Aránguiz: ¿Riesgo o acierto en la Roja?

Aránguiz: ¿Riesgo o acierto en la Roja?

En una nueva columna para Minuto 90, Renzo Luvecce aborda el polémico retorno de Charles Aránguiz a la Selección Chilena, una decisión de Ricardo Gareca que ha generado un intenso debate entre los aficionados y expertos del fútbol.

El "Príncipe" se erigió como la gran sorpresa en la última nómina de la Roja, siendo la elección del "Tigre" por encima de jugadores como Marcelino Núñez y Williams Alarcón. Este llamado se produce en un contexto crucial, con Chile preparándose para enfrentar a Paraguay y Ecuador en duelos clasificatorios donde la consigna es clara: "si no sumamos en estos dos partidos que vienen, chao, se te va el mundial".

Actualmente, Aránguiz es un pilar fundamental en el esquema de la Universidad de Chile bajo la dirección de Gustavo Álvarez. Sin embargo, su condición física no es óptima, ya que ha presentado "una que otra complicación". A pesar de esto, y de que jugadores como Eric Pulgar o el mencionado Alarcón son titulares en sus respectivos equipos, Gareca ha depositado su confianza en el experimentado volante.

La calidad técnica de Charles es indiscutible y le permitiría ser titular frente a Paraguay y Ecuador. No obstante, la gran interrogante es si su físico aguantará la alta exigencia, considerando que, inmediatamente después de la doble fecha de Clasificatorias, la U tendrá su debut en la Copa Libertadores, un torneo donde el "Príncipe" es considerado vital. ¿Era el momento correcto para el regreso de Aránguiz? ¿Le dará el físico para rendir en Clasificatorias y luego en la Libertadores? El debate está servido.

En una nueva columna para Minuto 90, Renzo Luvecce aborda el polémico retorno de Charles Aránguiz a la Selección Chilena, una decisión de Ricardo Gareca que ha generado un intenso debate entre los aficionados y expertos del fútbol.

El "Príncipe" se erigió como la gran sorpresa en la última nómina de la Roja, siendo la elección del "Tigre" por encima de jugadores como Marcelino Núñez y Williams Alarcón. Este llamado se produce en un contexto crucial, con Chile preparándose para enfrentar a Paraguay y Ecuador en duelos clasificatorios donde la consigna es clara: "si no sumamos en estos dos partidos que vienen, chao, se te va el mundial".

Actualmente, Aránguiz es un pilar fundamental en el esquema de la Universidad de Chile bajo la dirección de Gustavo Álvarez. Sin embargo, su condición física no es óptima, ya que ha presentado "una que otra complicación". A pesar de esto, y de que jugadores como Eric Pulgar o el mencionado Alarcón son titulares en sus respectivos equipos, Gareca ha depositado su confianza en el experimentado volante.

La calidad técnica de Charles es indiscutible y le permitiría ser titular frente a Paraguay y Ecuador. No obstante, la gran interrogante es si su físico aguantará la alta exigencia, considerando que, inmediatamente después de la doble fecha de Clasificatorias, la U tendrá su debut en la Copa Libertadores, un torneo donde el "Príncipe" es considerado vital. ¿Era el momento correcto para el regreso de Aránguiz? ¿Le dará el físico para rendir en Clasificatorias y luego en la Libertadores? El debate está servido.

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Hay que cuidar el fútbol: el llamado de quienes aman este juego

Por estos días, donde la polémica, la desinformación y los intereses cruzados parecen tomar protagonismo en el fútbol chileno, una frase vuelve a tomar fuerza: hay que cuidar el fútbol. No se trata de una consigna vacía, sino de un llamado urgente desde dentro del mismo deporte.

Porque el fútbol no solo se juega en la cancha. Se juega en los pasillos de los clubes, en las oficinas de los dirigentes, en las decisiones de los árbitros y en el relato de los medios. Se juega también en la relación con los hinchas, en la credibilidad del torneo, en el respeto por los valores que le dieron sentido a este juego desde sus inicios.

La reflexión es clara: si no se protege el espíritu del fútbol, lo demás pierde valor. Si se privilegia la conveniencia por sobre la justicia deportiva, si se manipula el reglamento según la camiseta, si se debilita la transparencia institucional, el espectáculo termina vaciándose.

Y por eso, figuras del entorno futbolero —jugadores, entrenadores, periodistas— han levantado la voz. No desde la polémica gratuita, sino desde la preocupación real. Porque saben que cuando el fútbol se mancha, pierde su conexión con la gente. Y sin esa conexión, no queda nada.

Cuidar el fútbol es respetar al hincha. Es no banalizar las reglas. Es formar con ética. Es mirar a largo plazo. Es exigir lo mismo a todos. Es entender que detrás de cada partido hay historia, hay esfuerzo, hay comunidad.

Hoy, más que nunca, esa frase debe dejar de ser un eslogan y convertirse en acción. Porque cuidar el fútbol es cuidarnos a todos. A los que jugamos, a los que relatamos, a los que soñamos.

Y si aún hay tiempo, cuidémoslo. Antes de que sea tarde.

Incluso los extranjeros sienten a La Roja como suya

Hay partidos que no conocen de fronteras. Que no entienden de nacionalidades ni pasaportes. Que se juegan con la misma pasión por quienes nacieron en Chile como por quienes, desde otros rincones del mundo, decidieron hacer de este país su hogar. Y hoy, cuando juega la Selección, todos estamos con La Roja. Incluso los extranjeros.

Así lo reflejan historias como la de Rafael, un hincha que no nació en Chile, pero que lo vive como si llevara el escudo en la piel desde siempre. “Como vivimos aquí en Chile, es mi segundo país”, dice. Y esa frase, breve pero poderosa, resume lo que muchas personas sienten cuando ven a la Roja salir a la cancha.

El fútbol tiene esa magia de integrar, de emocionar, de representar más allá de lo evidente. Y en un país que ha abierto sus puertas a miles de migrantes en los últimos años, la selección se ha convertido también en un punto de encuentro, en un símbolo de unidad.

Rafael no es el único. Hay miles que hoy se emocionan con el himno, que gritan los goles, que sufren las derrotas y celebran los triunfos. Porque amar a un país también puede empezar en una cancha. Y el fútbol chileno, con su historia de lucha, coraje y gloria, tiene ese poder de enamorar.

En tiempos donde el debate sobre la identidad y la pertenencia muchas veces se polariza, estas muestras de cariño espontáneo hablan por sí solas. Hoy, más que nunca, la Roja es de todos. Y eso es algo que el fútbol chileno debe cuidar, abrazar y celebrar.

Porque cuando el equipo de todos logra realmente serlo, no hay nada más poderoso. Ni más chileno.