Kaiser: "Hay que cuidar el fútbol"

Kaiser: "Hay que cuidar el fútbol"

En el más reciente capítulo de Reino Fútbol, conducido por Cristián Arcos, Kaiser compartió una sentida reflexión sobre la necesidad imperante de cuidar el fútbol. El freestyler abordó el presente y el futuro de un deporte que levanta pasiones y que, según sus palabras, "es algo tan amplio, algo que se vive todos los días".

Kaiser enfatizó la importancia de proteger la actividad, especialmente frente a la violencia que puede empañarla: "Por eso es tan importante cuidar el fútbol, tener ojito con la violencia, todas esas cosas. Porque al fin y al cabo hay muchos niños que ven a sus padres y se asustan o cosas así. Después esos niños son los que van a estar en los estadios. Y es bueno también pensar en el mañana, en las cosas que se vienen". Además, subrayó que las rivalidades deportivas, como las que se viven con Colo Colo o Universidad Católica, deben enfocarse desde una perspectiva sana: "Son rivales, no enemigos. Cuando jugamos con Colo Colo, con Católica, trato de vivirlo lo más sano posible y de disfrutar".

En el diálogo del programa, también se destacó que el fútbol trasciende el mero juego, describiéndolo como un "movilizador social superimportante" que genera un fuerte lazo con los hinchas, quienes viajan y cuyo estado de ánimo "depende mucho de su institución". Además, se reconoció que para muchos jóvenes, el fútbol representa un "porvenir laboral, económico", aunque Kaiser también recordó los sacrificios inherentes a una carrera de alto rendimiento, como "tener cuidado con las lesiones".

Para conocer en detalle esta valiosa reflexión sobre el cuidado del fútbol y el análisis completo, el nuevo capítulo de Reino Fútbol ya se encuentra disponible en su canal de YouTube.

En el más reciente capítulo de Reino Fútbol, conducido por Cristián Arcos, Kaiser compartió una sentida reflexión sobre la necesidad imperante de cuidar el fútbol. El freestyler abordó el presente y el futuro de un deporte que levanta pasiones y que, según sus palabras, "es algo tan amplio, algo que se vive todos los días".

Kaiser enfatizó la importancia de proteger la actividad, especialmente frente a la violencia que puede empañarla: "Por eso es tan importante cuidar el fútbol, tener ojito con la violencia, todas esas cosas. Porque al fin y al cabo hay muchos niños que ven a sus padres y se asustan o cosas así. Después esos niños son los que van a estar en los estadios. Y es bueno también pensar en el mañana, en las cosas que se vienen". Además, subrayó que las rivalidades deportivas, como las que se viven con Colo Colo o Universidad Católica, deben enfocarse desde una perspectiva sana: "Son rivales, no enemigos. Cuando jugamos con Colo Colo, con Católica, trato de vivirlo lo más sano posible y de disfrutar".

En el diálogo del programa, también se destacó que el fútbol trasciende el mero juego, describiéndolo como un "movilizador social superimportante" que genera un fuerte lazo con los hinchas, quienes viajan y cuyo estado de ánimo "depende mucho de su institución". Además, se reconoció que para muchos jóvenes, el fútbol representa un "porvenir laboral, económico", aunque Kaiser también recordó los sacrificios inherentes a una carrera de alto rendimiento, como "tener cuidado con las lesiones".

Para conocer en detalle esta valiosa reflexión sobre el cuidado del fútbol y el análisis completo, el nuevo capítulo de Reino Fútbol ya se encuentra disponible en su canal de YouTube.

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Frustración total: Chile y un fracaso que va más allá de los resultados

Los números no mienten. La Selección Chilena vive uno de sus peores momentos en la historia reciente. Pero reducir el presente de la Roja a estadísticas sería quedarse corto. Porque lo que se ve en la cancha —o más bien, lo que no se ve— refleja una crisis más profunda, más estructural.

Chile está fuera de todo. Sin fútbol, sin identidad, sin respuestas. Y aunque muchos han apuntado sus dardos hacia Ricardo Gareca, lo cierto es que el problema no parte ni termina con él. El “Tigre” asumió con valentía un fierro caliente, pero la herida viene de antes. Años de malas decisiones, de falta de planificación, de ausencia de recambio real.

El equipo luce desorientado. Sin ideas, sin ritmo, sin alma. Las transiciones no existen. La defensa sufre en cada pelota cruzada. El mediocampo no encuentra conducción. Y arriba, la sensación es que todo cuesta el triple.

Pero más grave que el bajo nivel futbolístico es la desconexión emocional. La Roja ya no genera ilusión. El hincha, acostumbrado a sufrir pero también a soñar, hoy solo siente resignación. La llama que encendió a un país entero durante la generación dorada parece completamente apagada.

Los rivales ya no respetan. Ya no hay temor de enfrentar a Chile. Se acabó el miedo escénico. Y eso, más que una derrota puntual, es un síntoma alarmante.

Revertir este escenario no será tarea de un solo técnico. Será necesario un proyecto serio, una reestructuración profunda y el coraje de tomar decisiones impopulares. Porque el fracaso actual no se mide solo en puntos. Se mide en la sensación de vacío que deja cada partido.

Y cuando el fútbol ya no emociona, ya no une, ya no representa... es porque algo mucho más grave está ocurriendo.

Hay plantel: la banca de lujo que ilusiona a la Roja

La Selección Chilena se prepara para su próximo desafío con una certeza que se repite cada vez más en la conversación futbolera nacional: hay plantel. Atrás quedaron los años en que una baja en la oncena titular era sinónimo de preocupación. Hoy, la banca de suplentes también promete.

Lo dijo Jean Beausejour, lo comentan los medios, lo perciben los hinchas. La Roja tiene fondo de armario, y eso en torneos exigentes como la Copa América puede marcar la diferencia. Ya no se trata solo de once nombres que entran a la cancha. Se trata de un grupo amplio, competitivo, con variantes y perfiles distintos.

Basta mirar las alternativas. Jugadores que en otros tiempos eran fijos en la titular hoy esperan su oportunidad con humildad y hambre. Jóvenes que vienen empujando fuerte, experimentados con rodaje internacional, especialistas en roles clave. Todos con una misma misión: sumar cuando les toque.

Esta profundidad de plantel permite soñar con rotaciones sin perder nivel, con estrategias flexibles, con la capacidad de adaptarse a distintos rivales. Pero también es una señal del trabajo serio que se viene haciendo en la interna. Gareca ha logrado algo que parecía perdido: armar un equipo con competencia interna sana, sin egos desbordados y con roles bien definidos.

Chile no solo tiene una generación nueva en crecimiento. También tiene nombres consolidados, y sobre todo, un cuerpo técnico que cree en el colectivo por sobre las individualidades.

El torneo está a la vuelta de la esquina. Y si bien los partidos se ganan en la cancha, contar con una banca fuerte es una ventaja táctica, emocional y estratégica.

Hay plantel. Y con eso, hay motivos para ilusionarse.