Gustavo Álvarez: "La tristeza no distingue colores"

Gustavo Álvarez: "La tristeza no distingue colores"

Un gesto que trasciende la rivalidad deportiva. El director técnico de Universidad de Chile, Gustavo Álvarez, expresó el profundo pesar de la institución azul por el lamentable fallecimiento de dos hinchas de Colo Colo, ocurrido durante la noche del jueves 10 de abril.

En un mensaje cargado de emotividad, el estratega argentino manifestó que "la tristeza es tan grande que no distingue colores", solidarizando con el dolor de las familias afectadas y del club archirrival.

“Hoy es un día muy triste, un momento muy triste e irreparable para la familia, para los seres queridos y para el club Colo Colo, producto del fallecimiento de dos jóvenes en el día de ayer”, señaló Álvarez. “Hablo en mi nombre, el de cuerpo técnico, plantel y todo Universidad de Chile. Nuestras más profundas condolencias a su familia, seres queridos y a Colo Colo como institución”, agregó el DT.

Las palabras del técnico de la U refuerzan el mensaje de que, más allá de la competencia en la cancha, la empatía y el respeto deben prevalecer, especialmente en momentos de duelo, en una clara señal de que son rivales, no enemigos.

Un gesto que trasciende la rivalidad deportiva. El director técnico de Universidad de Chile, Gustavo Álvarez, expresó el profundo pesar de la institución azul por el lamentable fallecimiento de dos hinchas de Colo Colo, ocurrido durante la noche del jueves 10 de abril.

En un mensaje cargado de emotividad, el estratega argentino manifestó que "la tristeza es tan grande que no distingue colores", solidarizando con el dolor de las familias afectadas y del club archirrival.

“Hoy es un día muy triste, un momento muy triste e irreparable para la familia, para los seres queridos y para el club Colo Colo, producto del fallecimiento de dos jóvenes en el día de ayer”, señaló Álvarez. “Hablo en mi nombre, el de cuerpo técnico, plantel y todo Universidad de Chile. Nuestras más profundas condolencias a su familia, seres queridos y a Colo Colo como institución”, agregó el DT.

Las palabras del técnico de la U refuerzan el mensaje de que, más allá de la competencia en la cancha, la empatía y el respeto deben prevalecer, especialmente en momentos de duelo, en una clara señal de que son rivales, no enemigos.

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Beausejour: "El fútbol es un movimiento social"

El fútbol no es solo un deporte. No es solo goles, camisetas y puntos. Es, como bien lo señaló Jean Beausejour en Reino Fútbol, un movimiento social en sí mismo. Y esa idea cobra fuerza cada vez que una pelota rueda en cualquier rincón del mundo.

En estadios gigantes o en canchas de tierra, el fútbol une. Cruza clases sociales, culturas, religiones e ideologías. El que cree que solo se trata de 22 personas corriendo detrás de un balón, no ha entendido su verdadera magnitud.

El fútbol es identidad. Es cultura popular. Es herencia. Pero también es protesta, espacio de resistencia, herramienta política, canal de expresión. Desde las pancartas en las galerías hasta los cánticos que exigen justicia, desde la visibilidad que le dio el deporte a causas como la igualdad de género, hasta las campañas por la paz, el fútbol ha sido un escenario más para hablar de lo que duele y lo que se sueña.

En América Latina, en particular, esta realidad es aún más intensa. Aquí el fútbol ha servido para denunciar desigualdades, unir pueblos divididos, encender procesos sociales. Los ídolos no solo representan clubes: representan barrios, esperanzas, frustraciones y sueños colectivos.

Y, al mismo tiempo, el fútbol ha sido también un espejo de lo peor: corrupción, racismo, discriminación. Pero su alcance lo vuelve poderoso: lo que se muestra en una cancha lo ve el mundo. Y eso obliga a responsabilizarse del mensaje que se entrega.

Por eso, cuando decimos que el fútbol es un movimiento social, no exageramos. Lo vivimos cada día. En cada gol, en cada hinchada, en cada historia.

El desafío ahora es entender ese poder. Y usarlo. Para construir, para incluir, para unir. Porque si el fútbol tiene esa capacidad de emocionarnos y conectarnos, también tiene la capacidad de transformarnos.

Más que un deporte, el fútbol puede —y debe— ser una fuerza de cambio.