigue premiando a los que no bajan los brazos. A los que se preparan cuando nadie los ve. A los que hablan menos y corren más.

Y en silencio, como tantas veces, volvió a ganarse el respeto de todos.

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Coquimbo y Audax: ¿Resistirán la presión?

Con la primera mitad del torneo ya en los libros, la segunda rueda del Campeonato Nacional arranca con una sorpresa en la cima: Coquimbo Unido y Audax Italiano se erigen como los líderes, ilusionando a sus hinchadas con romper una histórica y extensa sequía de títulos.

La gran interrogante que se instala en el ambiente futbolístico es si alguno de los dos equipos podrá soportar la presión, mantener el rendimiento de la primera fase y quedarse con un trofeo que para ambos ha sido esquivo. Este fue el tema central de debate en el último capítulo de Camarín 90.

El análisis recuerda casos recientes, como el de Cobresal en 2023, que lideró gran parte del torneo pero flaqueó en las fechas finales, cediendo el título ante un Huachipato que corría como la alternativa menos probable. Esta es la "prueba de fuego" que ahora enfrentan piratas e itálicos.

A la presión deportiva se suman otros factores, como el mediático. Cuando un equipo "grande" se mete en la pelea por el título, el foco de la prensa y la opinión pública tiende a inclinarse hacia ellos, dejando en un segundo plano a los equipos de provincia o con menor convocatoria. La diferencia entre jugar con 2.000 o 40.000 personas en las gradas también pesa en la recta final.

El debate completo sobre las opciones de Coquimbo Unido y Audax Italiano fue abordado en el más reciente capítulo de Camarín 90, conducido por Matías Acuña. El programa ya se encuentra disponible en Zapping Sports y en nuestro canal de Youtube.

Araya y la clave de la Roja ante Argentina

En la antesala de un duelo clave por la Copa América, la capitana de la Roja Femenina, Karen Araya, conversó con nuestra corresponsal Grace Lazcano y analizó el trascendental partido que Chile disputará este viernes frente a Argentina.

La volante chilena aseguró que el plantel llega con confianza y ya estudió a su rival. "Estuvimos ahí mirando el partido en la merienda, así que estamos tranquilas, esperando que llegue solamente el partido", comentó Araya, anticipando un encuentro de alto vuelo. "Creo que va a ser un muy lindo partido, dos equipos que quieren jugar al fútbol siempre", agregó.

Consultada por el principal atributo del equipo, la capitana no dudó en destacar la cohesión del plantel como el pilar fundamental para enfrentar este desafío. "La unión del grupo y cómo está el camarín es algo súper fuerte, algo fundamental que ha ido mejorando cada vez que estamos en distintos torneos", afirmó con convicción.

Para cerrar, Araya sentenció con una frase que ilusiona a los hinchas de la Roja. "Creo que esa es la mayor virtud, es la mayor fortaleza, la unión, el equipo y con eso vamos a tirar para adelante", concluyó.