30 años después: el legado del Mumo Tupper

30 años después: el legado del Mumo Tupper

En una nueva columna para Minuto 90, el periodista Cristián Arcos reflexiona sobre una fecha que marcó un antes y un después en el fútbol chileno. Hoy se conmemoran 30 años desde la trágica partida de Raimundo 'Mumo' Tupper, un evento que trascendió lo deportivo para instalar una conversación necesaria en toda la sociedad.

Arcos recuerda que el 20 de julio de 1995, Tupper falleció por decisión propia en San José, Costa Rica. El jugador se encontraba en Centroamérica junto al plantel de Universidad Católica, que se preparaba para disputar un partido amistoso frente al Saprissa. En su análisis, el periodista aclara que, si bien en un primer momento se habló de una lesión para justificar su ausencia, la verdad era otra: "Raimundo Tupper lo que tenía era una depresión, una depresión endógena de la cual se hablaba muy poco".

La muerte del 'Mumo' no solo conmocionó al mundo cruzado y al fútbol chileno, sino que a todo el "planeta futbolístico", como señala Arcos. Su partida nos enseñó que los futbolistas, al igual que todos, no son de acero, y obligó a hablar de un tema que hasta entonces era tabú: la salud mental en el deporte de alto rendimiento y en la vida cotidiana.

Para Arcos, el legado del Mumo está "más vigente que nunca". Lo describe no solo como "un futbolista de altísima calidad" y "un muy buen jugador", sino también como "un compañero de club inolvidable" y "una persona irrepetible". Su historia nos recuerda que la depresión es un partido muy difícil, pero que se puede ganar. Si estás pasando por un momento angustiante, no dudes en pedir ayuda. No estás solo.

En una nueva columna para Minuto 90, el periodista Cristián Arcos reflexiona sobre una fecha que marcó un antes y un después en el fútbol chileno. Hoy se conmemoran 30 años desde la trágica partida de Raimundo 'Mumo' Tupper, un evento que trascendió lo deportivo para instalar una conversación necesaria en toda la sociedad.

Arcos recuerda que el 20 de julio de 1995, Tupper falleció por decisión propia en San José, Costa Rica. El jugador se encontraba en Centroamérica junto al plantel de Universidad Católica, que se preparaba para disputar un partido amistoso frente al Saprissa. En su análisis, el periodista aclara que, si bien en un primer momento se habló de una lesión para justificar su ausencia, la verdad era otra: "Raimundo Tupper lo que tenía era una depresión, una depresión endógena de la cual se hablaba muy poco".

La muerte del 'Mumo' no solo conmocionó al mundo cruzado y al fútbol chileno, sino que a todo el "planeta futbolístico", como señala Arcos. Su partida nos enseñó que los futbolistas, al igual que todos, no son de acero, y obligó a hablar de un tema que hasta entonces era tabú: la salud mental en el deporte de alto rendimiento y en la vida cotidiana.

Para Arcos, el legado del Mumo está "más vigente que nunca". Lo describe no solo como "un futbolista de altísima calidad" y "un muy buen jugador", sino también como "un compañero de club inolvidable" y "una persona irrepetible". Su historia nos recuerda que la depresión es un partido muy difícil, pero que se puede ganar. Si estás pasando por un momento angustiante, no dudes en pedir ayuda. No estás solo.

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¿Destino Sudamérica?

En su columna, Renzo Luvecce nos trae una reflexión sobre lo que ha sido el presente y pasado inmediato de Alexis Sánchez en el Udinese.

Su segunda etapa en el club italiano ha estado marcada por lesiones y falta de continuidad, además de una serie de rumores que lo ubican de vuelta en el continente americano.

Se ha hablando de la MLS, del América de México, de River Plate y, por supuesto, de la Universidad de Chile.

Pero, ¿qué pasará finalmente con Alexis? Lo sabremos dentro de un par de meses.

En Sudamérica, las puertas para el crack están siempre abiertas.

Bicampeones de América: ¿con cuántos de ellos te gustaría jugar?

Al mirar hacia atrás, es inevitable sentir que fuimos testigos de algo irrepetible. La generación dorada del fútbol chileno no solo rompió récords. Nos regaló identidad, carácter y una forma única de competir. Hoy, varios de esos nombres ya no están en las nóminas, pero siguen presentes en la memoria colectiva de los hinchas. Y ante la pregunta que nos plantea Pelotazo: “¿Con cuántos de esos bicampeones de América te gustaría jugar?”, la respuesta tiene más emoción que táctica.

Porque no se trata solo de talento. Se trata de mística. De temperamento. De entender el peso de la camiseta. Y esa camada, la que conquistó las Copas América de 2015 y 2016, lo entendió todo.

Claudio Bravo, con su liderazgo sereno y atajadas imposibles, fue el muro que sostuvo más de una hazaña. Gary Medel, símbolo de garra y entrega, jugaba como si cada partido fuera el último. Arturo Vidal, pura potencia, carácter y despliegue. Charles Aránguiz, el silencioso que hacía jugar a todos. Alexis Sánchez, incansable, impredecible, desequilibrante. Y Eduardo Vargas, el que convirtió goles como si fuera lo más simple del mundo.

¿Con cuántos de ellos te gustaría compartir cancha? ¿A quién dejarías afuera? Preguntas imposibles. Porque fueron un equipo de verdad. Se potenciaban entre sí. Se cubrían las espaldas. Se peleaban y se abrazaban con la misma intensidad.

Hoy, que el fútbol chileno busca reconstruirse, la nostalgia por esos bicampeones se vuelve aún más poderosa. No porque vivamos del pasado, sino porque aún no aparece una generación que nos haga olvidar aquella. Y eso habla de lo grande que fueron.

El legado de los bicampeones no está solo en los títulos. Está en la forma en que nos hicieron sentir. En cómo se enfrentaban sin miedo a gigantes. En cómo hicieron que millones creyeran que sí era posible.

¿Con cuántos de ellos jugarías? Tal vez con todos. Porque juntos, escribieron la página más gloriosa del fútbol chileno.